En los últimos días se ha escuchado con fuerza la idea de que permitirles a los congresistas cambiar de partido político sin incurrir en la doble militancia en el marco de un proyecto de reforma política que sería presentado en próximo.
Uno de los defensores de esta propuesta es el representante por Atlántico, César Lorduy, de Cambio Radical, quien señaló esta coyuntura es propicia para que se dé el debate, pues hay inconformismo en muchas fuerzas políticas y nadie puede ser obligado a estar en un partido si no comparte la posición de la directiva. “La persona pudo haber cambiado de opinión o siente que el partido no lo representa, o ya no comparte las ideas que tiene la colectividad sobre la administración pública. Yo creo que se podría apoyar una propuesta en ese sentido”, expresó.
Por otro lado, el senador Luis Fernando Velasco, del Partido Liberal, aseguró que su colectividad quiere presentar una reforma política completa y transversal, y no un solo artículo. Esa reforma, dijo, debe tocar el tema de listas cerradas, pero alternándolas cada dos periodos con listas abiertas para reordenar ideológicamente a las colectividades.
EL NUEVO SIGLO consultó a congresistas de partidos de gobierno, oposición e independientes para conocer su opinión sobre este tema.
El senador Berner Zambrano, vocero del Partido Social de Unidad Nacional (La U), afirmó que “ya se han hecho varios intentos y no ha pasado porque eso lo que hace es debilitar a los partidos. Hoy en día toda modificación a cualquier sistema es con miras a fortalecerlos y además hay confusión, se cree que a las personas se las está deteniendo en los partidos. Quien no se sienta bien en una colectividad tiene toda la libertad para irse, puede hacerlo. Lo que pasa es que hay unos tiempos para poderlo hacer”.
“Cada partido dirá si apoya la propuesta. Quienes apoyan esta propuesta se sienten débiles en los partidos que están”, dijo.
En los corrillos políticos se ha escuchado que varios miembros de esta colectividad apoyarían la iniciativa con el propósito de desplazarse al Partido Liberal. Cuestionado al respecto, dijo sobre sus colegas: “Déjeme decirle que lo hacen por los medios, solo por los medios. Cuando llegan a las reuniones no plantean una propuesta seria. No sé a quién buscan presionar con esos pronunciamientos”.
“Unos se irán y muchos van a llegar. Y así le va a ocurrir a otros partidos. El Partido de la Unidad Nacional es un partido que ha sabido aglutinar personas que son independientes, que han llegado del Partido Liberal, del Partido Conservador. El Partido de la U es un partido muy fuerte. En la última elección sacó un número muy significativo de concejales, diputados, alcaldes. Es fuerte y seguirá siendo fuerte”, subrayó.
El representante Ricardo Ferro, del Centro Democrático, señaló que este es un tema que “tendremos que abordar en la bancada del partido, no hemos tomado una decisión”.
“En lo particular pienso que el transfuguismo político es la forma que tienen los políticos tradicionales para poder perpetuarse en los cargos de elección popular. Estoy en contra que se utilice esta figura porque vulnera el mandato popular que se recibe del ciudadano. Al cambiar de partido se está vulnerando el mandato popular que recibió. Y en segundo lugar está siendo incoherente desde el punto de vista político porque todos los partidos tienen una plataforma ideológica distinta”, sostuvo.
“Hay que fortalecer tanto el estatuto de la oposición como lo que tiene que ver con la ley de bancadas para que el ciudadano de a pie comience a ver que los partidos políticos representan lo que los ciudadanos están esperando”, agregó.
No hay mayorías
El representante Jaime Rodríguez, vocero en Cambio Radical en la Cámara, manifestó que no apoya la propuesta “porque le resta seriedad a la política. Los que pertenecen a un partido tienen tiempo para poderse retirar. Para eso se crean unas reglas de juego. Cuando uno se vincula a un partido, conoce las reglas”.
De acuerdo con el congresista las mayorías de su colectividad tampoco la respaldan. “Creo que la gran mayoría de Cambio Radical no la va a respaldar. Por lo menos en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, la mayoría no comparte ni va a respaldar esa propuesta”, expresó. “La norma se creó para darle solidez a los partidos, no para que cuando se tengan dificultades se proponga disolverlos o permitir que haya transfuguismo”, subrayó.
Reforma
El senador Guillermo García Realpe, del Partido Liberal, señaló que en el propósito de lograr unas mayorías para avanzar en una reforma política en la que se establezcan elementos como la lista cerrada, el voto obligatorio, entre otros, no se opondría a la iniciativa.
“No veo que arregle las cosas en la administración pública, pero para salvar lo otro, lo fundamental, no me opondría”, expresó.
“El tema del transfuguismo es un tema que se ha discutido continuamente en el Congreso y en los partidos, pero no tiene la trascendencia que tendría por ejemplo el tema de la lista cerrada, del voto obligatorio, el voto electrónico y la financiación de las campañas. Hay que promover una gran reforma política”, agregó.
Cuestionado sobre qué incidencia tendría facilitarles el cambio de partido a funcionarios en ejercicio respecto al estatuto de la oposición y la conformación de las bancadas, señaló que podría afectar la correlación de fuerzas y las curules. “Unos irán para un lado y otros para otro lado. El Gobierno nacional hoy no tiene la fuerza para llevarse la gente de los partidos independientes. Eso quedaría en tablas. En los partidos de gobierno hay gente que se quiere declarar independiente porque no está conforme con el Gobierno. Y también en los partidos independientes, no de oposición, hay unos que quieren hacerle juego al ejecutivo”, expuso.
El senador Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, señaló que lo que se necesita es una gran reforma política y electoral y no establecer permitir el transfuguismo.
“La reforma que debe hacer el Congreso no es una ley en la que unos congresistas se pasen de un partido a otro al ritmo de sus conveniencias personales. El país lo que necesita es una reforma política que represente una reingeniería en el sistema político colombiano que le cierre el paso a la corrupción, la politiquería y el clientelismo, que reforme las autoridades electorales, que introduzca modificaciones en la financiación de los campañas, que establezca mayores controles”, dijo.