La negociación de paz está en “cuidados intensivos”, manifestó este martes Pablo Beltrán, jefe de la delegación del Eln que se mantiene en La Habana (Cuba) a la espera de que se reanude con el Gobierno la mesa que dejó la administración de Juan Manuel Santos, lo que no ha sucedido porque el presidente Duque exige primero que esta guerrilla libere todos los secuestrados y ponga fin a sus acciones terroristas.
No obstante, el comandante subversivo considera que el senador Álvaro Uribe puede influir para que las conversaciones se reactiven o no.
“Seguimos esperado que Duque envíe su delegación para los diálogos de paz. Llevamos cinco meses parados. El anterior Presidente dejó un protocolo de tregua bilateral para que se reinicien los diálogos y ellos no llegan, por eso las negociaciones están en cuidados intensivos”, señaló Pablo Beltrán a Red Más Noticias.
Añadió el jefe guerrillero que “se debe esperar si es con este Gobierno o con el próximo que se puede reanudar la mesa. Yo creo en lo que diga el expresidente Uribe, él dice si hay mesa o no hay mesa. Las cosas se mueven si el Senador lo dice. Creo que el expresidente Uribe es un estadista y sabe manejar más el país que el actual Presidente que tenemos”.
“Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para que se reinicien los diálogos. Pero no existe ningún canal de comunicación con el Gobierno. Parece que hay una orden para desconocer cualquier comunicación”, agregó.
La administración del entonces presidente Uribe Vélez sostuvo durante más de un año (en 2005) diálogos exploratorios con el Eln con miras a una eventual negociación, los cuales incluso en alguna de sus fases se adelantaron en La Habana.
En esa oportunidad Uribe dijo que el Gobierno estaba dispuesto a pagar al Eln durante una eventual negociación para que suspendiera el secuestro. “'De pronto es escandaloso, pero se lo voy a decir muy a conciencia: el Gobierno prefiere ayudar a buscar fondos para financiar a una guerrilla la manutención de sus gentes en la etapa de un proceso de paz, en lugar de permitir que siga el secuestro”.
Sin embargo, los acercamientos se suspendieron por más de dos años hasta que en 2007 a expensas del entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se logró una reunión en Caracas entre el segundo del Eln, alias ‘Antonio García’, y el por esos días alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo.
Al final estos acercamientos no se concretaron y el Eln siguió con su accionar terrorista.
Cuello de botella
Entre noviembre y diciembre pasados el Eln libero a los secuestrados Leonardo Ataya, gerente de Emserpa en Arauca, y Andrés Riaño, ingeniero contratista de Ecopetrol, no obstante todavía tendría en su poder con fines extorsivos a por lo menos cinco plagiados más. Además ha seguido de cuando en cuando atentando contra el oleoducto.
Estos no serían los únicos escollos para que eventualmente el presidente Duque Márquez se decidiera reactivar la mesa en La Habana con el Eln.
El pasado 4 de enero, el alto Comisionado para la Paz, la Legalidad y la Convivencia, Miguel Ceballos, dijo refiriéndose a Venezuela que “el hecho de que este grupo tenga presencia de sus líderes así como de miembros de su organización en un país vecino dificultaría cualquier proceso de diálogo”.
Ceballos explicó que a través de una carta transmitida por la Cancillería de Colombia, solicitó al gobierno venezolano verificar la presencia de tres miembros del Comando Central del Eln en su territorio.
“La intención de la Oficina de solicitarle al Canciller esta verificación de la presencia o no de miembros del Eln responde a la necesidad de identificar si hay voluntad de paz por parte de ellos. El hecho de que este grupo tenga presencia de sus líderes así como de miembros de su organización en un país vecino dificultaría cualquier proceso de diálogo”, dijo el Comisionado.
De otra parte ayer, el Ejército atribuyó al Eln el secuestro de un soldado ocurrido el lunes en una zona fronteriza con Venezuela. “Con base en la información de inteligencia militar que tenemos (...), la hipótesis es que el Eln es quien lo tiene en este momento”, dijo el comandante del Ejército, general Nicasio Martínez.
El cabo primero Ángel Mauricio Acevedo fue secuestrado en el municipio de Villa del Rosario, Norte de Santander.