Las grandes diferencias de desarrollo entre las zonas urbanas y el sector rural del país se han incrementado a pesar de los esfuerzos por reducir la condición de pobreza entre los colombianos.
Un informe de la Universidad Nacional señala que en los últimos cuarenta años ha sido visible el progreso para ciudades como Bogotá, pero en el país hay 14,8 millones de personas en el umbral de pobreza y 4,7 millones en la indigencia.
Indica el informe que desde el Gobierno de Alfonso López Michelsen se diagnosticaron las dos Colombias: la rural pauperizada y excluida y la urbana vinculada a la industria y a las finanzas, con ingresos altos, pero que convive con sectores marginales y empobrecidos.
Por eso se creó el Plan para Cerrar la Brecha (1975-1978), que esperaba “reducir la brecha entre el campo y la ciudad, entre barrios ricos y pobres, entre quienes tenían acceso a servicios de salud y educación y entre los analfabetos y desnutridos”.
En ese entonces, la inversión pública planeaba obras en ciudades intermedias y pequeñas. También en las zonas rurales que concentraban la población más pobre, donde convivían dos subsectores: el tradicional, de subsistencia; y el moderno, responsable de la producción de bienes capaces de penetrar los mercados internacionales, con facilidades para absorber tecnología e incrementar su productividad en forma acelerada.
Pero la distancia entre ambos espacios se mantiene cuatro décadas después, según lo confirman las cifras sobre pobreza e indigencia del DANE (2011- 2012). Mientras en el área rural la pobreza alcanza el 46,8 por ciento, en las capitales llega al 18,9 por ciento (El ingreso máximo per cápita en el campo es de 200.000 pesos).
La pobreza extrema (cuando alguien gana menos de $100.000 al mes) registra un 22,8 por ciento en el campo y un 2 por ciento en Bogotá. En total, el 32,7 por ciento de los colombianos está en el umbral de pobreza (14,8 millones), con leve reducción frente a 2011; mientras que la indigencia es de 10,4 por ciento (4,7millones), dos décimas menos con respecto al mismo año.
Contrario a lo que sostienen algunos analistas, Colombia no logra disminuir la pobreza y la desigualdad. Es más, se mantiene por encima de otros países latinoamericanos, donde el 30 por ciento vive con 120 dólares al mes y el 16 por ciento en extrema pobreza con menos de 75 dólares al mes según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Explica el análisis que la pobreza por departamentos evidencia la desigualdad regional: mientras Chocó tiene el 68 por ciento (el doble de la media nacional, que es del 32 por ciento), Bogotá registra el 11,6 por ciento (casi la tercera parte del promedio del país).
Entre los cinco más pobres en 2012 están Chocó (68,0 por ciento), Cauca (62,1 por ciento), Córdoba (60,2 por ciento), La Guajira (58,4 por ciento) y Magdalena (52,3 por ciento). Guajira y el Huila con (45,4 por ciento), que perciben cuantiosas regalías, no ven reflejados esos recursos en una mejor calidad de vida de sus habitantes.
En la otra orilla se encuentran Bogotá (11,6 por ciento), Santander (20,8 por ciento), Cundinamarca (23,3 por ciento), Antioquia (26,8 por ciento) y Valle del Cauca (26,9 por ciento), que concentran el mayor desarrollo económico y empresarial del país.
En pobreza extrema lideran Chocó (40,7 por ciento), Cauca (34 por ciento), La Guajira (28 por ciento), Córdoba (27 por ciento), Magdalena (23 por ciento) y Huila (18 por ciento). En contraparte están Bogotá (2 por ciento), Santander (4,6 por ciento), Atlántico (4,7 por ciento), Risaralda (5,1 por ciento), Cundinamarca (5,3 por ciento) y el Valle (5,5 por ciento), lejos de la media nacional (10,4 por ciento) en el 2012.
Al desagregar por departamentos el coeficiente de Gini del país (0,548), en el periodo 2010-2011, se ubican los cinco con mayor desigualdad: Chocó (0,56 por ciento), La Guajira (0,56 por ciento), Córdoba (0,55 por ciento), Huila (0,55 por ciento) y Cauca (0,55 por ciento). El coeficiente oscila entre 0-1, mientras más cercano al 1 mayor desigualdad. Con menor desigualdad están Cundinamarca (0,46 por ciento), Caquetá (0,48 por ciento), Atlántico (0,49 por ciento), Risaralda (0,49 por ciento) y Meta (0,50 por ciento).