¿Por qué Petro suma enemigos en izquierda? | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 24 de Abril de 2019
Redacción Política
Es cada vez más clara la distancia entre el excandidato presidencial y algunos sectores de izquierda e independientes. ¿Quieren tomar su lugar?

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LUEGO de obtener  más de 8 millones de votos en las elecciones presidenciales de 2018, Gustavo Petro se convirtió naturalmente en el líder de la oposición en Colombia. Desde entonces, han pasado nueve meses en los que poco a poco su liderazgo se ha ido debilitando por las fricciones con partidos y líderes de la izquierda, como Piedad Córdoba, y su distanciamiento, cada vez más evidente, con el independiente Sergio Fajardo.

En los últimos días estas diferencias han sido más claras. Tras publicarse apartes de un cable de Wikileaks, el senador de la Colombia Humana chocó esta semana con Piedad Córdoba, al revelarse una información de 2008 en la que Petro no descartaba que dos congresistas, entonces miembros (Gloria Inés Ramírez y Wilson Borja) del que era su partido político, el Polo Democrático, tuvieran “lazos inapropiados con las Farc”, pero también en estos se habría mencionado a la entonces senadora liberal Piedad Córdoba, lo cual fue desmentido con posterioridad.

Al conocer esto, Córdoba reaccionó y declaró, ayer, que Petro era un “mal ser humano” y fue capaz de “votar por el Procurador (Ordóñez)”. Días atrás, las revelaciones de Wikileaks también habían generado fricciones entre el Senador de la Colombia Humana y Sergio Fajardo, a quien llamó el responsable de “impedir la derrota de Uribe”, incentivando el voto en blanco que llevó a la victoria de Iván Duque.

Estos no han sido los únicos casos en los que Petro y miembros de la oposición o independientes han tenido diferencias. En marzo, inaugurando el derecho a réplica que da el Estatuto de la Oposición, el Senador no estuvo presente en la alocución televisada de los sectores opositores. Aunque al final se concluyó que había sido por un problema de comunicaciones, también se conoció que, por un lado, hubo diferencias por el día de la marcha por la paz y, por el otro, se especuló que la vocería, llevada a cabo por la representante Juanita Goebertus, tampoco había caído muy bien.

 

Elecciones regionales

En medio de las diferencias con algunos sectores de izquierda, Petro ha intentado acomodarse en el Senado y ha buscado organizarse en las elecciones regionales sin tener un partido, una de las principales razones que explicarían la falta de unidad en torno a su figura.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), en diciembre de 2018, le negó la personería jurídica a la Colombia Humana, dejando al Senador sin la posibilidad de tener una organización partidista provista de, entre otras, dar avales de cara a los comicios regionales que tendrán lugar en octubre de este año.

Ante la imposibilidad de avalar, Petro ha intentado que la Colombia Humana se consolide como una fuerza política más allá de la estructura partidista y sus prerrogativas, pero desde que asumió como senador esto le ha traído una serie de desventajas, como tener un solo parlamentario en el Senado, Gustavo Bolívar, y enfrentarse a que otros partidos como MAIS, UP y ASI estén en el Congreso en parte gracias a la coalición de “los Decentes” que lideró su colectividad.

Aprovechando este panorama, diferentes sectores de izquierda, como el Polo Democrático, han buscado llenar ese vacío partidista enfocando todas sus fuerzas en las elecciones regionales. En ellas, al no tener partido, Petro tiene poco margen de acción, más allá de respaldar simbólicamente a uno u otro candidato.

Lo que demuestra que, antes de que haya una unidad en torno al líder de la Colombia Humana, existen varios sectores de izquierda que le están apostando a agendas paralelas para tomar la vocería opositora, sacando provecho, como se ha dicho, que no puede avalar candidatos y tiene muy poca presencia en el Congreso.

A propósito de la poca unidad en la izquierda sobre Petro, ha llamado la atención el respaldo que ha recibido Antanas Mockus luego de que fuese anulada su elección por incurrir en una inhabilidad. Incurso en varios procesos ante diferentes organismos de control y Cortes, Petro no ha generado una reacción a su favor de los sectores opositores tan aireada como sí ha ocurrido con el líder de la Alianza Verde.

De hecho, la relación del exalcalde de Bogotá con los verdes ha venido desmejorando luego de que Claudia López anunciara su candidatura y recibiera el respaldo de Sergio Fajardo, quien le habría puesto como condición no pactar con Petro.

En la segunda vuelta de las presidenciales, López se había adherido a la campaña del candidato de la Colombia Humana, aduciendo en ese momento más coincidencias “éticas” con este que con Iván Duque.

Pero desde que anunció su candidatura por la Alcaldía de Bogotá ha reiterado una y otra vez que no piensa hacer alianzas con Petro, quien aún no ha decidido su aspirante en la capital. Ha sido público su ofrecimiento a Alejandro Gaviria, quien rechazó lanzarse como candidato. Este acercamiento con el exministro de Salud también ha generado desconfianza en algunos sectores de la Colombia Humana.

Es cierto que Holman Morris y Jorge Rojas, aspirantes de esa colectividad, no parecen tener la fuerza para llegar al Palacio Liévano, pero el ofrecimiento de Petro a Gaviria ha significado indirectamente que el exalcalde no cree en la candidatura de estos dos.

Las elecciones regionales no solo serán un termómetro para la derecha, sino que también significarán el principal medidor para conocer a partir de entonces cuál será el rol de Gustavo Petro en la oposición y de qué manera Sergio Fajardo y sus aliados, como el Polo, se empiezan a mover para lograr la vocería de los sectores opositores e independientes.

Por ahora, lo único cierto es que existe un distanciamiento, cada vez más claro, entre el líder de la Colombia Humana y varios sectores de izquierda y centro.