Esta semana, mesas directivas de Senado y Cámara definirán la forma como será instalada la tercera legislatura el próximo 20 de julio por parte del presidente Iván Duque. Mientras tanto, los parlamentarios están desconcertados esperando qué va a pasar y con temor por el contagio con el nuevo coronavirus, si finalmente tienen que sesionar presencialmente
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Los congresistas lo único que tienen claro, hasta el momento, frente a la instalación de la tercera legislatura el 20 de julio es que asistirán si la decisión es que se haga de forma presencial.
No obstante, hay mucho temor por el alto riesgo de contagio por el virus porque son más de mil personas entre parlamentarios, asistentes, escoltas y personal administrativo que estarían presentes. EL NUEVO SIGLO habló con varios de ellos.
La semana pasada, la Corte Constitucional tumbó el artículo 12 del Decreto 491 del 28 de marzo de este año, al amparo del cual el Congreso sesionó de forma virtual en el pasado periodo debido a la pandemia.
Esta sentencia no quiere decir que el Congreso no pueda sesionar de forma virtual a futuro, pues la Corte fue clara en señalar que este es autónomo en decidir cómo hacerlo, pero sí requiere modificar su reglamento para que contemple esta opción.
Mientras se da esa reforma, el Parlamento tiene que ser instalado el próximo 20 de julio y posiblemente presencialmente, con el alto riesgo de contagio que ello conlleva para los más de 280 senadores y representantes, personal auxiliar, así como el presidente Duque, quien tiene que asistir.
El saliente presidente del Senado, Lidio García, dijo que la decisión sobre cómo se hará la instalación el 20 de julio se adoptará tras escuchar a voceros de los partidos.
García dijo que se barajan tres opciones para la sesión conjunta de ambas cámaras, la primera en un lugar abierto fuera del Capitolio, podría ser en la Plaza de Bolívar. La segunda es que se haga de forma virtual, sustentados en una interpretación de la Ley Quinta. Y finalmente de forma presencial.
Ante esta situación el senador del Centro Democrático, John Harold Suárez, indicó que “es un riesgo que vamos a correr, no solamente los congresistas sino todos los esquemas de seguridad, los empleados del Congreso, el entorno porque va a llegar todo el país, de todas las regiones vamos a encontrarnos moviéndonos por toda la geografía colombiana”.
El Parlamentario consideró que tendría que establecerse una estrategia “para evitar estar tan cerca como se está hoy en el Capitolio, las sillas están una a una a menos de un metro. Sería casi que imposible estar allí, tendría que buscarse una alternativa. La alternativa tiene que ser en un sitio abierto donde respetemos las normas de bioseguridad a más de 2 metros uno del otro. No sé dónde podría ser, no sé si es en el patio de Núñez, no sé dónde podríamos estar pero cumplamos las normas de bioseguridad”.
Anotó además que se tiene que hacer una revisión muy rápida de la Ley Quinta, “que es el reglamento nuestro, para tener la herramienta clara y poder, si es el caso, continuar en la virtualidad o semivirtual”.
Por su parte, la senadora Ana María Castañeda, de Cambio Radical, dijo que “primero esperando cómo disponen la logística la mesa directiva, pero sí en un momento tan difícil con todos los protocolos que se deben tomar en el recinto o en otro que puede el Presidente disponer, no tiene que ser necesariamente en el Congreso, pero con tal de poder manejar todos los protocolos, el distanciamiento, y poder sacar adelante toda la agenda que tenemos por delante”.
Mientras que el senador conservador Eduardo Enríquez dijo que “es un riesgo muy grande, no simplemente por los señores representantes y senadores sino por las familias de los mismos. Siempre va a reinar la intranquilidad en los hogares”.
Agregó el Parlamentario nariñense que “tenemos que cumplir el deber, se respeta la decisión de la Corte Constitucional. Esa decisión hubiera sido muy buena en épocas de normalidad, pero no hay que olvidar que estamos viviendo una época de anormalidad”.
Añadió que la situación que se presenta, no solo para los congresistas sino también a los integrantes de asambleas y concejos, “es de alto riesgo”.
Enríquez enfatizó que en estas condiciones “es secundario el sitio donde se pueda reunir el Congreso, el problema es el riesgo de un posible contagio de una enfermedad que está presente en el mundo y de inmediato contagio”.
El Legislador se preguntó cómo van a trasladar a los congresistas que no viven en Bogotá, “y cómo los van a volver a su lugar de origen. Hay sitios que por tierra se gastan más de 20 horas y su retorno otras 20 horas. Por supuesto con escoltas a quienes también hay que asegurarles todos los derechos que tienen porque se merecen de igual a igual”.
Enfatizó “si esa sentencia hay que cumplirla y hay que reunirse en la plaza de Bolívar, así tocará, no hay otro sitio”.
Más voces
El representante liberal por Risaralda, Juan Carlos Reinales, dijo que en estas circunstancias hay cuatro elementos a considerar: el fallo de la Corte Constitucional frente a las sesiones virtuales; la creciente curva de contagios por Covid-19, sobre todo en Bogotá; “el hecho de que la Ley Quinta no ha sido reformada porque falta la sanción presidencial a un proyecto de ley que sacamos nosotros con el objetivo de que por Ley Quinta, que es nuestro reglamento, se permitan las sesiones virtuales; y un cuarto elemento que es la postura de la Alcaldesa de Bogotá, que aunque ella no incide en el Congreso sí en su ciudad”.
Agregó que con esos cuatro elementos, “créanme que hoy tengo total incertidumbre respecto a lo que va a pasar. Eso sí estoy listo para la decisión que sea, si hay que ir pues gustoso lo haré, no solamente acatando la norma sino en el entendido que es necesario que el Congreso legisle sea como sea, presencial o virtual”.
Mientras que el senador del Partido de La U, Juan Felipe Lemos, dijo “lo que hemos escuchado hasta ahora es que como se trata de elegir nueva mesa directiva el voto hay que hacerlo de manera presencial”.
Sin embargo, ante la incertidumbre de cómo se podrán reunir el 20 de julio cerca de 280 parlamentarios conservando el distanciamiento físico, Lemos indicó “no sé cómo lo van a plantear, lo que nos había dicho el presidente Lidio García era que ya estaban definidas unas medidas de bioseguridad y unos parámetros para hacer sesiones presenciales, pero la verdad no sé si eso esté listo o no”.
Agregó que “hasta ahora lo que tenemos claro es que hay que estar allá el 20 de julio, y personalmente estoy en esa tarea de viajar por carretera a Bogotá, pero habrá que esperar a ver qué sucede esta semana”.