El gerente general de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce), Henry Vanegas Angarita, habló con EL NUEVO SIGLO y enfatizó que ya es hora de que Colombia comience a producir de nuevo cereales como el trigo y la soya, pues cuenta con todos los recursos para hacerlo, y los productos importados están saliendo muy costosos por diferentes factores, entre ellos el precio del dólar.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ven desde su gremio el proyecto de reforma tributaria?
HENRY VANEGAS ANGARITA: Digamos que es necesaria, incluso todavía no es una reforma estructural porque aún hay muchos desequilibrios en algunos sectores que gozan de exenciones del IVA y de otros puntos que no son tocados en esta reforma. Siempre se habla de que va a ser una reforma estructural, pero no se hace a fondo, incluso se queda corta.
ENS: ¿Se queda corta en qué temas?
HVA: Por ejemplo, no toca el IVA y hay algunos sectores dentro de la cadena productiva que son exentos de este impuesto y se lo retorna la DIAN; por ejemplo, el sector pecuario, y no así el sector agro, el sector primario de la economía, que es mucho más sensible a los costos, pero que no tiene esa gabela.
ENS: ¿Cómo se han comportado los precios de los cereales, teniendo en cuenta el alza que han presentado algunos productos básicos de la canasta familiar?
HVA: Los precios han subido no solo en Colombia, sino a nivel global. Entonces como tenemos una alta dependencia de importar alimentos se encarecieron desde el origen, para el caso del maíz que viene alto desde hace dos años, desde la bolsa de Chicago arranca a 230 dólares, si se multiplica esta cantidad por la tasa de cambio, entonces arranca desde EE.UU. a millón de pesos y traer ese producto con las alzas que ha tenido el barril de petróleo, alrededor de 90 dólares, luego el costo de traerlo a puerto colombiano y se encarecieron los fletes del puerto a las zonas de consumo. Entonces hoy en día se invirtieron las cosas, no es más barato importar por no tener producción en el país y haber debilitado tanto el sector agrícola.
Cuando nos metieron el cuento de la apertura se podían conseguir los alimentos afuera más baratos, subsidiados nos decían; hoy en día, desde hace dos años, la situación cambió. Desde la pandemia para acá y con la situación geopolítica de Rusia y Ucrania y la situación climática eso ya no es verdad, estamos trayendo alimentos costosos.
ENS: ¿Qué posibilidades hay de que la producción interna de maíz crezca?
HVA: Todas las posibilidades si hay voluntad y decisión política, porque hay tierras, la altillanura puede producir el 50% de las necesidades de maíz en el país y el 100 % de las necesidades de soya. Tenemos la región Caribe que no está siendo explotada, tenemos todo el valle del río Magdalena, que no está cultivado. En realidad no estamos creciendo en la parte agrícola, no podemos seguir dependiendo de las importaciones. Aquí se ha fortalecido más la parte pecuaria.
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ENS: ¿Todo eso que usted nos cuenta explicaría el pan caro que se consigue en la panadería de la esquina?
HVA: Claro, porque al depender de las importaciones estamos pagando caro el no producirlo localmente. Fenalce nació de los agricultores de trigo en la Sabana de Bogotá hace 60 años, cuando se sembraban 160 mil hectáreas de trigo. Hoy solo se siembran seis mil, el 99% de este cereal es importado, ¿cómo no se va a subir el pan? Además, dos de los grandes proveedores de trigo, que son Ucrania y Rusia, que abastecen el 30% de este producto a nivel mundial, están en guerra.
ENS: ¿Cómo está el abastecimiento del frijol?
HVA: En el frijol prácticamente somos autosuficientes, porque producimos 130 mil toneladas y se importan unas 30 mil toneladas, pero no deberíamos importar; si hubiese una línea de incentivo para que al que produzca comida, en este caso frijol, le den facilidad de créditos, le entreguen semillas, le ayuden a conseguir la maquinaria y le digan: “produzca”. Nosotros tenemos lo principal, que es un mercado.