LA PELEA entre el presidente Gustavo Petro y el excandidato a la Casa de Nariño, Sergio Fajardo, por el reciente nombramiento de Daniel Rojas como ministro de Educación, continúa.
Ayer, Fajardo dio una dura respuesta al jefe de Estado, quien, a través de su red social X, defendió al sustituto de Aurora Vergara de las calificaciones hechas dos días atrás por el mismo exgobernador de Antioquia.
Como se sabe, la polémica inició el miércoles cuando el excandidato presidencial aseguró que Rojas es un atarván. “¿Ustedes han visto la forma como trata, como se expresa, como escribe, las agresiones, los insultos con la gente?”, dijo.
También manifestó que “es un fanático de la política, es del círculo del presidente Petro, entonces se comporta como un fanático en el mundo de la polarización”.
Pero, además, indicó que “para rematar no sabe nada del sistema educativo de Colombia (...) No es un tema de clasismo, es una falta de respeto que no tenga ni idea de la educación”.
La respuesta del mandatario no se hizo esperar, tildando de injustas las palabras del también exalcalde de Medellín.
“Es absolutamente injusta la crítica de Sergio a Daniel. Encarcelado en las formas estéticas nunca se fija en la definición del contenido. No es lo mismo enseñar a la niñez y a la juventud como trasladar la propiedad de las mafias al campesinado pobre que como quitarle la propiedad del campesinado pobre para dejarlo en manos de las mafias”, señaló.
Petro agregó: “en estas dos enseñanzas está la diferencia de la paz y la justicia y de la violencia y la injusticia. Prefiero un profesor que enseñe lo primero, y Daniel lo ha hecho de manera magnífica y pulcra, que los políticos que enseñan lo segundo. Sergio parece preferir lo contrario en sus alianzas. La peor grosería está en quienes expropiaron al campesinado y lo masacraron. Prefiero al profesor que dice palabras groseras al político que ha cometido la peor grosería con los colombianos: condenarlos a la violencia”.
Pero ayer, Fajardo volvió al ataque y contestó lo dicho por el mandatario nacional. “Presidente, el problema no es de formas ni de estética, es de sustancia. Su reacción precisamente muestra que hizo un pésimo nombramiento y ahora acude a su estrategia de siempre: agredir, engañar y confundir. Al final del día lo cierto es que el nuevo ministro avergüenza el mundo de la educación. Duélale a quien le duela. Lástima”.