Martínez, la única mujer que aspira a la presidencia del Senado | El Nuevo Siglo
Lunes, 2 de Abril de 2012

Hay preocupación de que actividades como el sector arrocero, el sector avícola y el de carnes resulten altamente afectados por el TLC.

Tres motivos dice tener la senadora Maritza Martínez para llegar a la presidencia del Senado de la República el próximo 20 de julio. Para la congresista del Partido Social de Unidad Nacional (La U) la experiencia que tiene en derecho público, la ventaja de ser la única mujer postulada en medio de la lucha por la equidad y el hecho de provenir de una región que tanto le está aportando al país, la hacen merecedora de llegar a ese cargo.
 

Martínez también habló con este Diario de la preocupación que tiene porque desde que se aprobó el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, no se ha adoptado ninguna medida que proteja a los productores del país, se espera que en unos días se haga un debate de control político para que el Gobierno explique las medidas que va a tomar al respecto.

Por ahora ella y los senadores de la comisión séptima del Senado están esperando la radicación de algunos de los proyectos bandera del presidente, Juan Manuel Santos, como lo son la Ley de Tierras, el Código Minero y la Reforma a las Corporaciones Autónomas Regionales.

EL NUEVO SIGLO: ¿Sigue firme la candidatura a la presidencia del  Senado?

MARITZA MARTÍNEZ: Tengo tres convicciones, la primera es que vale la pena intentar modernizar el Senado. De pronto a mí se me señala de no tener una tradición política pero a cambio tengo la posibilidad de ofrecer mi experiencia como experta en derecho público, docente en Constitucional, conozco cómo funciona el Sistema Judicial y parte de la Rama Judicial como magistrada auxiliar del Consejo de Estado.
El papel del Congreso y específicamente del Senado va mucho más allá de ser un simple tramitador de iniciativas del ejecutivo. Creo que el protagonismo debe recaer en nosotros como legisladores y ser nosotros quienes lideremos la agenda legislativa. Por supuesto, acompañando las iniciativas acordadas por la mesa de Unidad Nacional siempre y cuando vayan en beneficio de la gente, pero no dejando esa responsabilidad en el Gobierno porque el Legislativo somos nosotros.
 

ENS: ¿Cuál es la segunda?

MM: creo que las mujeres en el mundo entero venimos luchando por unos espacios de poder, no como una simple ambición personal sino como la forma a través de esos espacios de generar equidad de género. Si vamos a retroceder frente a anteriores legislaturas, donde por lo menos se había logrado durante un año tener la presencia de una mujer y cuanto se avanzó en los temas de luchas contra la discriminación, la inequidad de tantas mujeres en el país, creo que indiscutiblemente caeremos en un retroceso social y en un desconocimiento de una lucha que viene dando la mujer por estos espacios.

ENS: Y la tercera…

MM: Yo vengo representado a los colombianos como senadora de la República. Pero mi origen indiscutiblemente es de una región que nunca ha tenido la posibilidad de acceder a una dignidad como es ser presidir la directiva del Senado de la República. Y es la región de la Orinoquía, región que agradecería un gesto de reconocimiento a todo el aporte económico que le estamos dando al país pero tal vez por nuestra distancia y poca población no hemos recibido estos gestos recíprocos de generosidad por parte del resto del país.
 

ENS: ¿La comisión quinta puede ayudar a blindar el sector agrícola ante la llegada de los TLC?

MM: Es difícil blindar el campo. Ya se presentó una proposición y se aprobó por parte de la comisión para citar a un debate de control político para que el Gobierno nos explique qué medidas ha adoptado para la defensa de nuestros sectores productivos frente a la implementación del TLC. Hay preocupación de que actividades como el sector arrocero, el sector avícola y el de carnes va a resultar altamente afectado y a hoy muchos meses después de haberse aprobado el TLC con Estados Unidos no hemos visto que se adopte una sola medida encaminada a hacer más competitivas nuestras actividades y de esa manera protegerlas frente a los productos que se avecinan.