Voces a favor y en contra se escucharon luego de la marcha convocada el fin de semana por parte del Centro Democrático.
Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, dijo: “lo que me parece muy poco creíble es que sea una movilización hecha sobre asuntos, como por ejemplo el desempleo, la desigualdad social, digamos las banderas sociales, de las que el propio ex presidente Uribe es corresponsable”.
Anotó Sanguino que muchas de estas circunstancias, económicas y sociales son heredadas de ocho años de gobierno, “es como si Uribe no hubiese pasado por el Gobierno y no tuviese responsabilidad en muchos de los asuntos que convirtieron en la bandera de movilización”.
Agregó además que “lo que me parece muy preocupante es que el Clan Úsuga y las autodenominadas autodefensas gaitanistas hayan aprovechado su paro armado para convocar a la misma movilización de Uribe”.
Sin embargo, Antonio Sanguino señaló que la marcha fue legítima, “me parece normal en cualquier democracia que las distintas expresiones políticas puedan hacer públicas sus opiniones sobre la agenda política nacional. Creo que es absolutamente lógico que el uribismo convoque a una movilización contra el proceso de paz y contra la búsqueda de una solución negociada”.
Entre tanto, la senadora María del Rosario Guerra manifestó que “pese a las versiones de los detractores de la marcha con las que se quiso descalificar la movilización, supuestamente porque a ella asistirían paramilitares o gente que no quiere la paz para Colombia; y pese a los rechazables paros decretados por el ‘Clan Úsuga’ para amedrentar a la gente que voluntariamente quería participar, la respuesta fue mucho más que positiva, fue contundente”.
Señaló la congresista del Centro Democrático que “las marchas demostraron que las posturas del Centro Democrático emanan de lo más puro de la democracia: la voz del pueblo, ese mismo que el presidente Juan Manuel Santos durante sus ya casi 6 años de gobierno no ha querido escuchar y del que se acuerda exclusivamente para cobrarle los errores de él y de su gabinete”.
“Mientras que el Gobierno no se conduele con su ciudadanía y varios de sus ministros hacen negocios a diestra y siniestra, el ciudadano común paga de su bolsillo los errores de Isagen, Ecopetrol, Caprecom y Reficar, por nombrar sólo algunos”, anotó.
La Senadora expresó también que “en el resto del país y en Montería, la ciudadanía ha dejado oír su voz y le ha dicho de frente al Presidente que no está de acuerdo con sus políticas, ni con sus decisiones, ni con lo acordado en sus diálogos en La Habana, ni con su desgobierno”.