Las dos campañas que disputarán la presidencia de la República el próximo 19 de junio han propuesto para la cultura diversas iniciativas que van a incrementar el apoyo de cada una de las actividades.
Rodolfo Hernández
Los conceptos de cultura, arte o patrimonio aparecen en su programa en “Una Colombia a la altura del siglo XX”, que trata sobre sus propuestas para alcanzar el desarrollo económico y social del país.
Allí dice que el modelo económico actual es fallido y no reconoce las ventajas comparativas que tiene Colombia, por lo que se plantea el desafío de construir equidad social, que describe como el acceso igualitario de los ciudadanos a las oportunidades. “Para lograrlo –dice– el país necesita un enfoque distinto, un modelo ascendente e incluyente de desarrollo, más que de solo crecimiento, en el que (…) la cultura se convierta en un valor de la gente, como guía indiscutible de nuestras vocaciones productivas”.
La deuda histórica
El documento dice que “pese a algunas iniciativas públicas y privadas en el país que han impulsado el arte y la cultura, se arrastra una deuda histórica con el sector que siempre ha tenido que encontrar su camino en medio de la escasez presupuestal”.
Argumenta la iniciativa que “es el momento de asumir que la cultura de la Nación está en muchas manifestaciones en donde los sectores populares aportan desde su riqueza y diversidad, y se incorporen en una apuesta por recuperar, preservar y difundir las distintas expresiones que hacen de Colombia uno de los países más prolíficos en materia cultural”.
El cine
Expone la propuesta que sectores como el cine han logrado salir adelante gracias a iniciativas privadas y algunas públicas. “Frente a este panorama, hay que continuar con la dinámica creciente que se traía. La economía ve en la industria cultural a un gran aportante, pero ese objetivo exige estímulos y el Estado debe asumir buena parte de ellos”.
Señala que se debe aumentar el presupuesto de inversión en cultura y arte, para promover el nacimiento de pequeñas y grandes empresas. La idea, dice el documento, es que los rubros en ambas áreas pasen de estar en un último plano a ser protagonistas.
Además, se debe intervenir arquitectónicamente, con curaduría de arte (estética), los escenarios culturales ya existentes. Para ello se implementará un sistema de curadores avalado por expertos reconocidos internacionalmente.
Noche de museos Bogotá
Rodolfo Hernández propone que el ingreso a escenarios artísticos y culturales sea gratuito para niños y estudiantes universitarios activos hasta los 26 años. Dice que va a establecer la gratuidad en el ingreso a escenarios artísticos y culturales, como la red de museos, para niños y jóvenes hasta la mayoría de edad o los 26 años, en el caso de estudiantes universitarios activos.
Además va a incentivar la pedagogía en temas culturales desde la primera infancia hasta los estudios universitarios, en un proceso que se adelantará con el fin de preservar las tradiciones orales y escritas, y las costumbres ancestrales de cada una de las regiones colombianas, como una forma de conservación del patrimonio cultural y artístico.
Asimismo, va a potenciar la industria digital y financiar la mayor cantidad posible de proyectos de emprendimientos digitales: programación, videojuegos, marketing digital, dibujo gráfico, cine 3D, entre otros. También va a promover procesos culturales y artísticos en todo el territorio, especialmente aquellos que involucren los indígenas, raizales, negritudes, comunidad LGBT+ y minorías, y va a hacer de Bogotá una ciudad cosmopolita que ofrece un talento humano robusto en cultura, arte e innovación, el epicentro de la política para el estímulo de industrias creativas.
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Gustavo Petro
En el programa de gobierno del candidato por el Pacto Histórico aparecen mencionados explícitamente la cultura, el arte y el patrimonio en varias partes. Desde la introducción, en la que se explica cómo planea convertir al país en una “potencia de la vida”, dice que la cultura será clave en esa transformación: “Asistiremos a una gran movilización artística, cultural y deportiva que alimente la sensibilidad, la creación y la vida sana”.
Expone que su idea principal es que el país haga la transición hacia una economía productiva en la que “la tierra, la ciudad, la conectividad, el crédito y el saber no sean privilegios sino derechos”, y entre los derechos menciona el de “trabajar con libertad en (…) el arte, la cultura y la ciencia”.
Los pactos
En el capítulo en el que detalla sus propuestas para lograr esa transición (de una economía extractivista hacia una economía productiva) hay un espacio para lo que Petro llama “Pactos de productividad para una economía de la vida”. Uno de esos pactos se llama “Pacto por la cultura, arte y deporte”. Según la propuesta, lo que busca es “la promoción de los bienes comunes de la producción cultural del país, de las prácticas de los espacios de creación y recreación, circulación y disfrute y la felicidad como base para el bienestar, la reconciliación, el reconocimiento intercultural y la construcción de ciudadanías libres y sensibles para el crecimiento económico”.
En su programa señala una sección llamada “El arte, la cultura y el patrimonio: corazón de la vida y la paz”, y dice que arte, cultura y patrimonio “son un derecho fundamental y una dimensión sustancial del saber, el cuidado y de la economía productiva, un medio para la construcción de nuevas gramáticas de comunicación entre el Estado y los ciudadanos, garantizando el reconocimiento a las ciudadanías cada vez más libres y deliberantes”.
Petro además propone un gran diálogo nacional de las artes, la cultura y el patrimonio, en el que participen los actores culturales y la ciudadanía para tomar las decisiones políticas, presupuestales y armar las agenda territoriales de gestión del arte, la cultura y el patrimonio. De ahí saldrá un nuevo plan nacional de arte, cultura y patrimonio.
Pero también indica que se debe construir el estatuto laboral para el arte y la cultura para superar la histórica precariedad de las condiciones de trabajo y de protección social.
Se propone, asimismo, reformular y potenciar las políticas de fomento con nuevas modalidades de convocatorias más allá de los concursos y premios que permitan que los recursos para la creación y circulación se diversifiquen garantizando la igualdad de oportunidades, comprendiendo la singularidad de los territorios y sus creadores.
Expresiones
Petro propone apoyar las expresiones culturales y deportivas dinamizadas por la juventud, como el muralismo, así como reformar a RTVC para asegurar su carácter institucional, popular e independiente, y para que sea la voz de las multitudes, expresión de la democracia multicolor.
Señala que va a promover una ley de radio pública, cultural e institucional que se articule y contenga parámetros similares a la ley de televisión. Eso incluye fortalecer los contenidos culturales y educativos, así como su infraestructura (física y equipos), presencia territorial (descentralización) y sus alianzas con orquestas sinfónicas y filarmónicas.
En su programa contempla apoyar a los artistas en creación de contenidos para las plataformas digitales como estrategia para la dinamización de la creatividad, impulsando sectores estratégicos como la industria cinematográfica nacional, promoviendo el empleo cultural y los procesos de afirmación identitaria.
Pide garantizar el mínimo cultural vital. Es decir, según el documento, que las fiestas y carnavales del patrimonio inmaterial serán para la gente. También que las plazas, calles y parques serán los escenarios comunes para la libre expresión, la circulación del arte y la cultura para el encuentro de ciudadanías libres, diversas y deliberantes. Y que el presupuesto se ejecutará con y para la gente.