Vanesa Romero
Periodista EL NUEVO SIGLO
Cuando el país y el mundo están expectantes frente al desarrollo de los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc, algunos sectores de la agricultura muestran su preocupación por la “escasa agenda” en política de tierras que han planteado y exigen ser escuchados.
Según se ha dicho, este tema será el primero que se abordará en Cuba en cuanto a políticas de desarrollo agrario integral se refiere, incluyendo sustitución de cultivos ilícitos pero en opinión de algunos sectores, los puntos no son realmente claros y favorables y sí faltan varios por incluir.
Así lo considera el presidente Nacional de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia (Anuc), Luis Alejandro Jiménez para quien lo fundamental es tener claro cuál va a ser la postura y el modelo que va a tener el Gobierno frente al tema.
“Si va a seguir siendo un modelo como hasta ahora se ha aplicado en el que el Gobierno simplemente lo que hace es animar la oferta y demanda, o es uno de verdadera intervención a la estructura de la propiedad de la tierra” se pregunta Jiménez.
En diálogo exclusivo con EL NUEVO SIGLO, plantea que es necesario analizar si “se va seguir hablando por muchos años de lo mismo”, ya que sería ideal que el modelo de tierras sea uno en el que “definitivamente el Gobierno se comprometa a adoptar instrumentos que intervengan la estructura de la conformación de la propiedad”.
En caso de que el Ejecutivo tenga esto en cuenta “uno puede llenarse de esperanzas”.
La distracción
Al ser preguntado sobre el actuar del Gobierno sobre el particular, indicó que hasta el momento la postura ha sido la de no tocar ese tema pues “hablando de este Gobierno, uno ve que hay una voluntad y que hay manifestaciones pero las acciones no se ven”.
Puso como ejemplo que las decisiones de Gobierno, aseguró, se han centrado en el tema de restitución de tierras que si bien “es muy valioso e importante, que apoyamos y aplaudimos, por momentos siento que se nos está convirtiendo en un distractor del proceso”.
Para Jiménez, la restitución de tierras en sí no es un proceso de reforma agraria ni uno que modifique la estructura, “simplemente es devolverle la tierra que le arrebataron por la fuerza a un grupo de campesinos, eso es valioso y lo apoyamos pero no quiero que se nos convierta en la zona del otro proceso”.
Faltan definiciones
El presidente Nacional de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia insistió en que hay que definir, de cara al proyecto de tierras y desarrollo rural, qué es lo que realmente se quiere hacer con este tipo de políticas.
Pidió conocer si la verdadera intención del Gobierno es la de intervención puesto que “hoy uno ve que no hay programas de tierras para campesinos. Incluso, el mismo Incoder hace convocatorias para poblaciones afrocolombianas y desplazados pero no para los campesinos que están en la actividad productiva y que quieren mantenerse ahí”.
Reconoció que entre los desplazados, la mayoría de la población es campesina pero no ve que se materialice una oferta de intervención y compra directa de tierras para tales labriegos, por ello “están obligando a los campesinos a mentirle al Estado y hacerse pasar por desplazados, eso es un tema muy grave”.
Otro dolor de cabeza
Trajo a colación el punto de los predios baldíos y manifestó que el problema muy serio puesto que pese a que el Incoder ha intentado hacer algunas titulaciones, “se ha encontrado con que no las puede hacer pues el país está concesionado casi todo a la minería”.
Adicional a ello, otra de las preocupaciones para los campesinos es la de una iniciativa que explica que donde hay concesiones mineras no se puede titular predios baldíos a 500 metros a la redonda, “privilegiando el interés de un empresario minero particular por encima de la producción de alimentos. Eso es gravísimo y necesitamos revisarlo”.
Para Jiménez aún no es claro quién va a ser el interlocutor de las propuestas de los campesinos. “Obviamente no van a ser las Farc porque hemos sido sus víctimas”, añadió.
Enfatizó en que no se sienten representados por el Gobierno en ese escenario de los diálogos y “hemos visto la visión del Gobierno y de la guerrilla pero pedimos que también, obviamente, tengan cabida nuestras propuestas pues a los campesinos nos han golpeado por todo lado el Gobierno y la guerrilla”.
¿Conveniencia?
La posición del presidente de la Federación Colombianade Ganaderos (Fedegan), José Félix Lafaurie, es la ya reiterada por el gremio y es que “buena parte de los temas que se van a discutir han sido los que el gremio de manera ha puesto sobre la mesa sobre desarrollo rural”.
Lo único nuevo, aseguró, es que el Gobierno “se sienta a negociar sobre una política de desarrollo rural porque se lo dice la guerrilla, cuando era mucho más fácil sentarse a identificar todos los elementos con los que hay algún grado de significado para los ganaderos”.
Algo claro para Lafaurie es que no se debe poner sobre la mesa lo concerniente a la propiedad privada, “al modelo de desarrollo, la economía de mercado en el sector agropecuario y la libre empresa ya que son cosas que no tienen por qué discutirse en esa mesa”.
Reiteró que se escuchan algunos puntos fríos, una declaración “altisonante de la guerrilla pero no hay una posición del Gobierno en una dirección”.
El presidente de Fedegan cree que no hay opción alguna para que no se devuelvan las tierras sea quien sea el autor de la usurpación, “eso no es discutible”.
Es poco optimista en que el final de esta mesa sea un acuerdo equitativo basándose en lo dicho en su momento por alguno de los insurgentes. “Cuando un tipo dice que no le importan las víctimas y que los únicos son ellos, eso demuestra que hay muchos elementos que indican que no quieren”.
Posición similar es la del presidente de la Federación Nacional de Arroceros, (Fedearroz), Rafael Hernández para quien la política agraria “debe depender del Gobierno y no de la guerrilla, pero como las Farc son supuestamente ‘agraristas’, entonces ponen sobre la mesa algunos temas del sector agropecuario y en ningún momento están tocando los TLC”.
También enfatizó en que el Gobierno debe negociar con los gremios el desarrollo del sector agropecuario más que con cualquier otro sector, al tiempo que elevó una petición al Gobierno Nacional: “no hemos tenido de parte del Gobierno un verdadero desarrollo del sector, de infraestructura de riegos o de vías terciarias para agricultura”.
En cuanto a los créditos, sostuvo que más que subsidiados deben contemplarse créditos blandos de fomento. “Tiene que haberlos para que el sector agrícola pueda jalonar la economía y mejoremos la competitividad”.
También llamó la atención en cuanto a los flagelos de los que son víctimas los campesinos “como el boleto y las vacunas en varias del campo del país en donde hay más presencia guerrillera además de las bacrim. Esto en regiones como en los llanos y en la Costa”.