Daniel Pagés preside la Asociación Central de Venezolanos en Colombia y es coordinador en el país de la Coalición por Venezuela, una federación de asociaciones que están en más de 20 naciones, en toda América, y cuenta con una en Portugal.
En cuanto a la Asociación Central, reúne más de 38 organizaciones que están presentes en casi todos los departamentos de Colombia.
Pagés, en conversación con EL NUEVO SIGLO, dijo que durante la más reciente asamblea general de la Coalición, que se celebró en Bogotá, se mandó una voz de agradecimiento a todos los países receptores y a los diferentes organismos y Gobiernos que han estado apoyando a la organización y a todos los migrantes que han venido buscando refugio en sus países.
“Se debe entender que los migrantes son un eslabón muy importante para el desarrollo de los países, básicamente porque el principal precepto de una persona cuando sale de un país a otro es salir a trabajar”, declaró Pagés.
El presidente de la Asociación dijo que lleva unos 10 años viviendo en el país, y aseguró que los objetivos están enmarcados en la atención básica, la ayuda humanitaria, “nos dedicamos mucho al tema informativo, a compartir información con nuestros compatriotas. Y tratar de apoyar en la gerencia de políticas, en el apoyo y experiencia de todo lo que está ocurriendo para beneficiar el trato de los refugiados en el país como tal”.
Venezuela y sus relaciones internacionales
En cuanto al aviso que hizo el gobierno venezolano, la semana pasada, sobre una reapertura de la frontera con Colombia, Pagés dijo: “Hasta el momento yo no he visto que se haya abierto la frontera, ha sido un intento del Gobierno venezolano de mejorar su política exterior, diría yo, tratando de quitar los contenedores. Pero la realidad es que siguen cerradas. Esta reapertura pensaría que es más una estrategia política. El futuro de esta reapertura va a depender de la democracia en Venezuela”.
Sobre Monómeros, una empresa con sede en Barranquilla, pero de capital venezolano y cuyo cierre fue solicitado por el Gobierno venezolano, comentó que ha sido una empresa muy sólida en Colombia y reconoció que ha apoyado a los refugiados venezolanos. “Yo creo que si Colombia permite el trabajo a Monómeros es porque es una empresa legal, no debería ser válida la solicitud de cierre desde el gobierno de Venezuela”.
Asegura que las conversaciones en México que buscan un acuerdo entre la oposición y el gobierno venezolano tienen efectos políticos internacionales sobre lo que sucede en Venezuela, por eso Pagés asegura que “la realidad en Venezuela es que existe una dictadura en la última década, lo cual ha dado como resultado una gran cantidad de personas que han migrado, que han salido huyendo del país, que han solicitado refugio y eso es algo que nadie puede negar”.
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“Cuando tú sales a cualquier calle de Colombia y ves la gran cantidad de venezolanos, es el reflejo de lo que sucede en Venezuela y de una población que huye de un régimen que los está matando. Las conversaciones, para mí, no entiendo los efectos que puedan generar, porque al final sigue existiendo una dictadura en el país”, concluyó sobre el tema.
Agregó que en Venezuela hay mucho dinero, "sigue siendo un país con muchos recursos; mientras existan este tipo de conversaciones se le dará oxígeno a un gobierno que sencillamente va a continuar”.
Sobre el presidente interino Juan Guaidó, él considera que es una opción que se ha generado en los últimos tiempos para Venezuela, y que es una persona que sigue trabajando por el país.
Situación en Colombia
Argumentó que es muy difícil que lleguen venezolanos en situación legal al país. “Entendiendo que entre Venezuela y Colombia hay una frontera muy amplia, 2.219 kilómetros para ser exactos, hay siete trochas y tenemos problemas con esta migración, con este paso de fronteras, sencillamente porque no es permitido salir de Venezuela, los venezolanos no tienen pasaporte. Un pasaporte allá puede costar mil dólares, así que es casi imposible que alguien pueda entrar a Colombia legalmente. Las cifras son especulativas, se habla desde Migración Colombia que hay 1.700.000 venezolanos, pero nosotros tenemos cifras que fácilmente pueden duplicar o hasta triplicar esos números”.
Por eso explica que la situación de la gran mayoría de venezolanos que salen es muy precaria, porque son personas que ganan entre uno a dos dólares de salario mensual, que atraviesan la frontera con cinco dólares en el bolsillo para empezar una nueva vida. Esta es la razón por la cual se ven en la calle un gran porcentaje de personas pidiendo ayuda o apoyo.
El Presidente y la alcaldesa
Destacó la labor del presidente Iván Duque, que ha colaborado mucho en la legalización de los migrantes, “si no fuera así ellos no tendrían derecho a nada, el proceso de solucionar este primer paso es la mejor manera de apoyar a estas personas que están en la búsqueda de una mejor vida”.
En cambio, sobre la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, Pagés no entiende cómo siendo una figura tan pública no es mucho más más acomedida o prudente en los aspectos xenófobos, cuando hace menciones en sus alocuciones o entrevistas. “Ella debe entender que en una sociedad con múltiples personas de diferentes tipos de multiculturalidad, género, no puedes defender solo una sección de ellas, está bien que defienda los derechos de los colombianos, que sea pro Colombia, pero cuando manejas una sociedad hablas de futuro, de evolución, de proyección, de cambio, de la interacción que se debe generar entre todos”.
La inseguridad
Él considera que cuando se habla de que la delincuencia en las calles colombianas está dominada por venezolanos, es un efecto por culpa de un nivel mediático, “es mucho más atractivo en los medios decir que es un delincuente extranjero y eso al final vende, pero cuando se sacan estadísticas resulta que el 0.08% de los delincuentes que han generado un hecho delictivo son extranjeros, y hay un porcentaje de ellos que son venezolanos”.
Por último, está convencido de que está lejos el final del régimen de Nicolás Maduro, “mientras no exista un apoyo real, fuerte por parte de gobiernos extranjeros. Así como sucede en Cuba, Nicaragua, en diferentes países del mundo donde hay peleas en contra de un régimen completo, por la sola voluntad, no es fácil luchar contra eso”.