La Policía Nacional, en desarrollo de la operación ‘Operación Cullinan III’, desarrollada de manera conjunta entre la Interpol y la Policía Federal de Brasil, logró desmantelar una red internacional de tráfico de cocaína.
La red estaba conformada por seis colombianos, brasileños, italianos y libaneses, quienes aparentaban ser prósperos empresarios.
Los colombianos fueron capturados en operativos realizados en Valle del Cauca y La Guajira.
“Esta organización del crimen transnacional traficaba cinco toneladas de cocaína mensuales y abastecía a mafias de España, Bélgica e Italia”, precisó el Director de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto Rojas.
Los organismos internacionales lograron establecer que los cargamentos eran identificados con una marquilla en forma de un grano de café, y dentro de sus actividades se encontraba la comercialización de estupefacientes desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). La red controlaba rutas a través de Perú y Paraguay.
La ‘Operación Cullinan III’ comenzó desde el año 2016, cuando la Policía Federal de Brasil obtuvo los primeros indicios sobre las extrañas transacciones de un grupo de supuestos empresarios y ejecutivos, que adquirió una serie de bodegas para almacenar y exportar granito de alta calidad.
La droga era camuflada en piedras de tres metros de alto por seis de ancho, mediante la utilización de equipos de alta tecnología, para luego insertar cilindros metálicos repletos de cocaína. Luego tapaban los orificios con químicos y otros materiales que, después de un proceso de mezcla y secado, hacían imperceptible cualquier manipulación del granito.
La Policía Nacional de Colombia logró establecer, en noviembre del 2016, que la organización tenía planeado enviar un cargamento de cocaína desde Brasil, vía marítima, rumbo al puerto de Antuérpia, en Amberes (Bélgica), con destino final al puerto de Vigo (España). En ese entonces, en coordinación con las autoridades europeas, se logró incautar más de una tonelada de droga.
Los capturados son pedidos en extradición por la justicia de Brasil y deberán responder por los delitos de tráfico internacional de cocaína y conformación de organizaciones criminales.