La academia sigue analizando los problemas del país con una mirada científica, además que es uno de los pocos sectores que no han sido permeados por la corrupción.
Así lo manifestó el exmagistrado de la Corte Constitucional y catedrático José Gregorio Hernández, quien es el rector de la extensión en Bogotá de la Universidad del Sinú, que arranca con el programa de Derecho.
EL NUEVO SIGLO: Las universidades se están llevando para su dirección a magistrados y exmagistrados, lo decimos por su caso, por Juan Carlos Henao y otros más…
JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ: Bueno, creo que la academia quizá es uno de los pocos sectores del país que no está permeada por la corrupción, hay en la academia valiosos exponentes en las distintas universidades y siempre desde el punto de vista de la academia se analizan los problemas del país objetivamente. A veces decimos cosas duras desde la academia respecto al Gobierno, el Congreso, la misma Corte Constitucional, Corte Suprema, el Consejo de Estado. Lo hacemos porque desde la academia miramos al país con criterio científico y con conocimiento de causa. Entonces por eso es natural que alguien que ha estado, como en mi caso, 33 años como profesor universitario, como académico, se incline precisamente por ese tipo de análisis objetivos.
Usted me ve frecuentemente hablando, unas veces hablo en favor del Gobierno, otras veces hablo en contra, otras veces hablo a favor de la Corte Constitucional, otras veces critico a la Corte Constitucional, al Consejo de Estado o a la Corte Suprema. ¿Por qué? Porque el análisis no es tanto sobre las personas sino sobre el contenido de sus actos, y eso es muy importante que despersonalicemos todo esto y que lleguemos a un esquema en que las cosas se miren objetivamente como lo hace la academia, sin estar descalificando a las personas como tal.
Creo que uno de los peores problemas que hemos tenido en el país en los últimos años ha sido precisamente ensalzar a unas personas específicamente consideradas, que se han convertido en caudillos, o demeritan a otras como tales sin fijarse en el c0ntenido de lo que hacen o de lo que dicen.
ENS: Por ejemplo…
JGH: Para poner cualquier ejemplo, presidentes de la República que han sido atacados o que han sido defendidos a ultranza por ellos y no por el c0ntenido de lo que hicieron o de programas que planearon para el país. Lo mismo pasa con los funcionarios judiciales, entonces uno ve en la prensa sacrificado al Procurador por parte de un sector, pero en otro sector defendido a ultranza, sin fijarse que hay distintas expresiones, distintos conceptos de cada uno de los funcionarios, que no necesariamente implican descalificar a la persona o alabarla sino aquello que viene en cuanto a su actividad.
ENS: ¿Cómo se vincula a la extensión de Unisinú en Bogotá?
JGH: La Universidad del Sinú lleva 40 años en la costa Atlántica con un prestigio enorme, con una calificación de alta calidad en sus 33 programas que tiene de pregrado, y también en Cartagena. En general en toda la costa Atlántica se reconoce abiertamente que la Universidad del Sinú ha venido desarrollando una actividad importantísima para la formación de los líderes, que esa es la característica suya, y es lo que queremos hacer en la facultad de derecho que estamos iniciando en Bogotá.
Me han dado una responsabilidad enorme, me han conferido un honor muy grande, que lo he aceptado, y que es a la vez un desafío porque no es fácil establecer una universidad que va a tener a derecho como el primer programa. En Bogotá hay mucha competencia como se sabe, pero tenemos unos valores, tenemos unos principios, una experiencia a lo largo de muchos años.
‘Sin pelos en la lengua’
El catedrático dijo que a veces suena duro lo que dice la academia, “pero lo hacemos precisamente porque tenemos el concepto de que en Colombia se hace necesario decir las verdades. Y creo que el sector que dice más verdades es el académico en las distintas universidades, en la Universidad Nacional, en la Javeriana, en el Rosario, en los Andes, en fin, se dicen las verdades y eso es importante para el país”.