Hace casi 20 días (el 17 de noviembre) la representante por Bogotá, Juanita Goebertus, de la Alianza Verde, anunció su intención de sumarse al club de los congresistas que no buscarán la reelección.
“Mi vocación de vida es ser servidora pública. En 2022 no aspiraré al Congreso. Trabajaré para que una coalición de centro y centroizquierda sea Gobierno y serviré desde allí. Vamos a seguir transformando el Congreso desde adentro vinculando a más gente buena a la política”, dijo entonces.
Aunque se ha dicho que buscará aspirar a la Presidencia, ella categóricamente ha dicho que no le interesa hacer parte del ya abultado abanico de precandidatos presidenciales verdes (el exgobernador Camilo Romero y los senadores Iván Marulanda, Antonio Sanguino y Jorge Londoño).
Mientras Goebertus no volverá, otros que como ella llegaron por primera vez al Capitolio en 2018 quieren regresar e incluso esperan multiplicar los primíparos en 2022 (hablan de 55 senadores y 86 representantes).
Con la campaña Renovemos el Congreso, los representantes verdes Katherine Miranda, Inti Asprilla, Wilmer Leal y León Fredy Muñoz, así como María José Pizarro y David Racero, de la Lista de la Decencia, quieren, según su comunicado, “cambiar la composición política en el Senado y la Cámara de Representantes para lograr las transformaciones que tanto necesita el país”.
No deja de ser interesante notar que en marzo de 2018, entre los candidatos de la Alianza Verde para la Cámara por Bogotá, la mayoría de los votos fue por toda la lista (102.557) y luego los más votados fueron Asprilla (99.462), Goebertus (83.270), Miranda (63.229) y Mauricio Toro (19.074).
Dicen adiós
Pero volviendo a los que dicen adiós, el 31 de octubre el senador Gustavo Bolívar, de la Lista de la Decencia, le dijo a El Tiempo que le tenía pereza a volver al Congreso.
Pocos días antes que Goebertus (el 13 de noviembre) el senador Rodrigo Lara anunció su renuncia a Cambio Radical y su intención de no integrar lista alguna al Congreso.
Casi un mes atrás, el 15 de octubre fue el senador Roy Barreras quien informaba su salida del Partido Social de Unidad Nacional (La U). Ese mismo día hizo lo mismo Armando Benedetti, que el 19 de noviembre daba a conocer que “voy caminando hacia la Colombia Humana”, que orienta el también senador Gustavo Petro.
Por cierto que Petro aspira a no volver al Capitolio, pero porque confía que esta vez sí gane las elecciones presidenciales, ya que debe su curul a que perdió con Iván Duque en junio de 2018.
Y claro, está el caso del expresidente Álvaro Uribe que renunció al Senado el 18 de agosto.
No vuelven
Mientras la representante Goebertus no renunció a su partido, Lara, Barreras y Benedetti si abandonaron la colectividad que les dio el aval en 2018, de modo que su intención de no volverse a presentar obedece a una razón práctica: que para integrar la lista de otra organización política tendrían que renunciar al menos un año antes de la elección (eso es, en marzo próximo), aunque hay quienes alegan que ese año se cuenta antes de la posesión (o sea julio).
Como sea, al menos hasta el momento ninguno de los tres tiene ganas de dejar el Congreso. Se dice que a Benedetti lo están convenciendo de ser cabeza de la lista petrista (que seguramente no sería bajo la denominación de la Lista de la Decencia, sino directamente como Colombia Humana).
En cuanto a Lara y Barreras, ellos han coincidido en que sueñan con construir un proyecto político liberal socialdemócrata, pero todavía no es claro si lo harán juntos o cada cual por su lado.
En Cambio Radical, la votación de Lara fue la tercera de la lista en 2018 (90.413), detrás de Arturo Char (126.628) y Luis Eduardo Díazgranados (112.591). En La U, Barreras fue el más votado (110.358) y Benedetti el décimo (72.576).
Contando votos
Como ya lo había planteado EL NUEVO SIGLO, todos estos anuncios y movimientos están directamente relacionados con la cercanía de los comicios parlamentarios y la urgencia de los partidos de ir definiendo la estrategia para una jornada electoral que se avizora muy competida, sobre todo en lo relativo a quién encabezará la lista al Senado. Ese afán es más marcado porque desde ya se sabe que varias de las máximas votaciones al Senado en marzo de 2018 no repetirían en 2022.
Uno de los casos más sintomáticos de esta preocupación se da en el Centro Democrático, ya que como se dijo el expresidente Uribe dejó el Senado, por lo que es muy poco probable que vuelva a encabezar la lista, como ya lo hizo en 2014 y 2018 cuando su nombre fue el principal gancho electoral para constituirse como la bancada mayoritaria en esa corporación legislativa. Se dice que el exmandatario no considera conveniente postularse a ningún cargo de elección popular hasta tanto no haya solucionado su situación en la Fiscalía.
En ese contexto es que le han insistido a Tomás Uribe, hijo mayor del exmandatario, que si no es precandidato presidencial, entonces lidere la lista al Senado. Él ha descartado ambas posibilidades.
Cabezas de listas
Pero si en el uribismo llueve, en las toldas verdes no escampa, porque en 2018 de los más de 1,3 millones de votos que sacó la lista al Senado de la Alianza Verde casi la mitad (540.000) fue aportada por el exalcalde Antanas Mockus, convirtiéndose en el segundo candidato más votado, después de Uribe. Sin ese potencial, los verdes habrían tenido de cuatro a cinco curules menos.
Mockus tampoco está hoy en el Congreso ya que tras un accidentado proceso judicial terminó perdiendo su curul en enero pasado, cuando su elección fue anulada por el Consejo de Estado, tras comprobarse que incurrió en una inhabilidad por firmar un contrato dentro del año anterior a la fecha de inscripción de su aspiración al Senado.
Aunque no se le declaró la ‘muerte política’, es decir que puede volver a postularse a cualquier cargo de elección popular, son escazas las posibilidades que Mockus repita en marzo de 2022, debido a su estado de salud.
La cabeza de lista podría ser para Angélica Lozano o para Antonio Navarro.
Paradójicamente, también la tercera votación de Senado en 2018 también trasnocha al Polo Democrático, pero no necesariamente porque ya no aspire al Senado, sino porque lo hará bajo otra bandera.
En esas elecciones al Congreso, el senador Jorge Enrique Robledo sumó 226.000 votos (casi una tercera parte del total de la lista del Polo, que logró 736.000 sufragios, en total).
Robledo es el candidato presidencial del partido Dignidad, surgido tras la escisión del Polo, que seguramente irá a una consulta con aspirantes de otras colectividades. Aunque desde que presentó su nombre en enero advirtió que irá hasta el final, lo cierto es que no sería lógico que no fuera el cabeza de lista al Senado por la naciente colectividad.