Se volvió a aplazar en la Corte Constitucional el debate sobre la despenalización total del aborto. Sin embargo, la discusión pública respecto a si mantener, aumentar o eliminar las causales para no judicializar la interrupción voluntaria de un embarazo sigue creciendo.

La Iglesia Católica colombiana tiene una postura firme al respecto. EL NUEVO SIGLO habló con monseñor Francisco Ceballos, Obispo de Riohacha y presidente de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia. 

El alto prelado, encargado en la Conferencia Episcopal de ser el vocero sobre este delicado tema, profundiza los argumentos de la Iglesia contra el aborto, replica las tesis de los partidarios de despenalizarlo y responde en torno a si el asunto debería ser llevado al constituyente primario, vía referendo o plebiscito.

EL NUEVO SIGLO:- En un país de mayoría católica como Colombia ¿Cuál es la postura de la Iglesia sobre el aborto? 

MONSEÑOR FRANCISCO CEBALLOS: La postura es la que la Iglesia siempre ha mantenido, de acoger y proteger toda vida humana como un don sagrado de Dios. Acoger y proteger toda vida humana desde el momento de la fecundación hasta su muerte natural.

ENS:- ¿El papa Francisco ha flexibilizado en alguna proporción la postura doctrinaria de la Iglesia sobre la interrupción voluntaria del embarazo?

MFC:- No, de ninguna manera, el Papa Francisco sostiene la misma postura de acogida a la vida naciente, al igual que sus predecesores, siguiendo la enseñanza de nuestro Señor Jesucristo.

ENS:- ¿La Conferencia Episcopal tuvo oportunidad de intervenir ante la Corte Constitucional para expresar su postura sobre el aborto?

MFC:- Ante la Corte Constitucional se han realizado múltiples intervenciones desde el año 2005 manifestando con toda claridad la postura de la Iglesia en favor de la vida de los bebés por nacer y de sus madres, en concordancia con la propia Constitución en su espíritu y en diferentes artículos en donde se expresa de manera clara y contundente la defensa de toda vida humana.

Réplicas

ENS:- Los defensores de la despenalización general del aborto sostienen que al año miles de mujeres en Colombia arriesgan sus vidas al practicarse la interrupción del embarazo de manera clandestina ¿Esta es una razón válida desde el punto de vista de la Iglesia? 

MFC:- Lo que nosotros encontramos es que las mujeres con embarazos inesperados o en crisis lo que necesitan no es el aborto, sino el ser acogidas y apoyadas para que, a su vez, puedan seguir adelante con sus vidas y la vida que llevan en su seno. Los múltiples movimientos y fundaciones que auxilian a estas madres han comprobado que más del 95% de ellas acogen la vida y permiten el nacimiento de sus bebés, y no solo esto, salen adelante en sus vidas, sin las secuelas dramáticas que deja el aborto en el plano afectivo, psicológico, físico y espiritual.

Siempre el acoger la vida será una mejor opción que matar de manera cruel al bebé por nacer a través del aborto. Por lo demás, no es posible hablar de cifras de abortos clandestinos pues, como tales, no son medibles. De hecho, en este momento ni siquiera existen cifras de la práctica de abortos despenalizados.

ENS:- Otra de las razones de quienes buscan la despenalización total del aborto es que muchas mujeres han terminado en problemas judiciales porque es difusa y contradictoria la actuación de los jueces y fiscales a la hora de evaluar si se cumplió con alguna de las tres causales exentas… ¿Es válida esta otra razón?

MFC:- La información que tenemos es que no existe ninguna mujer en la cárcel por abortar. Lo que sí ha sucedido de manera muy triste es que desde el 2006 con la despenalización se viene promoviendo muy agresivamente esta práctica de muerte. Se presentan además presiones muy fuertes al personal de salud para que se practique el aborto; a las mamás en gestación, sin solicitarlo, se les ofrece el aborto como alternativa al embarazo, como parte del protocolo que debe seguir todo el sistema.

Recordamos con gran dolor el caso del bebé Juan Sebastián, de Popayán, que fue abortado de casi 8 meses de gestación, a pesar del clamor de su papá, Juan Pablo, pidiendo por su vida. Él se comprometió a cuidarlo, a educarlo; y sin embargo, el bebé, que estaba completamente sano, que fue fruto del amor de sus padres y que estaba siendo gestado por su mamá en condiciones adecuadas de salud, fue abortado sin misericordia, a pesar del clamor de toda Colombia por la vida de JuanSe.  

Esto no puede seguir sucediendo. El aborto nunca es la solución, la vida siempre será la mejor opción y desde la Iglesia realizamos multiplicidad de acciones para apoyar a esta vida naciente, a sus madres y padres.

Creo, entonces, que una despenalización total del aborto lo que hará será aumentar los graves problemas que esta práctica destructora de vidas genera en las mujeres, los hombres y la sociedad entera.

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Objeción de conciencia

ENS:- ¿En Colombia se ha estructurado la objeción de conciencia para los médicos y otras personas que se oponen a practicar un aborto?

MFC:- No existe una legislación clara para ejercer el derecho a la objeción de conciencia. La Corte Constitucional, de manera extraña, la limita en el caso del aborto e inclusive la prohíbe para las instituciones, de forma que se busca imponer a todo el sistema de salud esta práctica. Es una posición paradójica pues se obliga a los colombianos a pagar, a través de sus aportes a la salud, la muerte de los bebés por nacer por medio del aborto, que es un procedimiento cruel y sanguinario. 

Valdría la pena preguntarse ¿Quién o quiénes ganan realmente con el aborto? 

ENS:- Quienes se oponen a la despenalización del aborto en todas sus formas, consideran que este no es un tema que deba definir la Corte o el Congreso, sino que se someta a consideración de la ciudadanía directamente, mediante un plebiscito o referendo ¿Es una salida viable?

MFC:- En este momento no existe ninguna ley de la República que legalice el aborto. El artículo 11 de la Constitución es, además, muy claro: “la vida humana es inviolable, no habrá pena de muerte”. Existe solo una despenalización a partir de la sentencia C355 de 2006, es decir sigue siendo un grave atentado contra la vida pero no se penaliza en tres causales.  

Creo que lo que convendría es que se respete nuestra Constitución y las leyes de la República. En todo caso, si se quiere legalizar el aborto, que sea a través de una discusión en el Congreso de la República, mediante un proyecto de acto legislativo, pues se deberá cambiar la Constitución o, en su defecto, que sea a través de Referendo, o incluso mediante una asamblea constituyente, pues estos son los mecanismos que la propia Constitución contempla para su reforma.

ENS:- ¿Cuál es el mensaje que la Iglesia le envía a todos los creyentes en estos momentos en que la Corte Constitucional va a definir sobre uno de los temas más fundacionales de la doctrina: el derecho inviolable a la vida?

MFC:- La vida es un don Sagrado, todo ser humano está en el deber y la obligación de protegerla y acogerla. Si no lo hacemos así, pondremos en riesgo nuestras propias vidas, las de la humanidad, pues si no se respeta y se cuida la vida de los más inocentes e indefensos, cualquier crimen, por más abominable que sea, se justificará y se nos impondrá, solo hará falta tener suficiente fuerza para lograrlo.

Tenemos la confianza en que, al final, la vida triunfará sobre los promotores de la cultura de la muerte.