EU-Colombia, ¿agenda sigue narcotizada? | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Viernes, 12 de Abril de 2019
Redacción Política
El crecimiento de los cultivos ilícitos ha sido calificado por el Gobierno como una “herencia maldita”

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Un mensaje ambivalente parece ser el que está enviando a Colombia el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con sus reiteradas críticas frente a la lucha contra las drogas por parte del gobierno de su homólogo Iván Duque.

Se trata de dos fuertes mensajes que el Mandatario estadounidense ha enviado en las últimas semanas, y que han sido respondidos por Colombia bajo la mayor prudencia.

El pasado 29 de marzo Trump dijo a un grupo de periodistas que Duque “no ha hecho nada” por Estados Unidos para frenar el envío de drogas hacia Norteamérica.

Y esta semana advirtió que “desafortunadamente el negocio de las drogas ha crecido 50% desde que está ahí”.

Pero mientras el Jefe de Estado de la nación más poderosa del mundo critica a Colombia, en los últimos seis meses han llegado al país varios de sus más cercanos colaboradores, lo que demuestra la importancia que tiene nuestro país para los intereses de Estados Unidos en la región, pues considera a Colombia como su “principal socio estratégico” en esta parte del hemisferio.

De hecho, este domingo llegará a Cúcuta el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, para monitorear la crisis social, política y económica que afronta la vecina República de Venezuela.

Aunque se trata de una visita de pocas horas, es muy significativa pues no solo es la segunda que realiza el jefe de la diplomacia estadounidense a territorio colombiano –la primera fue a comienzos de este año en Cartagena donde se reunió con el presidente Duque– sino que se da tres días antes de la Cumbre del Grupo de Lima donde se abordará la crisis de Venezuela.

En enero, el propósito de la reunión de Pompeo con Duque fue hablar sobre el incremento de los cultivos de coca en el país, calculados en 200.000, según Washington. Poco se habló de Venezuela.

A mediados de noviembre pasado, la subsecretaria de Estado, Kimberly Breier, había visitado la zona de frontera para conocer detalles de la crisis migratoria en el vecino país, y desde que Duque asumió el poder en agosto de 2018 son ya varios los altos funcionarios que han visitado Colombia.

Lucha antidroga

Las críticas de Trump, sin embargo, han estado enmarcadas en el crecimiento de los cultivos ilícitos, lo cual es una realidad que el gobierno Duque ha calificado como una “herencia maldita” de la pasada administración. Y las cifras parecen demostrarlo.

La Casa Blanca tiene información, y Trump lo ha dicho en varias ocasiones, según la cual en Colombia los cultivos ilegales pasaron de 209.000 toneladas en 2017 a 270.000 en 2018, cuando en 2012 eran de apenas 70.000 hectáreas.

Y la producción de cocaína, según Trump, aumentó el año pasado a 921 toneladas métricas, la más alta de la historia.

Colombia, no obstante ha mostrado en varios escenarios internacionales, incluida la propia Asamblea General de las Naciones Unidas, que ha hecho todos los esfuerzos posibles por combatir la lucha contra este flagelo, y ha reclamado corresponsabilidad de los países consumidores.

Esta semana, el propio presidente Duque respondió nuevamente a las críticas de su homólogo de la Casa Blanca, y aunque sin dar nombres explicó que en la lucha contra el narcotráfico “le rendimos cuentas únicamente es al pueblo colombiano. Y, por supuesto, trabajamos de la mano con los países que quieran hacer de este ejercicio un trabajo compartido. Porque así es: un trabajo compartido”.

Duque agregó que desde que asumió el poder hace ocho meses ha cuadruplicado los grupos erradicadores de cultivos ilícitos y busca que la Corte Constitucional autorice nuevamente el uso del glifosato para la aspersión aérea como la mejor fórmula para combatir su expansión.

Pero no solamente ha sido el presidente Duque quien se ha referido a la lucha contra las drogas para responderle a Trump. También lo ha hecho la Cancillería, las Fuerzas Militares, la Policía, algunos sectores políticos y hasta las fuerzas sociales que reclaman más compromiso de Estados Unidos en esta causa global.

Agenda narcotizada

Consultado sobre las críticas de su Gobierno a Colombia, y en particular al presidente Duque, ayer el embajador de Estados Unidos en Bogotá, Kevin Whitaker, le dijo a W Radio que estas “reflejan las preocupaciones que han estado por mucho tiempo entre las dos naciones sobre los enormes cultivos de coca que hay en Colombia”. Y fue más allá el diplomático cuando advirtió: “Hoy hay más coca que nunca en el país. Eso lo heredó el presidente Duque”.

De ahí que el Embajador considere que es necesario “redoblar esfuerzos” para enfrentar ese fenómeno y, de paso, admitió que la responsabilidad debe ser “compartida”, como ha dicho Colombia: “Sin mercado en los Estados Unidos no hay oferta en Colombia”, afirma.

Pese a esa especie de ‘mea culpa’ del gobierno estadounidense, lo cierto es que las declaraciones de Trump han causado molestia en nuestro país, pues si bien es cierto que el Presidente de Estados Unidos está en campaña de reelección, sus afirmaciones desconocen los esfuerzos colombianos para combatir las drogas.

“Las declaraciones del presidente Trump no ayudan para nada, hacen daño, afectan la sensibilidad de los colombianos y son innecesarias”, al decir del canciller Carlos Holmes Trujillo.

“Los colombianos tenemos claro qué es lo que debe hacerse. Lo venimos haciendo desde hace muchísimo tiempo porque está en el más alto interés del nivel nacional bajar los cultivos ilícitos, aumentar las incautaciones, luchar eficazmente contra el desvío de precursores químicos y contra todos los eslabones de la cadena”, agregó el Ministro de Exteriores”.