El país está afrontando una crisis institucional muy grande, que ha minado la confianza de la gente en los gobernantes y el Congreso. Así lo señaló el exministro del Interior y de Justicia, Carlos Holguín.
Añadió que de no salir bien y rápido de esta situación, nadie sabe cuáles pueden ser las consecuencias en el 2014.
EL NUEVO SIGLO:¿Salió muy quemado el Gobierno nacional con el fallido trámite de la reforma a la justicia?
CARLOS HOLGUÍN: Yo creo que como se dio no era una reforma a la justicia ni mucho menos, sino un intento de reformar la estructura de poder del Estado, pues nació mal, creció mal y murió peor, y obviamente lo que queda es una inmensa decepción en el pueblo colombiano frente a su clase dirigente en general, una desconfianza tremenda porque se ha sentido. Es como que trataron de armar allí una marrulla, una manguala con unos propósitos inconfesables, y es lo que afecta tanto la confianza de la gente hoy en las instituciones, en las personas, en los gobernantes, por supuesto en los legisladores y en los partidos.
Yo sí creo que es una crisis mucho más profunda de lo que se puede describir la que está viviendo el país.
ENS: Tiene una labor compleja el Ministro del Interior para recomponer las relaciones del Gobierno con el Congreso por la reforma a la justicia…
CH: Sí por supuesto, pero no es la única situación. Estamos afrontando una crisis institucional muy profunda de la que si no somos capaces de salir bien y rápido, nadie sabe cuáles pueden ser las consecuencias en el 2014.
Como lo anotaba algún comentarista, estamos en una crisis institucional tan fuerte, donde no hay Congreso, no hay partidos, no hay gobierno, todo está deteriorado, de la que puede surgir cualquier cosa extremista o populista que desequilibre el país y lo lleve por unos atajos muy complicados.
ENS: ¿Cuál es su análisis de los resultados de los comicios de gobernador en su departamento, el Valle?
CH: Bueno, un triunfo del doctor Ubeimar Delgado muy amplio sobre su rival y sobre el mismo voto en blanco con el cual se habían manifestado tanto. Ahora me parece que el Gobernador tiene un desafío muy grande, pero afortunadamente es una persona disciplinada, trabajadora, honesta, pues eso le da una esperanza a un departamento que está tan profundamente atribulado y martirizado por todo lo que le ha ocurrido en los últimos años.
ENS:¿En el proceso de reforma de estatutos del Partido Conservador triunfó su postura de defender la consulta o ganó la tesis contraria?
CH: Creo que se optó por regresar el proceso de democratización interna del Partido, y se logró, digamos, un punto medio en el sentido que desmontaron las consultas pero se abrió la posibilidad de unas convenciones relativamente amplias y de origen popular y democrático, y la inmensa mayoría de los que asistirían a esas convenciones habrán sido elegidos como concejales, diputados, alcaldes o cosa por el estilo.
ENS: ¿Es decir que no quedó defraudado con lo aprobado?
CH: No, yo esperaba que eso pasara. La consulta creo que cumplió un gran propósito que fue despertar al Partido y permitir la vinculación de nuevos dirigentes juveniles. Hoy las circunstancias son distintas y los dirigentes actuales del Partido creen en volver a un Partido más cerrado, menos popular, menos democrático. Yo lo lamento pero lo entiendo, no estoy en plan de resistirme a ello.
ENS: ¿Qué expectativas tiene frente al rumbo que se dé al conservatismo con miras a 2014, en su Convención de este año?
CH: Lo importante es que le fijen al Partido un norte o hagan algo parecido a lo que se señaló en el año 2000 con vistas al año 2010, y que el Partido pues diga algo, opine algo, proponga algo porque hace mucho rato que no sabemos los colombianos en general si el Partido Conservador dejó de existir.
El Valle
Holguín dijo que para recuperar su liderazgo el Valle requiere “muchas cosas pero entre ellas un trabajo más en equipo y un equipo más eficaz, más consciente de los compromisos que tiene con la comunidad y frente al país. Hacen falta también unas metas”.