Contagiado con coronavirus, así fue el resultado que recibió ayer el senador Laureano Acuña, quien de inmediato lo hizo público señalando que tomó las medidas de aislamiento para cuidar a su entorno familiar e hizo un llamado a la ciudadanía, especialmente de Barranquilla y el resto del Atlántico, a protegerse. Es el segundo parlamentario de los 280 que tiene el Congreso en ser infectado, pues el primero fue el representante por Caldas, José Luis Correa, el pasado 4 de junio.
Sin embargo, es de anotar que los dos contrajeron el patógeno fuera del Congreso, posiblemente haciendo trabajo social, pues en el caso del Senado llevó a cabo sus sesiones desde abril pasado, de comisiones y plenaria, de manera virtual tanto por las restricciones de aislamiento que impuso la cuarentena que ordenó el presidente Duque para controlar la expansión del virus, como por la cautela que tuvo el hoy saliente presidente de la Corporación, Lidio García, quien defendió que los legisladores trabajaran desde sus casas por el peligro que significa reunirse en el Capitolio Nacional.
La Cámara también sesionó de manera virtual durante el segundo periodo de la legislatura que llegó a su fin el pasado sábado; no obstante, la plenaria acogió una proposición para que la misma sesionara de forma semipresencial, que consistía en que en el Salón Elíptico del Capitolio se reuniría la mesa directiva y un parlamentario en representación de los diferentes partidos. El resto de legisladores participaban desde sus casas virtualmente.
La primera sesión semipresencial se produjo el pasado 15 de mayo, sin embargo, este experimento terminó el pasado 4 de junio, cuando el representante y médico Correa anunció que contrajo el virus.
La noticia causó alarma porque Correa fue uno de los legisladores que participó en sesiones semipresenciales, en donde llamó la atención porque usaba una sofisticada mascarilla. No obstante, el Parlamentario consideró que pudo haberse infectado al hacer trabajo social en la pandemia o en su traslado hacia Bogotá para ir al Congreso.
Por su parte, el senador conservador Acuña explicó en un comunicado que desde el mismo momento en que sintió los síntomas, se aisló completamente y no permitió salida ni entrada de ninguna persona a su vivienda.
A su vez, añadió Acuña “sabemos que no es fácil porque muchos deben salir a trabajar y buscar el pan diario para sostener a sus familias y cumplir con sus obligaciones, pero es necesario cuidarse… Por mis responsabilidades con mi comunidad y mi país, me tocó salir y cumpliendo con los sistemas de bioseguridad y sin saber cómo, adquirí la pandemia de Covid-19”.
Las alertas sobre la salud de Acuña se encendieron el pasado jueves, pues cuando participaba en la sesión virtual de la plenaria del Senado en la que se discutía la cadena perpetua para asesinos y abusadores de niños, pidió permiso para retirarse porque tenía fiebre, tos y desaliento generalizado.
Poco después se practicó la prueba para Covid-19, que como se dijo, ayer le entregaron el resultado dando positivo para nuevo coronavirus.
Hay una situación para tener en cuenta y es que Acuña, de acuerdo con lo señalado, empezó a sentirse mal el pasado jueves, pero un día antes participó en una reunión en Barranquilla por el crecimiento acelerado de la pandemia en esta ciudad y el departamento del Atlántico, en la que estuvieron todos los congresistas de la Costa Norte, los ministerios del Interior, de Salud, de Hacienda, el Alcalde de Barranquilla, la Gobernadora del Atlántico, para buscar soluciones a la grave crisis.
El senador Armando Benedetti, quien impulsó este encuentro, trinó ayer “desde que Laureano Acuña dijo que era posible que tuviera Covid-19, me hice la prueba y el resultado fue negativo. La incertidumbre y el miedo que tuve, sin duda, lo volvería a tener si hay otra reunión para seguir ayudando al departamento del Atlántico en esta crisis”.
En tanto que la senadora María del Rosario Guerra dijo “hago votos al Altísimo por la salud y pronta recuperación del senador Laureano Acuña Díaz”.
Incertidumbre sobre sesiones
El próximo 20 de julio debe instalarse la tercera legislatura del Congreso, sin embargo, por el momento no se sabe si las sesiones tendrán que seguir de forma virtual debido a la pandemia, se insistirá en las semipresenciales o se harán presenciales con los riesgos que ello trae.
El próximo 1º de julio finalizará la cuarentena y con ello, a los parlamentarios se les facilitará desplazarse desde sus regiones a Bogotá para sesionar. No obstante, el problema es cómo reunirse manteniendo el distanciamiento social, lo cual es muy complicado especialmente en la Cámara porque tiene 172 representantes.