Como es sabido, hay temas que encienden los ánimos entre los congresistas oficialistas, uribistas (en particular) y los de oposición, de manera que fácilmente cuando están debatiendo un asunto rápidamente saltan a otro igualmente candente.
Eso fue lo que pasó el miércoles durante el debate virtual que se adelantaba en el Senado en relación con los perfilamientos hechos por las inteligencias del Ejército.
El senador Álvaro Uribe, del Centro Democrático, estaba respondiéndole a su colega Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, quien se había referido a las ‘chuzadas’ (interceptaciones y seguimientos ilegales) ejecutadas por el liquidado Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), cuando quiso hacer una diferenciación en la forma de abordar ciertos temas.
“En el Centro Democrático hablamos duro, pero no robamos. Senador Sanguino, usted que habla tan duro no le ha explicado al país cuál fue su participación en el carrusel de Bogotá”, manifestó Uribe.
Minutos después, Sanguino expresó que, “como el señor expresidente cada vez que yo controvierto, que yo discuto con el Centro Democrático, me saca lo del carrusel de la contratación de Bogotá, le quiero aclarar lo siguiente: primero, yo fui el denunciante del carrusel de la contratación con otros cuatro concejales contra los cabildantes uribistas; segundo, he sido testigo de la Fiscalía en casi todos los procesos en donde se han condenado a los culpables del carrusel; y en tercer lugar, para que su memoria selectiva no lo siga traicionando, doctor Uribe, los concejales condenados, en un 90%, por el carrusel en Bogotá eran los furibundos uribistas más recalcitrantes en el Concejo de Bogotá y los que le hicieron campaña para su elección y para su reelección”.
Sanguino le había dicho a Uribe “que yo fui chuzado en su gobierno, en el año 2003, en marzo del 2003 por el Departamento Administrativo de Seguridad y por el G3 del DAS, que fue creado en su gobierno. Y ese mismo G3 luego chuzó y persiguió a Claudia López, a León Valencia y a Ariel Ávila, en el año 2005, precisamente cuando estaban adelantando las investigaciones sobre la parapolítica. Y para nadie es un secreto la articulación política de la parapolítica con su gobierno. Eso es absolutamente evidente. Hay suficientes evidencias de que, por ejemplo, en Presidencia recibían la información del G3”.
Uribe le replicó que “usted habla de la creación de un grupo del DAS, que allá le asignaron unas misiones que no eran correctas, pero usted olvida decir que el responsable fue declarado insubsistente en la época por un decreto que yo firmé y que está preso”.