El gobierno colombiano defiende una "solución latinoamericana" a la crisis generada por el asalto policial a la embajada de México en Quito, dijo este martes en la ONU el canciller Luis Gilberto Murillo.
"Creemos que es importante avanzar en una solución latinoamericana, superar esta incómoda situación para todos y consideramos que hay escenarios donde podemos llegar a un entendimiento", dijo en una breve declaración a la prensa el canciller tras participar en la sesión trimestral del Consejo de Seguridad sobre los avances del plan de paz de su país, de 2016.
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"Estamos ofreciendo los buenos oficios de Colombia y de la comunidad latinoamericana para poder superar este hecho que ha impactado muy negativamente a la región", dijo.
El próximo viernes está prevista una reunión virtual de presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convocada por la denominada 'troika' de este organismo en la que participan la mandataria de Honduras, Xiomara Castro, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
La idea es que "pueda salir un comunicado conjunto" de dicho encuentro y buscar "mecanismos o hacer un llamado para la solución pacífica y armoniosa de esta situación tan incómoda a nivel diplomático" en la región, dijo por su parte la vicecanciller colombiana Elisabeth Taylor Jay.
La presidencia hondureña aseguró el lunes que la idea es "promover un diálogo para normalizar las relaciones" entre Ecuador y México, y en caso contrario, "tomar posiciones políticas [contra Ecuador], ya sean estas en conjunto, bilaterales o en organismos internacionales para obligarle a su cumplimiento".
Además de la CELAC, Murillo también barajó la "ruta" ONU o de la Organización de Estados Americanos (OEA) para solucionar la crisis.
"Todos estos escenarios deben contribuir a que se encuentren áreas de entendimiento", zanjó el canciller.
México rompió relaciones con Ecuador tras un operativo dentro de su embajada en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, acusado de corrupción, y a quien México otorgó asilo.
La incursión dentro de la sede diplomática, sin antecedentes recientes en el mundo, ha sido condenado por una treintena de países, entre ellos Estados Unidos y naciones europeas, y organismos internacionales como Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos.