Además de la natural consternación por el accidente el pasado martes de un helicóptero militar de fabricación rusa entre los municipios de Caucasia y Segovia, Antioquia, que dejó como saldo 10 muertos, el hecho llevó a que algunos pusieran en duda el mantenimiento que el Ejército está brindando a estos aparatos, teniendo en cuenta que no es el primer caso en los últimos meses.
El aparato cayó en un paraje rural de la cordillera central de los Andes. Al momento del accidente se registraban chubascos y había nubosidad.
El comandante de la División de Aviación Asalto Aéreo del Ejército, general Juan Vicente Trujillo, afirmó en rueda de prensa que la aeronave estaba “en óptimas condiciones de mantenimiento” y que la caída se trató de un “accidente el cual está siendo investigado”.
En el helicóptero viajaban cuatro tripulantes -dos oficiales y dos suboficiales-, y seis ocupantes, incluidos dos civiles que formaban parte del equipo de mantenimiento de combustibles de la Aviación Militar.
Habitantes de esa zona manifestaron haber visto cómo la aeronave volaba a baja altura y posteriormente escucharon una explosión.
El evento ocurrido con el helicóptero sigue siendo manejado como un “incidente” por parte de las autoridades, al paso que confirmaron que la aeronave salió desde Caucasia hacia Segovia para participar en operaciones militares.
En octubre pasado, diez personas resultaron heridas por la caída de un helicóptero militar tipo Huey II, de fabricación estadounidense, cerca de Bello, también en Antioquia.
En junio de 2016, 17 militares murieron en un accidente de otro helicóptero militar MI-17 en el centro de Colombia, atribuido al mal tiempo.
El senador del Partido Centro Democrático, Alfredo Rangel, dijo hace algunas horas que “está fallando el mantenimiento en la Aviación de Ejército. Seis helicópteros accidentados en los últimos años es inaudito. Cerca de treinta muertos y decenas de heridos obligan una investigación de los entes de control”.
Sin embargo el comandante del Ejército, general Ricardo Gómez, explicó en W Radio que “nuestra aviación del Ejército en los últimos dos años hemos tenido cuatro accidentes, de los cuales dos han sido producto de toma de decisiones equivocadas, lo que se conoce como error de factor humano generadas por factores cambiante meteorológicos. Tenemos una topografía supremamente compleja en nuestro país, y hay dos que aún se encuentran en etapa de investigación. Cabe anotar que nuestras tripulaciones cumplen misiones con un alto grado de complejidad, obviamente en condiciones topográficas extremas. Pero aun así los índices de accidentalidad comparados con otras aviaciones del mundo es mucho menor que el nuestro”.
El general Gómez dijo que la hipótesis más probable que manejan sobre las razones que motivaron el desplome del helicóptero y de acuerdo a la experiencia de la tripulación y la versión de los testigos del hecho, es que es “un accidente. Estaremos pensando y mirando en la investigación a ver si fue un error humano o de acuerdo a la investigación que hacen los técnicos, mirar si fue una falla en el helicóptero”.
El oficial aseguró que “el mantenimiento es extraordinario, estos helicópteros cumplen con todos los protocolos establecidos en el programa de mantenimiento autorizado por la casa fabricante”.
En las últimas horas también se escucharon voces desde el uribismo por otro accidente que impactó al país: el desplomo del puente Chirajara en la vía Bogotá – Villavicencio, que cobró la vida de 9 personas. El senador Ernesto Macías dijo que “además del contratista y el interventor, Santos y su Gobierno deben asumir responsabilidades en el gravísimo caso del Puente que se desplomó. Se perdieron vidas, y recursos del Estado”.