Aunque el jede de Estado quería titulares de carteras por cuatro años, la realidad lo ha llevado a hacer varios ajustes en su más cercano círculo de colaboradores

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Uno de los propósitos que tenía Iván Duque desde que postuló su nombre para las Presidencia de la República era mantener su equipo de colaboradores –y más específicamente sus ministros– durante todos los cuatro años de mandato.

Sin embargo, la realidad lo ha llevado a hacer nueve cambios en sus ministros y algunos ajustes más en otros cargos que integran el gabinete.

La primera baja en el equipo que se posesionó entre el 7 y el 8 de agosto fue la ministra de Justicia y el Derecho, Gloria María Borrero.

En mayo de 2019, Borrero, reconocida como una experta en el tema por sus años como directora de la Corporación Excelencia en la Justicia, dimitió tras ser cuestionada por miembros de la coalición de gobierno, especialmente por la falta de consenso que llevó en noviembre de 2018 a que la reforma a la justicia del Gobierno terminara archivándose.

En su reemplazo fue designada la exmagistrada Margarita Cabello, quien se posesionó con retos como el de liderar las políticas del gobierno en materia de justicia y derecho, ante la Rama Judicial, el Congreso y otras instancias del Estado, teniendo en cuenta el Pacto por la Legalidad, uno de los ejes fundamentales del Plan de Desarrollo.

En septiembre se posesionó Ernesto Lucena como primer ministro del Deporte. El jefe de la cartera ya venía dirigiendo Coldeportes y el 12 de julio, cuando Duque sancionó la ley que transformaba el instituto en Ministerio se daba por sentado que sería su primer titular.

Casi censurado

Pero quizás el cambio más doloroso para el Gobierno fue el de Guillermo Botero, ministro de Defensa, quien perdió el apoyo del Congreso y quedó expuesto a ser censurado por el Senado. En noviembre del año pasado, la Casa de Nariño dio a conocer la carta de renuncia luego de una reunión entre el presidente Duque y el funcionario en la que ambos acordaron que lo más conveniente era presentar la dimisión.

Días después, Duque anunció que el reemplazo de Botero sería Carlos Holmes Trujillo, quien se venía desempeñando como canciller, cargo al que llegó la exsenadora Claudia Blum, a quien el mandatario le asignó tareas urgentes como mantener vivo el Grupo de Lima, organismo internacional que ha realizado varios pronunciamientos en contra del señalado régimen de Venezuela de Nicolás Maduro.

En plena navidad, tras una conversación entre el presidente Duque y Juan Pablo Uribe, se acordó la salida del ministro de la cartera de Salud  y Protección Social. La vacante fue llenada el viernes, cuando el jefe de Estado trinó anunciando la designación del médico cirujano Fernando Ruiz en remplazo de Iván González, quien estaba encargado de la cartera.

Al filo del año nuevo fue designada Mabel Gisela Torres, integrante de la Misión de Sabios que impulsó el Gobierno nacional y que elaboró la hoja de ruta para la investigación en el país, como la primera ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación.

El 30 de enero, después de cinco votaciones, por fin la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia eligió como nuevo fiscal general a Francisco Barbosa en reemplazo de Néstor Humberto Martínez, quien había renunciado en mayo luego que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) negara la extradición de ‘Jesús Santrich’.

Dado que Barbosa ejercía como consejero presidencial para los Derechos Humanos, Duque anunció ese mismo día la designación en su lugar de Nancy Patricia Gutiérrez, ministra del Interior.

Para sustituir a Gutiérrez en la cartera política, Alicia Arango dejará esta semana el Ministerio de Trabajo.

El relevo en el Mintrabajo también fue anunciado el viernes. Duque tuiteó anunciando la designación del exsenador Ángel Custodio Cabrera.

El mismo viernes el presidente Duque informó además la designación del economista Rodolfo Enrique Zea como ministro de Agricultura y Desarrollo Rural.

Gabinete

Como se dijo al comienzo, no se han movido nueve ministros, también lo han hecho otros integrantes del gabinete.

En abril renunció el director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Jorge Mario Eastman, quedando encargada la abogada María Paula Correa, que en ese momento era la secretaria privada del presidente Duque.

En septiembre, Correa se quedó con buena parte de las funciones que tenía como encargo, pero ahora bajo el título de jefa de gabinete.

Ese mismo mes, salpicado por lo que se ha dado en llamar la “bodega uribista”, Víctor Muñoz dejó la Consejería Presidencial para la Innovación y Transformación Digital. Sin embargo, a finales de diciembre fue anunciado para regresar al cargo, que ahora se llama Alta Consejería para Asuntos Económicos y Transformación Digital.

Otro que dejó el gabinete en septiembre fue el exsenador Jaime Amín, consejero presidencial de Asuntos Políticos, siendo remplazado por el entonces saliente concejal de Bogotá, Daniel Palacios, del Centro Democrático, como Amín.

Pero Palacios no fue el único concejal capitalino uribista que llegó al Gobierno nacional poco antes de concluir su periodo, lo que debía suceder el 31 de diciembre.

En octubre fue nombrado Diego Molano para ocupar el cargo que había dejado Eastman seis meses antes. Como lo ha publicado EL NUEVO SIGLO, Molano es el coordinador del equipo del Gobierno que se entiende directamente con el Comité Nacional de Paro que ha liderado movilizaciones populares desde el 21 de noviembre con pliego de peticiones de 13 puntos (concretado, a petición del Ejecutivo, en más de 100 acciones).

A mediados de diciembre el periodista Hassan Nassar asumió como alto consejero para las Comunicaciones en la Casa de Nariño. En el cargo fue relevado Álvaro García, que hace casi ocho días se posesionó como gerente del Sistema de Medios Públicos, RTVC.