El periódico londinense "Financial Times" (FT) publicó recientemente un artículo dedicado al jefe de Estado colombiano, Gustavo Petro, a propósito de su mención –en reiteradas ocasiones– acerca de una posible constituyente (tal como hubo en 1991), es decir, hacer cambios en la Constitución.

En la última semana, Petro dijo desde la Casa de Nariño: “Los invito, les solicito, independientemente de qué pase conmigo, a rodear pacíficamente los centros del poder en Colombia, hasta que se restablezca el orden constitucional en este país. Es decir, que si deciden violar el voto popular den Colombia en el año 2022, se instaure en Colombia el poder constituyente de una vez, a través de la movilización masiva del pueblo colombiano”.

Tras las declaraciones, el medio en cuestión rememoró que en 2018, Petro "hizo grabar su promesa (de no alterar la Constitución) en una losa de mármol", sin embargo, el presidente procede contrario a las intenciones de cuando era candidato al cargo.

"El propio Petro se ha sumado a la confusión con referencias vagas o contradictorias. En algunos discursos ha dicho que quiere que se convoquen asambleas populares para aplicar la carta vigente. En otras ocasiones ha sugerido que el proceso de redacción de una nueva Constitución ya ha comenzado ‘porque el pueblo lo ha iniciado espontáneamente [...] la asamblea constituyente es el pueblo, y a eso se refiere’. Al presidente le gusta medir su fuerza llamando a sus seguidores a las calles. Ahora se siente más fuerte”, aseguran en el FT.

Asimismo, insisten en que “el presidente no tiene intención de dar marcha atrás”; entre tanto, sostienen que “la economía se ha estancado, la inversión se ha agotado y la inflación se mantiene obstinadamente alta”.

“Sus propuestas parecen surgir de la frustración de que la amplia coalición que formó inicialmente se haya desmoronado, complicando su capacidad para impulsar cambios", agrega el medio.

Con Chávez

De igual manera, el artículo señala que “algunos analistas ven posibles similitudes (de Petro) con Hugo Chávez, el difunto izquierdista autoritario venezolano que, tras asumir el cargo en 1999, decretó una asamblea constituyente, evitando el Congreso y los tribunales. Chávez consolidó el poder, aumentó el control estatal sobre la economía, impulsó el gasto y tomó medidas enérgicas contra la oposición. Bajo el gobierno de su sucesor, Nicolás Maduro, la economía colapsó y más de siete millones de venezolanos huyeron del país”. 

El medio señala que en el tiempo que lleva el mandato de Gustavo Petro, este ha radicalizado su postura y manera de gobernar.

El FT citó a la profesora venezolana de ciencias políticas en la Universidad Javeriana, Nastassja Rojas, quien manifestó que "ambos líderes consideran que su proyecto político es una forma de acabar con todo el sistema existente y crear un marco institucional totalmente nuevo y ajustado a sus propias necesidades".

Las asambleas

Por su parte Moisés Wasserman, científico colombiano y exrector de la Universidad Nacional, quien afirmó al medio británico que Petro “parece estar sugiriendo asambleas populares, que son tremendamente antidemocráticas porque pueden ser fácilmente manipuladas. Cualquier observador imparcial sabe que las asambleas de pequeños grupos no representan a la población”.

“Los líderes de la oposición dicen en privado que están elaborando planes de huelgas nacionales para paralizar el país si Petro intenta decretar una asamblea constituyente”, señala el medio.

Agrega que “Petro ha perdido interés en gobernar y está concentrado en construir una narrativa de que fue saboteado, para poder luchar por el poder [en las próximas elecciones] en 2026”.

“Animado por aplausos y vítores, en su discurso del primero de mayo, respondió a los críticos que dicen que quiere eludir la  prohibición constitucional existente sobre la reelección: ‘Los adictos al poder acaban matando, pero el poder hay que entregarlo al pueblo. Lo que quiero es una democracia real para todos’”, concluye.