La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad rechazó los dos recientes hechos de violencia ocurridos en los departamentos de Chocó y Cauca.

“La Comisión de la Verdad expresa una voz de indignación y condolencia para las comunidades indígenas del resguardo Río Valle y Boroboro, y en particular la comunidad de Bakuru Purru, por la muerte violenta de que fue víctima Miguel Tapí Rito, líder indígena que se había caracterizado por ser uno de los pioneros de la Organización de su Resguardo de Bahía Solano”, dice el comunicado.

Recuerda la Comisión que el viernes 4 de diciembre de 2020 fue sacado de su casa y asesinado por grupos armados, hecho que trajo como consecuencia el desplazamiento masivo de las comunidades de Posa Mansa, el Brazo, Bakuru Purru y Boroboro.

“Actualmente, se encuentran hacinados y desplazados alrededor de 1.000 indígenas en el corregimiento del Valle, municipio de Bahía Solano. Urge prestarles ayuda de emergencia en comida, frazadas y atención médica. Y se requiere que el Gobierno nacional, a través de sus instituciones y organismos competentes, haga presencia para rodear esta comunidad en estos momentos tan difíciles”, agrega.

Y frente a los hechos registrados el pasado fin de semana en el norte del Cauca, dice que en menos de 12 horas, entre la noche del 5 de diciembre y la madrugada del 6 de diciembre, se presentaron cuatro graves hechos de violencia: una masacre, dos homicidios de comuneros, entre ellos, el hijo de una lideresa indígena, una amenaza individual al coordinador de la Guardia Indígena y una amenaza colectiva a la Asociación de Cabildos del norte del Cauca.

“Los hechos ocurridos se suman a las 12 masacres que se han registrado en este departamento en lo que va corrido del año, así como a los líderes y lideresas sociales, defensores de derechos humanos, y personas en proceso de reincorporación asesinados”.

“La Comisión de la Verdad expresa solidaridad con las víctimas y sus familiares, y llama a las autoridades departamentales y nacionales a aunar esfuerzos institucionales en acciones efectivas que protejan la vida e integridad de las comunidades, sus líderes y lideresas y que conlleven a confrontar y superar los factores de persistencia generadores de la repetición del conflicto en este territorio” añade el documento.