En Latinoamérica ya ha encabezado la representación diplomática de su país en Chile, Bolivia y Cuba

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En los próximos días presentará sus cartas credenciales al presidente Iván Duque el nuevo embajador de Estados Unidos en Colombia, Philip Goldberg, quien es un curtido diplomático y funcionario que ha sido comisionado en varias partes del mundo, pero que ahora en nuestro país tiene la ventaja sobre varios de sus predecesores, ya que estuvo aquí hace cerca de dos décadas en la Embajada como asistente para asuntos legislativos, así como coordinador del Plan Colombia contra el narcotráfico.

Goldberg sucede a Kevin Whitaker, quien se desempeñó como embajador desde 2014, lapso durante el cual se dieron hechos significativos como la negociación y posterior acuerdo de paz con las Farc, el incremento inusitado en los cultivos de coca, hasta llegar a las 209 mil hectáreas según cifras de la Casa Blanca, y la crisis social y política en el vecino Venezuela por la presencia del régimen de Nicolás Maduro, que ha derivado en la migración a Colombia de más de 1.200.000 de sus ciudadanos.

Antes de ser nominado por el presidente Donald Trump se desempeñó como encargado de negocios en la Embajada de Estados Unidos en la isla de Cuba.

Goldberg fue el segundo postulado por Trump como embajador en Colombia, pues inicialmente propuso al diplomático Joseph Macmanus, pero el Senado norteamericano no le dio su visto bueno. Por ello Kevin Whitaker debió quedarse más tiempo del presupuestado en la representación diplomática norteamericana en Bogotá, pues el Presidente de Estados Unidos tuvo que retirar esta nominación, presentada en noviembre de 2017, pasando a consideración del Comité de Relaciones Exteriores del Senado en febrero siguiente, donde fue bloqueado por un grupo de senadores que objetaron su cercanía con la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, y su rol en el manejo del ataque al consulado en Bengasi, Libia.

Perfil

Philip Seth Goldberg nació el 1 de agosto de 1956 en Boston, Massachusetts, en donde se graduó en The Rivers School y Boston University. Antes de unirse al servicio exterior de su país, Goldberg, que habla español, trabajó como oficial de enlace entre el gobierno de Nueva York y las Naciones Unidas y la comunidad consular.

Fungió como oficial consular y político en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá y luego como oficial político-económico en Pretoria, Sudáfrica. Entre 1994 y 1996, Goldberg fue Oficial de Escritorio del Departamento de Estado para Bosnia y Asistente Especial del embajador Richard Holbrooke, en donde en cumplimiento de esas funciones fue miembro del equipo de negociación estadounidense en el período previo a la Conferencia de Paz de Dayton y Jefe de Gabinete de la Delegación estadounidense en Dayton.

Entre 1996 y 1998 se desempeñó como Asistente Especial del Secretario de Estado Adjunto y de 1998 a 2000 como Asistente Ejecutivo del Subsecretario de Estado Strobe Talbott. En 2001, Goldberg fue miembro principal del equipo del Departamento de Estado que manejaba la transición de las administraciones Clinton a Bush.

En 2000, Goldberg regresó en servicio temporal a Colombia para servir como el primer coordinador por parte de Estados Unidos del Plan Colombia. Desde enero de 2001 hasta junio de 2001, Goldberg se desempeñó como subsecretario adjunto interino de Estado para Asuntos Legislativos. Desde 2001-2004 fue Encargado de Negocios, y luego Jefe Adjunto de Misión en Chile.

A renglón seguido se desempeñó entre 2004 y 2006 como jefe de Misión de la Oficina de los Estados Unidos en Pristina. Posteriormente fue Embajador en Bolivia entre 2006 y 2008. Entre 2010 y 2013 ejerció como Subsecretario de Estado de Inteligencia e Investigación.

En 2013 Goldberg regresa a un cargo diplomático como embajador en Filipinas, en donde estuvo hasta el 28 de octubre de 2016. Finalmente se desempeñó como Embajador en Cuba del 11 de febrero de 2018 al 20 de julio de 2018.

Polémicas

El desempeño de Goldberg como diplomático no ha estado exento de algunos incidentes en cumplimiento de la defensa de los intereses de Estados Unidos, aunque esto para nada le ha afectado su carrera, como lo demuestra ahora su designación en Colombia.

En 2008 fue expulsado de Bolivia por el presidente Evo Morales, cuando llevaba dos años ejerciendo esa representación, tras señalarlo de supuestamente haber conspirado con la oposición contra su gobierno.

Luego en su paso en Filipinas y a dos meses de finalizar su trabajo como Embajador de Estados Unidos, tuvo un incidente con el presidente de ese país, Rodrigo Duterte, quien dijo que “se entrometía durante las elecciones, dando declaraciones sobre mí aquí y allá. No tenía que hacer eso”.