El director del Centro Nacional de Memoria Histórica se defendió así de las acusaciones de sus contradictores durante el debate que se desarrolló en la Comisión Segunda del Senado
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Para que explicara si sus posiciones sobre el conflicto armado intervienen en el normal desarrollo de la entidad encargada a recuperar la memoria de las víctimas, la Comisión Segunda del Senado citó ayer a un debate de control político con el director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Darío Acevedo.
El debate, que se demoró en iniciar por fallas técnicas, tuvo lugar en el recinto de la plenaria del Senado. La decisión se tomó para que voceros de las víctimas hicieran presencia en el recinto.
“Conflicto no es dogma”
En su intervención, Acevedo manifestó que “tengo dudas en el sentido de si yo tengo que entrar en un debate político con ustedes porque la Ley Quinta estipula que el debate de control político se les hace a los ministros, superintendentes, a los directores de los departamentos administrativos nacionales. Y yo no reúno ninguna de esas condiciones. Sin embargo, a pesar de eso estoy aquí con el fin de darle la cara a las víctimas de la violencia política en Colombia”.
Según Acevedo, “es importante decir que, si hubiera razones para decir que hubo un conflicto que justificara el levantamiento armado toda América Latina, toda África estarían en llamas. No vengamos a vender estructuralismos pasados de moda. Los grandes conflictos en la historia se han dado en el orden de las ideologías, más que en los conflictos ideológicos”.
Acusó a sus contradictores de no creer en la democracia: “Ustedes no creen en la democracia colombiana y sin embargo están aquí. De ella se burlan y justifican el levantamiento armado en este país. Uno puede tener objeciones con leyes, pero hay que acatarlas aunque no nos gusten. Eso he hecho con la Ley 1448 o Ley de Víctimas. Yo juré ante el Presidente cumplirla y ella tiene diversos componentes: no solo reconoce la existencia de un conflicto. Yo lo que he dicho es que no puede ser un dogma, pero reconocer el conflicto puede ser parte de una estrategia política y con un interés jurídico. No es un dogma, no es una profesión de fe, no es algo que le toque los hilos íntimos de sus creencias como cuando preguntan por Dios”.
El funcionario sostuvo que “aquí ha habido sectores políticos que desde que triunfó en 2018 el presidente Duque se lanzaron a hacer política de saboteo, de convocar a la gente a las calles para desbaratar y obstruir la acción del Gobierno. Ahora lo quieren hacer en el campo de la memoria. Ustedes sabotearon el nombramiento de dos personas y quisieron hacer eso conmigo. Pero se equivocaron: a mí no me han llevado de la mano para decir lo que he dicho. No me tienen que cuestionar. Me han acusado del delito de opinión. El problema es que pienso diferente a ustedes. ¿Cuál es el problema? El problema sería que yo ponga mi punto de vista en la institución. Demuestren que yo cambio la ley. Pero están diciendo mentiras. La ley solo la puede cambiar el Congreso”.
“Evasivas y dilaciones”
Los citantes anunciaron que presentarán una queja disciplinaria porque Acevedo no respondió claramente el cuestionario enviado que, dijeron, fue devuelto “con evasivas y dilaciones”.
Uno de los citantes, el senador Iván Cepeda, del Polo Democrático, enunció las críticas contra el funcionario: “El doctor Acevedo defiende la inexistencia del conflicto armado; niega o trivializa la existencia de determinadas víctimas y de los crímenes que las han hecho víctimas como que dice que los llamados falsos positivos no son un crimen de lesa humanidad, o por ejemplo poner en tela de juicio el carácter del genocidio cometido contra la Unión Patriótica; minimiza la responsabilidad del Estado, agentes e instituciones, de los terceros particulares y los grupos paramilitares en el contexto del conflicto; cuestiona la realidad del problema agrario y de la usurpación de millones de tierras como parte del conflicto; y por último niega la legitimidad del proceso de paz”.
Cepeda indicó que “para lograr esas negaciones del conflicto, las víctimas y las responsabilidades, se ha venido desarrollando una política gradual soterrada de negacionismo como línea de conducta del Centro Nacional de Memoria Histórica que, además, ha desconocido la labor del equipo de trabajo anterior del Centro y ha propuesto revisar los documentos hechos por la institución, cuestionado las cifras de víctimas, las oficiales y las del Centro; ha optado por rediseñar las prioridades en la labor de la entidad, ha discriminado, excluido y censurado a determinadas víctimas; privilegió ciertas formas de interlocución con sectores que considera afines y ha modificado aspectos fundamentales como el guion del museo de la memoria”.
Por último, Cepeda indicó que “el doctor Acevedo nos quiere hacer creer una fábula en la que quiero llamar la atención. Él dice que una cosa son sus opiniones como ciudadano y otras su posición como director del Centro. Eso francamente es imposible. Él no puede aparecer una semana hablando como director del Centro de Memoria Histórica y a la semana siguiente diciendo y defendiendo tesis contradictorias. No hay tal dicotomía, no hay diferencia. Él tiene una misma agenda ante la opinión pública y como director. Por ejemplo, él dice que no hay conflicto. El mismo día de su posesión sostuvo que aunque la Ley de Víctimas dice que lo vivido fue un conflicto armado, eso no puede ser una verdad oficial”.
Otro de los citantes, el senador Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, sostuvo que “cuando hablamos del conflicto hablamos del enfrentamiento de actores oficiales, estatales y paramilitares que generan una variedad de víctimas por la violación de los actores del conflicto. Y la gravedad de lo que ocurre en el centro es el enorme riesgo de que atentemos a la verdad, obstruyamos la memoria e impidamos que la sociedad pueda construir un proceso de reconciliación que se funde en los derechos a la verdad justicia y reparación de las víctimas como condición para la no repetición”.
Sanguino le pidió la renuncia a Acevedo y sostuvo que está pisoteando la dignidad de las víctimas.
La senadora Paola Holguín, del Centro Democrático, leyó una carta anónima, según la cual “el Centro Nacional de Memoria Histórica no busca justificar el actuar criminal porque hay conflicto armado. Nosotros no tenemos que aceptar eso como una tesis única. Hay otros sectores que no respaldamos esa tesis. Aquí no se habla de los más de 500 muertos que estuvieron secuestrados de las Farc. Quieren llevar a la protección de ciertos sectores de victimarios mientras se invisibilizan otras víctimas. Se cuestionan las opiniones del sector de Centro de Memoria. Yo no escuché que cuestionaran a los magistrados de la JEP que tienen un sesgo ideológico, pero ahí no importó cuáles eran sus opiniones. Nosotros no tenemos ese doble racero, víctimas como unos como los otros. Si hablamos de pluralidad no limitemos los derechos de ciertas víctimas”.