Cruzando los resultados de ayer con los del 11 de marzo, quedó claro que Iván Duque tendrá una nutrida coalición de gobierno, una verdadera ‘aplanadora’ que dejará muy poco juego a la oposición.
Aunque, como se verá, hay algunas circunstancias que pueden hacer variar estas previsiones, esa coalición tendría 82 curules en el Senado y 147 en la Cámara.
Las cuentas son estas en Senado: Centro Democrático, 18 escaños; Cambio Radical, 16; Partido Conservador, 14; Partido Liberal; 14, Partido Social de Unidad Nacional (La U), 14; partido MIRA (Movimiento Independiente de Renovación Absoluta), 3; y movimiento Colombia Justa Libres, 3.
En Cámara son así: Centro Democrático, 32 congresistas; Cambio Radical, 30; Partido Conservador, 21; Partido Liberal, 35; La U, 25; MIRA, 1; Colombia Justa Libres, 1 y Opción Ciudadana, 2.
Oposición
En contrapartida, Gustavo Petro asumirá una curul en el Senado y su fórmula vicepresidencial Ángela María Robledo un escaño en la Cámara.
Sobre el papel, se puede decir que Petro recibió en las urnas un mandato para formar una sólida, aunque minoritaria, oposición a Duque.
A partir del 20 de julio se estrenará el Estatuto de Oposición, materializado a la luz de los acuerdos de La Habana, que establece que las bancadas podrán declararse independientes, en oposición o como agrupación de Gobierno.
En el Congreso, la coalición podría estar conformada por 25 senadores y 21 representantes.
La composición sería así en Senado: Alianza Verde, 9 legisladores; Polo Democrático, 5; Lista de la Decencia, 4; partido Farc (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común), 5; Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) 1; y movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia (AICO), 1.
Esta coalición en la Cámara estaría integrada por la Alianza Verde, con 9 representantes; Polo Democrático, 2; Lista de los Decentes, 2; Farc, 5; Coalición Alternativa Santandereana (CAS), 1; MAIS, 2.
Sin embargo, esta fuerza opositora tendrá que estar mediada por un acuerdo que se concrete, en primer lugar, en las regiones de cara a los comicios de octubre de 2019.
Sin duda, la remontada electoral de Petro fue ayer significativa, pero el movimiento Colombia Humana no puede desconocer que en la hazaña de casi duplicar la votación del 27 de mayo debieron tener una intervención protagónica los sufragantes de la Coalición Colombia, así su candidato Sergio Fajardo haya preferido votar en blanco. No se menciona aquí lo que pudieron influir los votantes de Humberto de la Calle, porque no tienen representación en el Congreso: el Partido Liberal está con Duque desde la primera vuelta.
¿Independientes?
Queda pendiente por saberse la orientación de los congresistas elegidos por la circunscripción especial afrodescendiente. Son dos, uno avalado por el Consejo Comunitario Ancestral de Comunidades Negras Playa Renaciente (territorio ocupado desde 1800, cuando se denominó Puerto España, pero que ya se encuentra anexado a Cali, más exactamente a la vereda Cauquita-La Playa, del corregimiento Navarro, margen izquierda del río Cauca) y otro por el Consejo Comunitario la Mamuncia, de López de Micay, en el Pacífico caucano.
Es muy posible que estos congresistas se declaren independientes.
Como ya se ha dicho en EL NUEVO SIGLO, las 16 curules de las víctimas están bastante embolatadas, pero aun si se fueran a ocupar, no es posible marcarlas a priori como de izquierda o de derecha.
Los partidos Liberal y La U están ubicados a la derecha, con Duque, porque el primero ya hizo oficial su apoyo a esa opción, mientras el segundo tiene el uribismo en su ADN, aunque haya pasado ocho años manifestándose santista, lo que en todo caso no es más que un matiz, así los militantes del Centro Democrático no lo quieran reconocer.
Sin embargo, es conocido que esas bancadas no son uniformes. En el primer caso, aunque hayan apoyado a Duque abiertamente en la segunda vuelta (soterradamente desde la primera), los liberales tendrán una difícil afiliación al uribismo, particularmente entre los congresistas que sobrevivieron a los ocho años del mandato de Álvaro Uribe.
En La U, por otra parte, aunque a sus legisladores, como ya se dijo, les queda más fácil volver al uribismo, requerirán un mínimo de coherencia frente a temas como la corrección de los acuerdos de paz planteada por Duque.
Quizás haya sectores de estas colectividades que busquen declararse como independientes. Falta ver qué tanto peso tienen dentro de sus respectivas bancadas.
De otra parte, el presidente Juan Manuel Santos ha asegurado que no interferirá en la gestión de su sucesor. ¿Cumplirá? Y, si quisiera no hacerlo, ¿estaría en capacidad de liderar su partido y declararse independiente respecto del próximo mandatario?
Quiénes gobernarían con Duque
Duque ha dicho que la mitad del gabinete será femenino y que sus colaboradores tendrán menos de 40 años de edad. Algunos nombres podrían ser:
Miguel Ceballos, ministro del Interior
Carlos Holmes Trujillo, canciller
Alicia Arango, consejera para las regiones
Jorge Mario Eastman y Rafael Nieto suenan para ministros de Defensa
Juan Carlos Archila, ministro de las TIC
Felipe Buitrago, director de Planeación Nacional
Claudia Jiménez, ministra de Minas
Aníbal Gaviria, ministro del Trabajo (aunque también se habla de Sofía Gaviria como directora de la Unidad de Víctimas)
María Paula Correa, secretaria privada
Samuel Azout, ministro de Educación
Adriana Soto, ministra de Ambiente.
Nicolás Uribe, ministro de Comercio Exterior
Manuel Enríquez, ministro de Agricultura
Alicia Eugenia Silva, consejera para Bogotá
Camilo Gómez, comisionado de paz
Algunas de las fuentes incluyeron a Ángela María Orozco, mano derecha de la nueva vicepresidenta, aunque sin que se mencionara cartera alguna.