La Carta política del 91 está vigente frente a los desafíos y desarrollos que requiere la sociedad colombiana y el país en general. En ello coincidieron nueve constituyentes consultados por EL NUEVO SIGLO; incluso algunos reclamaron que muchos aspectos están pendientes de implementar.
También estas personas de diversos sectores que participaron en la Asamblea Nacional Constituyente del 91, llamaron la atención porque sigue la ‘reformitis’ en el Congreso para incluir y modificar aspectos de la Carta Política.
El exprocurador Fernando Carrillo, impulsor de la Séptima Papeleta que condujo a que fuera convocada la Constituyente, dijo que “la Constitución del 91 está más vigente que nunca porque el ideario del cambio que se está viviendo en Colombia coincide plenamente con la Constitución del 91”.
Agregó que los aires de cambio que se sienten por estos días en el país, también “deben suponer una serie de reformas legislativas y administrativas que hagan cumplir con la Constitución de 1991”.
En este sentido, Carrillo aseguró que “el 70% de los artículos de la Constitución del 91 no se ha cumplido. Es una tarea del Gobierno, el Presidente ha dicho que es un defensor de la Constitución y hay que creerle, el presidente Petro es hijo del proceso constituyente y por eso estamos convencidos de que él va a aplicar la Constitución de 1991”.
Para Eduardo Verano de la Rosa, la Constitución fue hecha de manera intemporal, es decir, para todas las circunstancias y en todo tiempo. “Los principios, las bases, la filosofía constitucional son válidos en cualquier etapa de la vida del país”, destacó el exministro.
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70 reformas
Jaime Castro, exalcalde de Bogotá, sostuvo que para tramitar los problemas actuales la Constitución está vigente, pero probablemente hay que hacer algunos ajustes para que responda a los cambios económicos, sociales y políticos.
No obstante, dijo que ello debe hacerse cuando sea estrictamente necesario porque “lo que ha venido ocurriendo últimamente es que el Congreso decidió volver colcha de retazos la Constitución del 91. Hasta el momento, le ha introducido más de 70 reformas, muy pocas de importancia”.
Indicó que en el nuevo Congreso se han radicado varios proyectos de reforma constitucional.
De su lado, Fabio Villa destacó en la Constitución “la carta de derechos”, así como los “deberes que plantea en el artículo 95, en la estructura del Estado que está ordenada e, incluso, las normas de la hacienda pública donde están las guías, la base, para que Colombia se ordene y empiece a reconocerle a la gente sus derechos y podamos vivir en un país en paz”.
Un punto de referencia
El exmagistrado Armando Novoa resaltó que la Constitución es un punto de referencia para los cambios democráticos que requiere el país, en un momento en que se está entrando a un nuevo ciclo en la política
Aseguró también que “tal vez hagan falta algunos ajustes en materia de reforma política, la arquitectura institucional de la organización electoral, la actualización de algunos derechos como los del campesinado, ajustes para un nuevo escenario de paz en Colombia”. No obstante, subrayó que “más allá de ajustes puntuales, creo que está descartada la posibilidad de una asamblea constituyente”.
Otro de los exconstituyentes, Óscar Ortiz, manifestó que la Constitución del 91 tiene sustancialmente una característica que la identifica y la hace muy fuerte, que es su legitimidad.
“Hay que fijarse no solo en el hardware sino en el software de la Constitución, que quiere decir que se debe ver más allá incluso de sus palabras, porque es la primera Constitución, en estos primeros 210 años de vida republicana, que no es impuesta por un vencedor militar o político, que fue por iniciativa popular”.
Sostuvo que la principal virtud es que es una Constitución de consenso. “Prefiero quinta que reversa, es decir, avanzar pues la Constitución permite ajustes. Pero la legitimidad no la podemos debilitar, ojalá que cualquier ajuste sea del 90% de la opinión pública”.
Resaltó que lo que se debe hacer al introducir cambios es profundizar lo que hay y no reversarlo, con un fuerte poder ciudadano para controlar a las autoridades. “Esta Constitución es el andamiaje para tramitar, y que los diferentes gobiernos encuentren los énfasis de lo que quieran hacer en sus políticas”, dijo.
Antonio Navarro, quien hizo parte del M-19, subrayó que la Constitución continúa siendo el marco de referencia.
“Es una Carta que da espacio a la solución de la mayoría de los problemas del país si se aplica y si se desarrolla, pero le falta aplicarla plenamente. Siempre es necesario hacerle maquillajes, pero no cambio de fondo”.
Entre tanto, Otty Patiño aseveró que la Constitución del 91 sigue vigente para solucionar los problemas del país, y señaló que se requiere voluntad política para aplicarla y desarrollarla. “Hay que volverla realidad y no se quede en letra muerta”, destacó.
Por su parte, Daniel García Peña coincidió en que la Constitución del 91 no se ha venido aplicando, y por ello le hizo una invitación al Gobierno actual para que la desarrolle.
“La Constitución del 91 por un lado establece unos principios y unos objetivos, pero desafortunadamente hay una buena parte que no se ha implementado”, señaló García Peña.
Destacó que la Constitución “sigue ofreciendo elementos institucionales que, sin duda alguna, tienen vigencia hoy”.
Concluyó que en la Constitución del 91 se tendría que mirar aspectos específicos que eventualmente se pueden actualizar, “pero creo que más que una reforma constitucional lo que se debe hacer es cumplirla”.