Las múltiples polémicas que se han suscitado en el Congreso en el periodo 2018–2022 parecen una historia de nunca acabar. En esta semana se reanudó la controversia por la segunda vicepresidencia del Senado, pues se pretendía avalar la elección del senador Gustavo Bolívar para ese cargo.
Sin embargo, tal como ocurrió el pasado 20 de julio, Bolívar fue superado por el voto en blanco con 48 sufragios, respecto a 40 a su favor. No obstante, la diferencia con el proceso del 2021 es que se mencionó que para ratificar esa elección se debía cumplir con lo establecido en el fallo del Consejo de Estado publicado en febrero de este año, donde se señala que los votos en blanco no tenían contabilización.
“El magistrado fue reiterativo en explicar lo mismo que se ha dicho aquí: en elecciones de segundo grado no es dable contabilizar votos en blanco y tampoco se puede aplicar la votación con nombres distintos, luego no es posible aquí hacerlo, independientemente de las mayorías”, explicó el secretario del Senado, Gregorio Eljach, al término de consolidar la votación.
Nueva discusión
A raíz de lo dicho por el funcionario legislativo, comenzó un rifirrafe entre los congresistas de la bancada de Gobierno con el sector de oposición. Inicialmente, el senador Carlos Abraham Jiménez (Cambio Radical) expresó su desacuerdo ante la directriz emitida por el Consejo de Estado.
“Nosotros aquí no le estamos haciendo conejo a la oposición, pero tampoco nos pueden decir que nos van a imponer a un señor que no tiene los modales para dirigir esta Plenaria. A la oposición se le respetará cuando traigan a una persona decente”, comentó.
De igual manera, la congresista Paola Holguín (Centro Democrático) manifestó que “es muy claro el Estatuto de Oposición cuando habla de postulación, no de imposición”, y mostró su molestia ante la invalidez del voto en blanco en esta elección.
De otro lado, el senador liberal Luis Fernando Velasco reiteró que había que acatar la sentencia, a pesar de que hubo “un rechazo político a un nombre, por lo que el voto en blanco aquí no tiene ningún efecto”.
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Por su parte, Gustavo Bolívar manifestó que este movimiento será nuevamente denunciado ante las autoridades competentes, y declaró que “me importa un bledo el cargo, quiero sentar jurisprudencia para que en el futuro las mayorías no quieran aplastar a las minorías imponiéndoles el nombre que a ellos les gusta”.
No obstante, el presidente del Senado, Juan Diego Gómez, aclaró en los medios de comunicación que al congresista de oposición se le brindan garantías, pero no puede responder por lo que decidan los demás senadores. “Lo que tenemos ahí es una dificultad de tipo personal del senador Bolívar, con una serie de partidos, de representantes y senadores, y eso no lo podemos resolver. Garantías podemos darle, pero cariño y carisma de los colegas no. Nos tocará volver a que se aclare el fallo o solicitar un concepto a la sala de consulta del Consejo de Estado en la materia”, complementó.
Antecedentes
En el inicio del periodo 2021–2022, cuando se estaba eligiendo la nueva Mesa Directiva, la oposición había postulado el nombre de Bolívar para la segunda vicepresidencia del Senado, conforme a lo estipulado por el Estatuto de Oposición.
En esa ocasión, el voto en blanco superó a los recibidos por el congresista de la Lista de la Decencia, por lo que se repitió la votación con un congresista diferente, tal como lo establece la Constitución Política. De ahí salió la postulación del senador de Alianza Verde, Iván Name, que fue respaldado por las mayorías. Los congresistas cercanos a Bolívar protestaron dicha elección ya que mencionaban que esa colectividad ya había ocupado ese cargo en la primera legislatura con Angélica Lozano, por lo que interpusieron una acción ante el Consejo de Estado para buscar la nulidad de dicha escogencia.
El fallo a su favor salió después de siete meses de periodo, justo en medio del receso legislativo y en campaña electoral, pero decidió anularla al considerar que, si bien se ajustó a lo estipulado en la Carta Magna, la repetición de una votación es “un mecanismo que solamente aplica para las elecciones populares para elegir a miembros de corporación pública, gobernador, alcalde o Presidencia, no para conformar la mesa directiva de alguna corporación como es el Senado”.