EL EXPRESIDENTE Álvaro Uribe publicó en la mañana de ayer un vídeo en el que se refirió a la reforma laboral del presidente Gustavo Petro, que se aprobó en el Congreso de la República, afirmando que es “dañina”, que “estimula más la informalidad” y “no crea empleo de calidad”.
“Los costos de la reforma laboral y las regulaciones se oponen a la creación de empleo formal, de empleo de calidad. Además, sin más empleos habrá más oferta de trabajadores y menos buenas condiciones laborales”, dijo.
Además, Uribe sostuvo que con la reforma “también quieren afectar al pequeño contratista, por ejemplo, al plomero, que acude al llamado el ama de casa. Lo obligarían a disponer de una organización y de unos equipos que no estarían a su alcance”.
“La reforma laboral parece una resaca de la vieja confrontación, del odio comunistas (…) el país necesita confianza para crear empleo de calidad, economía fraterna, menos impuestos y mejor remuneración”, agregó.
“La reforma no crea recargos, sino que aumentan los existentes. Todo parecería un capricho, una vanidad para derogar normas que se crearon en el gobierno presidido por un fulano”, puntualizó el exmandatario.
Sobre esto, el presidente Petro le contestó que “no es un capricho, el país tiene la capacidad y un pacto nacional sobre la productividad y no sobre la explotación bruta de la gente, podría hacerlo”.
“La reforma laboral no es un capricho. En el gobierno Uribe y anteriores, se pensó que la ganancia del empresario aumentaba si se alargaba la jornada, desaparecía el festivo y se deterioraba el salario relativo. Es decir, si se explotaba, de manera absoluta, más al trabajador, siguiendo teorías del siglo XIX”, sostuvo Petro.
“En las sociedades modernas la explotación se da vía incremento de calidad de los medios de producción; bajo este concepto, si se organiza el trabajador, puede generar altos salarios, menos horas de trabajo y más calidad de vida, sin que disminuya la ganancia del empresario; al contrario, ésta aumenta sustancialmente por la alta productividad”, agregó el mandatario.
“Es por la torpeza económica y el egoísmo social que nuestras élites económicas y políticas nos han llevado a ser el país más pobre de la OCDE”, concluyó.