¿Qué se pierde con la caída de la reforma al Código Electoral? | El Nuevo Siglo
Una de las disposiciones que se cayó de la reforma al Código Electoral es ampliar el horario de votación hasta las 5 p.m.
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Sábado, 23 de Abril de 2022
Redacción Política

Con el hundimiento del proyecto de reforma al Código Electoral en la Corte Constitucional, por considerar que se presentaron vicios de trámite en el Congreso, no solamente se pierden dos años de trabajo que se invirtieron en este tema, sino que los ajustes que contenía podrían quedarse, ahora en una nueva iniciativa, para ser aplicados hasta las elecciones presidenciales de 2026.

Las razones por las cuales la Corte declaró inexequible la reforma al Código Electoral fueron que el proyecto se aprobó en extras, a finales del 2020, pero ello sería contrario a la normatividad porque se trata de una ley estatutaria que debe tramitarse en sesiones ordinarias.

En segundo lugar, se argumenta que el trámite de este proyecto se hizo de forma semipresencial debido a las restricciones que para la época existían en el país por la crudeza de la pandemia, por lo que la mayoría de los legisladores participaron de forma virtual. Sin embargo, una sentencia de la Corte había advertido que los proyectos de ley estatutaria preferiblemente debían discutirse de forma presencial.

Tres razones más tuvo en cuenta el alto Tribunal para tomar esta decisión, como es que la discusión del proyecto careció de un debate amplio, trascendente y participativo; que se pasó por alto hacer la consulta previa con minorías étnicas, pues algunas de las disposiciones del texto tenían que ver de forma directa con esta población; y el impacto fiscal de esta reforma.

Qué viene

Ahora corresponderá al Gobierno radicar nuevamente el mismo texto del proyecto de reforma al Código Electoral, el próximo 20 de julio, ante el nuevo Congreso de la República, seguramente con mensaje de urgencia debido a que se requiere que se apruebe este mismo año, teniendo en cuenta que en 2023 habrá, en octubre, elecciones de gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles, por lo que cualquier cambio en la norma electoral debe hacerse con anticipación para no alterar las reglas del juego.

En ese sentido, el director del Partido Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán, advirtió a EL NUEVO SIGLO que no se puede perder tiempo en el propósito de reformar el Código Electoral, debido a la proximidad de las elecciones regionales.

Consideró que una parte del problema se reflejó en los resultados de las pasadas elecciones legislativas, cuando diferentes partidos alegaron que no les contabilizaron votos y el propio registrador nacional, Alexander Vega, dijo que se presentó una diferencia de más de un millón de sufragios entre el preconteo y el escrutinio; es que "estamos actuando hoy con un Código Electoral de 1986, pero ese Código ya es obsoleto, ese Código necesita actualización y no ha sido posible”.

Consideró Galán que “la única ventana de oportunidad política, legislativa, para actualizarlo comienza a partir del próximo 20 de julio, porque después viene la contienda electoral regional y local, donde se hace imposible cambiar las reglas de juego para esa elección tan rápido, tan encima, y luego vienen de nuevo las elecciones nacionales".

Remarcó el dirigente político que "entonces la mayor ventana de oportunidad en términos de tiempo legislativo para debatir y aprobar el nuevo Código Electoral es a partir del próximo 20 de julio, y debería ser aprovechada por el próximo Congreso y el próximo gobierno para hacer una reforma estructural con un nuevo Código Electoral que solucione a fondo los problemas que han tenido las elecciones legislativas a lo largo de los últimos años”.


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Por su parte, la directora ejecutiva de la Misión de Observación Electoral (MOE), Alejandra Barrios, consideró que con el hundimiento de la reforma al Código Electoral “es mucho más difícil hacer un mejor control y seguimiento; obviamente, además de medidas inclusivas como el 50% de las mujeres en la conformación de las listas; un calendario electoral muchísimo más amplio; una regulación sobre la identificación biométrica, porque ahí hay datos sensibles de los ciudadanos. Pero lamentablemente tomaron la decisión de sacar el Código Electoral a los trancazos”.

Mirando hacia adelante, Barrios dijo que “en el nuevo Congreso ojalá uno de los primeros temas al que se aboquen los nuevos integrantes sea lograr un acuerdo político que nos permita resolver estos problemas”.

En contraposición, Hollman Ibáñez Parra, presidente del Colegio Electoral Colombiano, indicó a este Diario que "lo que creo es que definitivamente el país ganó una oportunidad de mejorar y de corregir algunas equivocaciones que en nuestro criterio se cometieron al momento de tramitar el proyecto de ley de reforma al Código Electoral”.

Explicó que ahora hay la posibilidad de mejorar el tema de las listas paritarias "en lo que a aspectos electorales se refiere; mejorar las causales de reclamación; la forma de hacer elecciones; en cuanto a identificación de las nuevas cédulas; mejorar y modernizar el registro civil; los tipos de votos; darle más poderes y más dientes, si se quiere, al Consejo Nacional Electoral, las facultades que tiene hoy son insuficientes para lo que debe hacer".

Agregó Ibáñez  que en el nuevo proyecto de reforma hay que "mejorar el tema de las revocatorias del mandato, en cuanto a los mecanismos de participación ciudadana; a la revocatoria de inscripción de ciudadanos; darle reglamentación a asuntos propios de los escrutinios".

Insistió el experto en materia electoral que "lo que hay es una oportunidad" para mejorar el proyecto de reforma. "Si alguien perdió, fue lamentablemente el registrador nacional, Alexander Vega”.

Finalizó señalando que "a ver si el nuevo Congreso de la República tiene la voluntad política y corrige estas equivocaciones, que han puesto de presente los actores dentro del proceso de revisión y la Corte Constitucional".

Cambios truncados

Entre los ajustes más importantes que sucumbieron con el hundimiento en la Corte de la reforma al Código Electoral está la paridad de género en las listas al Congreso (50% mujeres, 50% hombres).

De igual forma, los tribunales de vigilancia y garantías electorales que se ordenaba integrar para comicios nacionales, y que debían comenzar a funcionar a partir de la expedición del calendario electoral, con el fin de asegurar el normal desarrollo de cada una de las etapas del proceso.

Tampoco tendrá aplicación el domicilio electoral, entendido como el lugar de asiento permanente que el votante debe registrar bajo la gravedad de juramento en el censo electoral.

Otros aspectos que se cayeron fueron la regulación que hacía el proyecto de nuevo Código Electoral de listas de coaliciones de partidos minoritarios al Congreso y la comisión técnica y de vigilancia de encuesta sobre preferencias políticas y electorales.

Incluso quedaron sin efecto las medidas para facilitar que las personas en situación de discapacidad depositen su voto, con libre circulación así como con material adecuado para su comprensión y uso.