Las cifras de tierras para reparaciones se tienen que combinar con las de recuperación de terrenos baldíos, aclaró el superintendente de Notariado y Registro Jorge Enrique Vélez.
“Las tierras vuelven jurídicamente a manos de todos los colombianos. Así que las cifras se tienen que contar exactamente igual, como una sola, porque en los dos casos hubo despojo y recuperación”, explicó Vélez.
Así, según las cifras oficiales, habría listas 750.000 hectáreas de tierra para entregar, 410.000 que son baldíos del Estado y casi 350.000 recuperadas tras despojos a población en condición de desplazamiento.
Con esta explicación Vélez salió al paso de las críticas del senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, para quien la restitución de tierras es una burla a las víctimas.
Según Robledo, el Gobierno “insiste en manipular dando otras cifras sobre tierras que no son restituciones. Recuerdan a las gallinas que ofrecen poner diez huevos, ponen dos, pero cacarean treinta”
“En diciembre pasado, el presidente Juan Manuel Santos se ufanó porque en 2011 su gobierno tituló baldíos por 512.353 hectáreas, cifra que es inferior al promedio anual de 991 mil hectáreas de los veinte años anteriores. Y si no se tienen en cuenta las tierras para resguardos indígenas y comunidad negras, en 2011 se intervinieron 375.140 hectáreas, mientras que el promedio anual de los últimos 20 años fue de 387.872 hectáreas”, expresó Robledo.
Pero no es Robledo el único que cuestiona los guarismos. La contralora Sandra Morelli advirtió la semana pasada durante una audiencia en la Corte Constitucional que podría llegar a presentarse un posible detrimento patrimonial al Estado si la restitución de tierras sigue haciéndose solo con lotes baldíos de la Nación y luego toca comprarle terrenos a los victimarios.
Morelli le pidió al alto tribunal tomar cartas sobre el asunto, puesto que muchos de los actuales poseedores de tierras que se hicieron a ellas de manera ilegítima pretenden ahora venderlas para que el Estado pueda hacer efectiva la reparación.