El pulso inicial de las fuerzas políticas presentes en el nuevo Congreso será en el primer mes de su funcionamiento, luego de su instalación el próximo 20 de julio, con la elección del Contralor General, debido a que termina el periodo de Carlos Felipe Córdoba. Será una oportunidad para empezar a ver qué tan decisivo puede ser el Pacto Histórico en este cuatrienio, teniendo en cuenta que en Senado es el que tiene más curules y además es partido de gobierno porque avaló a Gustavo Petro.
En dos campos se juega la posibilidad de que la coalición del Pacto Histórico, integrada por fuerzas y movimientos de izquierda y progresistas, sea decisiva en el entrante Congreso, como se lo propuso Petro y otros dirigentes cuando conformaron este bloque, buscando también ganar las elecciones legislativas, para que si éste lograba la Presidencia, como sucedió, tuviera una bancada numerosa que le ayude a sacar adelante los proyectos para hacer varias de las reformas que se propone.
El primer campo donde el Pacto Histórico se juega para ser verdaderamente influyente en este Congreso es en el acuerdo que se debe dar entre las bancadas mayoritarias en Senado y Cámara, para la rotación de las presidencias y primeras vicepresidencias en las cuatro legislaturas a partir del próximo 20 de julio.
El Pacto Histórico le está apuntando a ejercer la presidencia de Senado en la primera legislatura, tal vez la más importante de las cuatro porque el gobierno Petro presentará varios proyectos de ley y de reforma vitales para su programa; así como el plan nacional de desarrollo 2022-2026.
Ayer los parlamentarios de esta coalición se reunieron para definir los seis compromisarios que la representarán en la discusión en los próximos días, con otras bancadas mayoritarias, para hacer el acuerdo sobre rotación en las mesas directivas de las plenarias y las comisiones constitucionales de Cámara y Senado.
El Pacto tiene 20 escaños en Senado, pero necesita 55 votos para que el parlamentario que postule (Clara López, Gustavo Bolívar, Roy Barreras, Alexander López, entre otros que aspiran) sea elegido el próximo 20 de julio como presidente en la primera legislatura.
En ese sentido requiere ganar la adhesión a su candidato de fuerzas que eventualmente podrían estar en la coalición de Petro, como son el Partido Liberal y Centro Esperanza, y de al menos un parlamentario de La U, pues se da por descontado que el Pacto Histórico contará con los votos en Senado de Comunes, AICO y MAIS.
En tanto que el Pacto Histórico no buscaría la presidencia de la Cámara en la primera legislatura, sino que si hay acuerdo apoyaría a los liberales y que ellos hagan lo propio con el candidato que postule a la presidencia del Senado.
El otro campo en que se juega la posibilidad de que el Pacto Histórico sea verdaderamente influyente en el próximo Congreso depende de la construcción de la coalición de gobierno que pueda lograr Gustavo Petro con otros partidos, lo que debe redundar en que se respalde su paquete legislativo.
Se conoce que hay acercamientos de Petro con el Partido Liberal y el jefe de la colectividad, el expresidente César Gaviria. Al tiempo que 20 parlamentarios, conocidos como los liberales rebeldes, le pidieron al exmandatario que hagan parte de la coalición del nuevo gobierno.
También el jefe de Estado electo le apunta a que ingresen a la coalición que está forjando la Centro Esperanza y La U. En tanto que en Cámara la Alianza Verde anunció que lo acompañará.
Influencia del nuevo Gobierno
Una de las críticas que la oposición ha hecho al presidente Duque es que dos exfuncionarios suyos llegaron a ser cabezas de la Procuraduría y Fiscalía, como son Margarita Cabello (exministra de Justicia) y Francisco Barbosa (exconsejero para los Derechos Humanos y Asuntos Internacionales).
El presidente Duque ternó a Cabello y Barbosa, logrando que fueran elegidos gracias a la poderosa coalición de gobierno, por lo que la oposición lo señaló de supuestamente acumular poder.
Ahora el entrante gobierno Petro con su coalición buscará influir en la elección del Contralor de la República, magistrado de la Corte Constitucional y los nueve magistrados del Consejo Nacional Electoral.
En este caso el entrante gobierno Petro no postulará pues son procesos que ya vienen andando y no le corresponde, pero seguramente con su bancada buscará influir para que se elijan personas por las que sienta alguna afinidad.
Por ejemplo, en el caso de la elección de magistrado de la Corte Constitucional, la bancada del Pacto Histórico votará por alguien de la terna que presente la Corte Suprema, de orientación ideológica liberal y con posturas en favor de la defensa de los derechos humanos y las libertades.
En este momento en la Corte solo queda de línea conservadora la magistrada Cristina Pardo, por lo que el Pacto y la coalición que pretende liderar buscarían que ello se mantenga con el nuevo togado.
La magistrada Gloria Ortiz fue elegida por el Senado en el año 2014 de lista que presentó la Corte Suprema de Justicia, por lo que en esta ocasión este alto Tribunal debe también poner a consideración una terna de aspirantes.
Está pendiente que la Corte integre la terna y la envíe para que el próximo Senado haga la elección.
Contralor y CNE
La elección del Contralor General de la República la deberá realizar el entrante Congreso en pleno en el primer mes de sesiones, es decir, entre el 20 de julio y el 20 de agosto venidero.
El periodo del contralor general, Carlos Felipe Córdoba Larrarte, finalizará el próximo 2 de septiembre, por lo que desde hace meses el actual Congreso llevó a cabo el proceso establecido en la ley para la elección del reemplazo, pues hay que anotar que contempla realizar una convocatoria pública para quienes quieran aspirar al cargo.
Este proceso que adelantó el Senado para integrar la lista con 10 aspirantes recibió críticas de la oposición, pues lo consideraron como una “jugadita” del presidente de la Cámara alta, Juan Diego Gómez, para supuestamente condicionar al Legislativo entrante el nombre del nuevo Contralor.
En cuanto a los magistrados del Consejo Nacional Electoral, el próximo 3 de septiembre finaliza su periodo de cuatro años.
La Carta Política fija que el Congreso de la República en pleno elegirá a los nueve magistrados mediante el sistema de cifra repartidora, previa postulación de los partidos o movimientos políticos con personería jurídica o por coaliciones entre ellos.
Esta elección promete un pulso entre las fuerzas políticas de derecha, centro y de izquierda por quién logrará el mayor número de magistrados en el Consejo Electoral.
Vale señalar que la coalición del Pacto Histórico y los Partidos Conservador y Liberal serían las fuerzas que alcanzarían a meter más magistrados en el próximo Consejo Nacional Electoral, al menos tres y dos togados, en su orden, porque son las que más curules alcanzaron en Cámara y Senado.