El país no logrará la meta que se puso el presidente Duque de que la inversión en ciencia, tecnología e innovación llegué al 1,5% del PIB, asignando partidas para el sector como la que propone el proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2022.
Así lo indicó el presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Enrique Forero.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo le va a ciencia y tecnología en el proyecto de Presupuesto para 2022?
ENRIQUE FORERO: Muy mal, es muy triste ver que por una parte el presupuesto del Ministerio de Ciencia y Tecnología es el peor de todos los ministerios, está de último con cerca de $330 mil millones, y es mucho menos que el Ministerio de Cultura y casi la mitad de lo del Ministerio del Deporte.
No tengo nada ni contra la cultura ni contra el deporte, pero es increíble que este Presidente haya dicho que va a llegar al 1,5 del producto interno bruto en el año 2022, y lo que hace es disminuir el presupuesto de ciencia y tecnología cada año.
El Gobierno habla de dos tipos de indicadores, uno que se llama Investigación y Desarrollo y otro que se llama Actividades de Investigación y Desarrollo. Entonces el que nos importa y el que le importa al mundo es el que dice Investigación y Desarrollo, y en eso la ciencia en Colombia recibe el 0,24% del producto interno bruto.
El Promedio de los países de la OCDE es de 2,4, y ese es el verdadero índice que se utiliza en el mundo, pero aquí se han inventado uno que se llama ACTI para engañar calentanos, que son actividades de ciencia y tecnología, y ahí meten de todo: compra de computadores, reuniones que hacen, y entonces aparece un indicador de 0,84%. Eso no tiene nada que ver con la realidad.
ENS: ¿Qué pasa con los nuevos recursos que llegan al sector por regalías?
EF: La otra cosa que utilizan constantemente son las regalías, ‘que mire que le hemos dado muchísima plata de las regalías a investigación’. Sí, pero qué pasa con regalías: que los formatos para presentar proyectos son los mismos que utilizan como si se fuera a construir un edificio o hacer una carretera.
Entonces los científicos no presentan proyectos porque es tan complicado y son tantas las trabas que les ponen que no presentan proyectos. Entonces el Gobierno dice que es que no hay proyectos, que es que los científicos no trabajan, pero es que el papeleo que hay que hacer y los formatos que hay que llenar son como si se estuviera pegando ladrillos y no haciendo investigación científica.
Lo otro es que aquí se parte del principio de que todos somos unos delincuentes mientras no se compruebe lo contrario, en lugar de ser que todos somos inocentes. Entonces en las normas de los proyectos de regalías cualquier cosa puede llevarlo a usted ante la Procuraduría, la Contraloría. Entonces los científicos se mueren del miedo.
Doy un ejemplo: un empírico presenta un proyecto de investigación en el que dice que va a encontrar la cura para el cáncer. Resulta que no la encuentra pero encuentra la cura contra la leishmaniasis. No le sirve al Gobierno porque como no encontró la cura para el cáncer, se considera que hubo detrimento patrimonial porque no hizo lo que dijo que iba a hacer.
La investigación científica depende mucho del riesgo, uno entra a un proyecto de investigación, uno tiene una hipótesis y espera que se cumpla, pero no siempre se cumple.
ENS: ¿Entonces hay desencanto del sector científico con el proyecto de Presupuesto?
EF: El Gobierno no ha entendido que si no se financia directamente en el Presupuesto General de la Nación la ciencia y la tecnología con unos presupuestos decentes, nunca vamos a salir de la situación en que estamos.
En los países desarrollados el Estado invierte mínimo el 0,8% del producto interno bruto, cuando llegan a ese nivel la industria comienza a invertir.
Aquí ese es el otro problema, la industria no invierte en ciencia y tecnología porque no ve el interés del Estado, no ve que el Estado esté apoyando, entonces por qué ellos sí . Y por eso es que aquí no hay innovación, las industrias prefieren importar las cosas, y normalmente importan cosas de segunda mano o de segunda generación cuando en Estados Unidos y en Europa ya van en la tercera y cuarta generación.