El liderazgo político asumió su papel frente a la crisis | El Nuevo Siglo
Foto archivo Presidencia
Domingo, 31 de Mayo de 2020
Redacción Política

Han pasado dos meses del aislamiento obligatorio (que empezó a nivel nacional a las cero horas del 25 de marzo) y el país se alista para transitar por otros 30 días de cuarentena, aunque ya en un proceso de reactivación gradual de la economía.

El balance general de la gestión para hacerle frente a la pandemia del Covid-19 en estos 60 días parece positivo para el presidente Iván Duque, quien ha asumido el liderazgo de la Nación en un momento supremamente difícil para el país y la humanidad, en general.

Algunos comentaristas han traído a la memoria que durante la campaña presidencial, Duque ya había empezado a hablar del colombiano como un pueblo resiliente, es decir, capaz de reinventarse en medio de las adversidades, cosa que ciertamente está poniéndose a prueba en estos momentos.

Otros analistas le abonan al Jefe de Estado una notoria mejoría en la manera como se comunica con la gente, particularmente a través de “Prevención y Acción”, un programa de televisión que también se puede ver por redes sociales y en el que busca hacer pedagogía sobre las medidas que está tomando el Gobierno frente a la pandemia.

Este liderazgo se ha visto reflejado en los altos niveles de aprobación de la gestión en la emergencia que arrojan diversas encuestas.

Lo hecho por el Mandatario para afrontar la pandemia es bien visto por el 69% de los consultados en un estudio, mientras en otros, la cifra es de 70%, 63,2%, 74,7% y 61,7%, para referir resultados publicados en las últimas semanas.

 

En las regiones

Un panorama similar se aprecia entre los mandatarios regionales y locales, cuya gestión frente a la pandemia registra en las encuestas niveles altísimos de aceptación, en algunos casos superiores al del presidente Duque, ya de por sí elevado.

Es el caso de los gobernadores del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, y del Magdalena, Carlos Caicedo; así como de los alcaldes de Santa Marta, Virna Johnson, de Villavicencio, Juan Felipe Harman, y de Bogotá, Claudia López, que registran apoyos por encima del 80%. De ellos, solo Zuluaga llegó al cargo con apoyo de partidos tradicionales y ninguno tuvo respaldo del uribismo.

Esta gestión seccional ha tenido algunos roces con el Gobierno nacional, bien sea por la natural tensión que hay entre el centralismo y la autonomía regional, o porque algunos de los mandatarios fueron elegidos con apoyo de partidos de oposición, de ahí que no pocas veces se registre una alternación de trabajo en equipo con choques entre estilos y liderazgos.

En este contexto, arranca el lunes el aislamiento inteligente, etapa en la que la autonomía que tienen los alcaldes y gobernadores en sus territorios será clave para disminuir los riesgos de propagación del virus, ya que serán ellos quienes se encarguen de ajustar los lineamientos generales que ha dado el Gobierno central alrededor de las medidas de bioseguridad que deben tener sectores que van a reabrir después del primero de junio. Deberán tener en cuenta variables como la densidad poblacional, contagios por número de habitantes, capacidad de reacción del sistema de salud, entre otros aspectos.

Aunque como se sabe, hay lugares del país donde la situación es mucho más grave, ciudades como Bogotá, en cabeza de la alcaldesa Claudia López, Medellín, de la mano del alcalde Daniel Quintero, y Cali, con Jorge Iván Ospina, han venido mostrando avances en la preparación del sistema de salud, implementación de medidas sanitarias y preparación para los picos de contagio.

Por lo pronto, los gobernadores (agrupados en la Federación Nacional de Departamentos) y los alcaldes (reunidos en la Federación Colombiana de Municipios) ratificaron su apoyo al presidente Duque, convocando a la ciudadanía a mantenerse alertas en el estricto cumplimiento de las normas de autocuidado, disciplina y distanciamiento social.

“La recuperación paulatina de las actividades permitirá́ un regreso seguro a la normalidad. Los gobernadores y alcaldes continuarán trabajando, de manera coordinada con el Gobierno nacional, para darle un manejo acertado a la crisis”, dijeron los mandatarios en un comunicado conjunto.

 

Legislación virtual

En esta sui géneris coyuntura de la pandemia, el Congreso ha logrado avanzar en la agenda legislativa. El 12 de mayo, después de un largo debate, la plenaria de la Cámara aprobó una proposición por medio de la cual se le dio vía libre a las sesiones semipresenciales, pero ya antes había logrado tanto el debate como la aprobación de 14 proyectos de ley y de acto legislativo.

Al cierre de la semana, la ministra del Interior, Alicia Arango, le propuso al presidente del Senado, Lidio García, del Partido Liberal, “avanzar de manera coordinada en un protocolo de bioseguridad, con el aval del Ministerio de Salud, para buscar la posibilidad de realizar sesiones presenciales en las instalaciones” del Capitolio Nacional.

Arango respondió así a una solicitud de García para que “se levante la limitación única y exclusivamente para los servidores públicos de elección popular para realizar reuniones de más de 50 personas”.

“Es claro que no existe restricción para que, con el propósito de cumplir su función constitucional, los miembros del Congreso se movilicen por el territorio nacional. Sin embargo, las restricciones o limitaciones para el ejercicio presencial de las sesiones del Congreso de la República se encuentran contenidas en la resolución número 450 del 17 de marzo de 2020, la cual señala la prohibición de aglomeraciones de personas en espacios abiertos y cerrados”, precisó Arango, anotando que “no es posible acceder a su petición”.

 

Propuestas partidistas

En medio de todo, el liderazgo político ha buscado responderle a la ciudadanía con propuestas que se han presentado desde los partidos.

Quizás las propuestas más de fondo sean las que apuntan a marcar un sendero preciso de reactivación económica, priorizando el mediano y largo plazo, bajo la tesis que las secuelas de esta crisis tendrán muchos flancos: fiscal, empresarial, laboral, social e institucional, tanto a nivel nacional como departamental y municipal.

Por ejemplo, una alta fuente del Partido Conservador le dijo a EL NUEVO SIGLO que algunos congresistas son de la idea de citar a un congreso extraordinario para que el comité programático evalué el estado del país y presente una propuesta de fondo, estructural e integral sobre la hoja de ruta para volver a encarrilar a Colombia por el sendero del crecimiento económico y la superación de la brecha social.

Por los lados de La U, su secretario general Álvaro Echeverry le expresó a este Diario que “estamos preparando con el Centro de Pensamiento un documento en ese sentido. Sobre esos temas estamos acabando de estructurar propuestas técnicas”, mientras que en el liberalismo se sabe que un grupo de economistas, intelectuales y dirigentes de primer nivel estarían pensando en redactar un documento de fondo respecto al futuro del país.

En las toldas uribistas todavía no se habla de un plan a mediano plazo, pero un congresista de esa divisa le precisó a este Medio que esa hoja de ruta está señalada desde ya en muchos de los pronunciamientos del  expresidente Álvaro Uribe.

El senador Germán Varón expuso que Cambio Radical apoya las propuestas del exvicepresidente Germán Vargas, como “el subsidio a la nómina que con mucho apoyo del Gobierno ya se tomó” para que no se pierdan los empleos.

En cuanto a los sectores de oposición (que lograron sumar 54 senadores, con los liberales y de La U, incluso de Cambio Radical y otros partidos) radicaron un proyecto de ley sobre lo que denominan renta básica, que dará mucho de qué hablar en el Congreso.