2020, el año de las fracturas partidistas | El Nuevo Siglo
Foto: cortesía.
Viernes, 11 de Diciembre de 2020
Redacción Política

El presente año ha sido especialmente complicado para los partidos políticos, no solamente por las dificultades que les ha significado la pandemia, sino por las fuertes controversias que en algunos casos derivó en fracturas internas. Es el caso del Polo Democrático en donde se llegó al punto de la escisión de un sector, en tanto que en otros hubo renuncias y expulsiones.

Sin duda la emergencia sanitaria impactó a los partidos, comenzando porque tuvieron que hacer su convención nacional, que por ley para varios de ellos era este año, de forma virtual. Esa situación la vivieron el Partido Conservador, La U, el Partido Liberal y Cambio Radical.

En ese sentido muchos rememoraron las convenciones que hasta antes de que el virus llegara a Colombia se realizaban de forma presencial con la participación de más de mil delegados de todo el país. El problema es que nada garantiza que en 2021 mejore la situación por la crisis sanitaria y se flexibilicen las restricciones a las reuniones masivas, por lo que por ejemplo el V Congreso Nacional del Polo, en marzo de 2021, no se sabe si tendrá que hacerse virtual.



Las fracturas

En el Polo en octubre pasado haciendo uso del mecanismo de la escisión se retiró el senador Jorge Robledo junto con el sector que encabeza, por diferencias ideológicas con la dirección. De esta forma se puso fin a una relación que se extendió por 14 años.

El sector que hizo maletas está integrado por el representante a la Cámara, Jorge Gómez, y una treintena de otros directivos del MOIR que conformaron ahora el movimiento Dignidad que acompañaría la aspiración presidencial de Robledo.

En cuanto al Polo la partida de Robledo es un duro golpe porque con él se fueron 226 mil votos que alcanzó en los pasados comicios, lo que obliga a esta colectividad a fortalecerse con otros nombres para alcanzar el umbral en las elecciones de 2022.

En tanto que en La U a mediados de octubre pasado los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti anunciaron que renunciaban por no estar de acuerdo con el apoyo de la colectividad al actual Gobierno. No obstante el mismo día que los parlamentarios daban esta noticia, el Partido procedió a expulsarlos, argumentando “faltas gravísimas de violación al régimen de bancadas”, además de “efectuar comentarios públicos que perjudiquen la imagen del Partido o los miembros del Partido”.

Barreras busca sumar fuerzas políticas y no se descarta que aspire a la presidencia en 2022; Benedetti, por su parte, en un inesperado giro manifestó sus afectos por la Colombia Humana, de Gustavo Petro.



Mientras que también el senador Rodrigo Lara anunció su decisión de renunciar a las filas de Cambio Radical.

Por otro lado, en el Partido ASI tras determinar mediante un proceso que adelantó el Tribunal Disciplinario y de Ética Nacional que el senador Jonathan Tamayo contravino los estatutos, procedió a expulsarlo.

Tamayo fue elegido por la coalición de la Lista de la Decencia, integrada por partidos y movimientos de izquierda y alternativos, pero se alineó desde el principio de esta administración con el Centro Democrático y con la coalición de Gobierno.

Más votos que se fueron

El Centro Democrático también sufrió un duro golpe con la renuncia en agosto pasado del expresidente Uribe al Senado, pues para 2022 habría perdido su enorme caudal electoral, que en los comicios de 2018 le reportó a este 875 mil votos, que soportan en gran medida las 19 curules que esta colectividad logró en Senado.

Mientras que la renuncia le significó a Uribe que la investigación que se le sigue por su presunta participación en la fabricación de testigos pasara de la Corte Suprema a la Fiscalía,  por su lado obliga al Centro Democrático a rediseñar su estrategia de cara a las parlamentarias de 2022 con el objetivo de mantener las mayorías en el Senado, pues si bien el expresidente sería protagonista en esta campaña, si su situación jurídica lo permite, no es lo mismo que si fuera la cabeza de lista como en los dos anteriores comicios.

La Alianza Verde tiene el mismo problema porque el Consejo de Estado anuló la elección de Antanas Mockus en el Senado, al determinar que incurrió en una inhabilidad porque figuró como representante legal de una firma que había celebrado un contrato estatal seis meses antes de su elección en 2018.

Mockus obtuvo 540 mil votos en esos comicios, los que permitieron a la Alianza Verde alcanzar 9 curules en el actual Congreso. Aunque el académico puede aspirar en las próximas elecciones, ha estado alejado de la actividad política recuperándose de sus problemas de salud.



Panorama que se vive

La U en noviembre pasado realizó su IX Asamblea Nacional que significó una reorganización de sus estructuras para las próximas elecciones y la llegada de la exgobernadora Dilian Francisca Toro a la dirección de la colectividad.

Los convencionistas presentes dijeron que se espantó el fantasma de una supuesta desintegración del Partido y se comprometieron a que la colectividad se mantenga protagonista.

En tanto que el Partido Liberal en agosto pasado hizo su VIII Convención Nacional en la cual fue confirmado en la jefatura única el expresidente César Gaviria, quien ratificó que la colectividad se mantiene independiente porque según él la relación con el Gobierno nacional es “inexistente”.

En las toldas del Partido Conservador en su Convención Nacional de septiembre pasado se propuso liderar un gran entendimiento nacional que vincule a los distintos sectores políticos, gremios, academia, asociaciones y minorías étnicas, a fin de llegar a un gran acuerdo sobre lo fundamental.

En la segunda proposición, la organización conservadora “saluda a las demás fuerzas políticas del país y las invita a iniciar a la mayor brevedad conversaciones tendientes a llegar a un entendimiento nacional sobre los aspectos políticos, sociales y económicos que más afectan al pueblo colombiano, que pueda convertirse en una hoja de ruta para el país en esta tercera década del siglo XXI”.