Algunas familias han sido especialmente trascendentales en la política colombiana, al punto de dar varios presidentes de la República y ser referentes en sus partidos, como los Gómez, los López, los Ospina, los Holguín. El caso más reciente se presentó en este siglo con Juan Manuel Santos, jefe de Estado en los periodos 2010-2014 y 2014-2018, sobrino nieto del liberal Eduardo Santos, mandatario durante 1938-1942.
En tanto que entre 1998 y 2002 gobernó el conservador Andrés Pastrana, hijo de Misael Pastrana, quien ocupó la Casa de Nariño entre 1970 y 1974.
Otra familia con ascendencia en la política nacional fue la Ospina. Mariano Ospina Rodríguez fue el cofundador del Partido Conservador, con José Eusebio Caro, y presidente de 1858 a 1861.
En tanto que Pedro Nel Ospina Vásquez, hijo de Mariano Ospina Rodríguez, ocupó la jefatura de Estado entre 1922 y 1926.
Mientras que Mariano Ospina Pérez fue presidente entre 1946 y 1950. Era sobrino de Pedro Nel Ospina y nieto de Mariano Ospina Rodríguez.
Retrocediendo un poco más en la historia encontramos que por el conservatismo Carlos Holguín Mallarino gobernó entre 1888 y 1892. Posteriormente su hermano menor, Jorge Holguín Mallarino, fue presidente en dos oportunidades: del 9 de junio al 4 de agosto de 1909 y del 11 de noviembre de 1921 al 7 de agosto de 1922.
Así mismo está la familia liberal de los Lleras, en la cual Alberto Lleras Camargo fue presidente entre 1958 y 1962; en tanto que su primo segundo Carlos Lleras Restrepo ocupó la presidencia entre 1966 y 1970.
Los Gómez y los López
Mientras que el líder conservador Laureano Gómez Castro ocupó la presidencia entre el 7 de agosto de 1950 y el 5 de noviembre de 1951, su hijo Álvaro Gómez Hurtado fue candidato a la presidencia en las elecciones de 1974, 1986 y 1990.
En tanto que el liberal Alfonso López Pumarejo gobernó en dos periodos: entre 1934 y 1938, así como entre 1942 y 1945. Mientras que su hijo Alfonso López Michelsen fue presidente de la República entre 1974 y 1978.
A propósito, el periodista y escritor Óscar Alarcón en su libro “Los López en la historia de Colombia”, se refiere a esta familia que por seis generaciones ha influido en la política, la economía y el periodismo; así como a los Gómez, no menos importantes.
Alarcón indicó a este Diario que la familia López le da la perspectiva de poder relatar en su escrito la historia de Colombia, “pero si bien el libro trata de los López”, también de los Gómez. “Hablo de Laureano Gómez, cómo nació la amistad de Laureano Gómez con Alfonso López Pumarejo. Hablo de los Ospina, que también ha sido una familia que ha dado tres presidentes en Colombia”, destacó.
Llama la atención la buena amistad que trabaron el conservador Laureano Gómez y el liberal Alfonso López Pumarejo en una época, la primera mitad del siglo pasado, cuando era más enconada la lucha por el poder entre estos partidos tradicionales, al tiempo que en la provincia la violencia no dejaba de segar vidas por los colores de los partidos.
“Se criaron prácticamente juntos, ellos eran de la llamada Generación del Centenario y dieron debates en el Congreso”, entre otros el que terminó en 1921 con la salida del poder del presidente Marco Fidel Suárez por la presión de sus opositores políticos, quien solicitó una licencia pero no regresó al cargo, explicó Alarcón.
Agregó que después de la presidencia del liberal Enrique Olaya, quien gobernó entre 1930 y 1934, “se lanza López Pumarejo y logra el triunfo y que el Partido Liberal se mantenga en el gobierno, y llega avalado por Laureano Gómez”.
En tanto que, dijo el escritor y periodista, “Laureano Gómez llega al Senado y le da posesión como presidente a López Pumarejo”, para el periodo 1934-1938.
Sin embargo, la amistad de los dos líderes políticos se deterioró porque el presidente López Pumarejo comienza a hacer “unos programas que no gustan a Laureano Gómez, programas que se conocen como la Revolución en Marcha, y los grandes amigos que eran antes se divorcian, pelean, y Laureano Gómez inicia entonces debates en contra del gobierno de López Pumarejo”, describe Alarcón.
Luego, López Pumarejo se logra hacer elegir para un segundo mandato, 1942-1945, y “el abanderado de la oposición era Laureano Gómez”, explica el periodista.
Agregó que el presidente López Pumarejo renunció al cargo, en parte por la presión de la oposición, pero además porque su esposa se enferma. “Él viaja a los Estados Unidos a hacerle un tratamiento y muere allá, a él le toca renunciar a la presidencia”.
- Le puede interesar: Cuanto más se hable de paz, más se debe elevar la guardia: Petro
Gómez Hurtado y López Michelsen
Los hijos de Laureano Gómez y Alfonso López Pumarejo, Álvaro Gómez Hurtado y Alfonso López Michelsen, respectivamente, también se hicieron amigos, para lo que jugó el azar.
Cuenta Alarcón que “López Michelsen está en Europa y estudia en Bruselas (Bélgica), y allá llega Álvaro Gómez al mismo colegio. Se conocen, a pesar de que no estudian en el mismo curso porque López Michelsen es mayor. Y mantienen una amistad no íntima pero sí son compatriotas y en Bruselas, y los hechos conducen a que después, a pesar de que son amigos, se vuelvan rivales políticos”.
De tal forma que cuando eligen a López Michelsen para el periodo 1974-1978, “un contradictor era Álvaro Gómez”, detalla Alarcón.
Concluyó el periodista y escritor que todo esto ocurre “en una coincidencia, en un paralelismo de dos familias que permiten desarrollar la historia de Colombia”.