La reserva de la información argumentada por el presidente del Congreso, Roy Barreras, sobre la financiación del viaje a Cuba de seis congresistas para hablar con las Farc, generó polémica.
Frente a la negativa, el periodista Félix de Bedout trinó que “no puede Roy Barreras negarse a decir quien pagó el viaje a la Habana. Es un viaje oficial que exige total transparencia”, preguntándose si “la respuesta es tan sencilla por qué no decirlo con claridad”.
Para encontrar respuestas, de Bedout, le transmitió la inquietud al representante Guillermo Rivera, del Partido Liberal, a quien le preguntó si “¿pueden los congresistas recibir ese tipo de financiación para un viaje oficial?”.
Rivera defendió la reserva, al explicar que si se tramitaba por el Congreso “tendría que ser aprobado en plenaria y se perdería la confidencialidad que se pretendía”.
Tras la presión ejercida para que se supiera el origen de los dineros, Rivera aceptó decirlo para que no quedara manto de duda, advirtiendo que lo hacia bajo su responsabilidad: “Los pasajes aéreos fueron financiados por la Fundación Ideas para la Paz”, agregando que “por lo general los viajes al exterior son financiados por ese tipo de organizaciones” y que “conozco a su director y son financiados a través de cooperación internacional”.
Además de Rivera y Barreras, de La U, viajaron Alfonso Prada, del Partido Verde; Gloria Inés Ramírez e Iván Cepeda, del Polo Democrático; y Juan Mario Laserna, del Partido Conservador. El desplazamiento se produjo el domingo y la reunión con las Farc tuvo como objetivo explicarle a la guerrilla la conveniencia de avanzar en los acuerdos para poder legislar en materia de paz con miras a la participación política de los subversivos.
Del mismo modo se buscaba transmitir la percepción del Congreso sobre los diálogos sobre el tema de las víctimas.