Presidente Duque, líder anticorrupción | El Nuevo Siglo
Foto archivo Xinhua
Jueves, 30 de Agosto de 2018
Redacción Política
El Jefe de Estado hace de la lucha contra ese flagelo la columna vertebral de su pacto por Colombia

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El liderazgo del combate a la corrupción fue tomado directamente por el presidente Iván Duque, concretando su idea de lograr un gran pacto nacional que reuniera a todas las fuerzas políticas.

Como lo dijo el domingo, luego del pronunciamiento de los ciudadanos en las urnas, “he invitado a todos los colombianos a que hagamos un pacto por Colombia. Este acuerdo nacional no puede dejar de incluir un pacto contra la corrupción”.

Efectivamente, Duque convocó a la Casa de Nariño no solo a los promotores de la Consulta Anticorrupción, sino a los líderes y voceros de todas las colectividades, las de gobierno, las independientes y las de oposición, incluyendo al partido Farc.

Como lo publicó EL NUEVO SIGLO, de ese encuentro salió una mesa técnica que conciliará las iniciativas que implementen los mandatos votados por la ciudadanía y que entregarán un primer paquete legislativo que tendrá mensaje de urgencia para que esté aprobado en diciembre; y trabajará también otros proyectos para integrar al menos un segundo paquete.

Desde el Congreso

Pero todo esto, aunque evidencia una inteligente movida política, no es fruto de una idea improvisada ni de un arranque de oportunismo.

Para no ir más lejos, Duque apoyó la Consulta, se presentó a votarla e invitó a los ciudadanos a hacer lo mismo. Sin embargo, se puede ir más lejos. Entre los proyectos que presentó al Congreso siendo Senador, está pendiente de segundo debate en la plenaria de la Cámara Alta una iniciativa para regular el uso adecuado y eficiente de recursos públicos destinados a publicidad de naturaleza estatal, que fue radicada el 23 de agosto de 2017 y cuya ponencia, por obvias razones, tuvo que dejar en manos de otro colega, su copartidario Fernando Nicolás Araújo, quien hace quince días entregó informe para su trámite.

Duque fue coautor de otra norma anticorrupción: la que regulaba el cabildeo. La radicó junto a Carlos Fernando Galán (entonces en Cambio Radical), Rosmery Martínez (Cambio Radical), Juan Manuel Galán (Partido Liberal) y Angélica Lozano (Alianza Verde) el 10 de agosto de 2016, pero tras lograr el visto bueno del Senado no pudo tener tercer debate en Cámara y se hundió en junio de este año.

En campaña

A comienzo del año pasado, cuando presentó su nombre como precandidato uribista, uno de los puntos en que hizo más énfasis Duque fue en sus propuestas anticorrupción, en las que plantaba que, por ejemplo, un aspirante “que dolosamente maneje recursos que se vuele los topes de campaña reciba de sanción la cárcel y no solo sanciones administrativas” y que “para la elección a cuerpos colegiados tengamos listas cerradas con financiamiento público”.

También dijo entonces que “vamos a enfrentar todos los abusos que hay en la contratación directa”, que “le llegó su final a las mafias de contratación de únicos proponentes” y que “empresa que veamos comprando funcionarios para ganar licitaciones, empresa que tendrá prohibición de por vida para contratar con el Estado colombiano”, así como que “empresa que compre funcionarios será ordenada su liquidación”.

El tiempo transcurrió y Duque no solo logró ser el candidato presidencial del Centro Democrático, sino que venció en la consulta interpartidista de marzo pasado.
En la campaña, Duque expresó que para luchar contra las conductas relacionadas con la corrupción se deben concentrar las fuerzas en el clientelismo, el amiguismo y el partidismo, y reiteró que se le debe prestar atención a la financiación de las campañas políticas; y amplió su punto de vista sobre la contratación directa, señalando que, por ejemplo, “todo lo que está pasando con la alimentación escolar es culpa de este tipo” de adjudicación.

En la Presidencia

Hace menos de un mes que Duque tomó posesión como presidente y sus primeras palabras fueron para anunciar la radicación en el Congreso de un paquete legislativo anticorrupción.

Efectivamente, al otro día la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, se presentó en el Capitolio con varios proyectos de ley y de acto legislativo, que incluyen medidas para fortalecer la lucha anticorrupción, cambios en las reglas político-electorales y la eliminación de la conexidad del narcotráfico y el secuestro con el delito político.

Específicamente el paquete anticorrupción está integrado por tres reformas constitucionales (limitar a tres períodos la elección de los miembros de las corporaciones públicas, levantar la reserva de la declaración de renta, hacer imprescriptibles los delitos contra la administración pública) y un proyecto de ley (uso de los pliegos tipo en todas las entidades gubernamentales).

Diez días después, Duque dijo en Cali que “las relaciones entre poderes no pueden ser transaccionales” y que “ha llegado el momento de cambiar la cultura política en nuestro país”.

Congruente con todos esto, Duque anunció desde que asumió la Presidencia que votaría la Consulta Anticorrupción no una, sino varias veces. Por ejemplo, el 20 de agosto en Mocoa (“yo voy a votar la consulta”), el 23 en Apartadó (“voy a salir a las urnas, yo voy a votar”), el 24 en Cartagena (“voy a votar porque aquí tienen que, todos los colombianos, tener la vocación de participar en ella”) y el propio 26 por la mañana en Bogotá, precisando que “hemos votado para expresar nuestro rechazo a la corrupción” y que “en la lucha contra la corrupción tenemos que estar unidos todos los colombianos”, porque “no es una causa de color político ni una causa ideológica”, sino “el compromiso de todo un país”.

Tras los contundentes resultados, Duque expuso, en alocución radio-televisada, que “quedó claro que Colombia no aguanta más corrupción”, incluyéndose entre los “11 millones de colombianos que votamos, que salimos a las urnas” para enviarle “un sonoro mensaje de rechazo al permanente saqueo de los recursos públicos”.

Además de los proyectos ya mencionados, Duque y el procurador Fernando Carrillo radicaron el martes un proyecto que amplía la prescripción de la acción disciplinaria de cinco a 20 años para sancionar las conductas de los funcionarios y servidores públicos, sanciona a las personas jurídicas implicadas en corrupción e impulsa a la ciudadanía para que denuncie a los corruptos.

“Aquí no hay vanidades”, sostuvo Duque en la madrugada de ayer, luego de la cumbre anticorrupción que lideró en la Casa de Nariño. “Aquí lo que hay es un sentido de patriotismo de todos para contribuir a ese gran esfuerzo que es derrotar la corrupción, y creo que hoy se ha avanzado muchísimo para que este paquete legislativo les dé una gran alegría los colombianos”, declaró.