Una sugerencia de la de la Escuela Wharton de negocios de la Universidad de Pennsylvania, a la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) pidió reinventar la marca colombiana Juan Valdez para aumentar su rentabilidad y dirigirla a los caficultores.
El consejo de la Escuela de negocios se enmarca en los retos y oportunidades del futuro para el grano nacional al decir que “para que el café colombiano siga siendo apreciado por los consumidores y mejorando así la calidad de vida de sus más de 500 mil productores, la FNC debe continuar a reinventar y fortalecer la marca Juan Valdez”.
Al tiempo que añadió que a medida que el mercado internacional del café se desarrolla, la Federación “jugará un papel cada vez más importante en asegurar un futuro positivo para los cafeteros colombianos y sus familias”.
Uno de los apartes de la publicación indica que debido a la aparición de la cultura superior-café, así como el desarrollo de los gustos del consumidor, el grano se ha convertido en una industria altamente competitiva, con un aumento de las recompensas potenciales y el valor añadido.
El artículo titulado, ‘Café en Colombia: Despertando a una oportunidad’, no deja de resaltar el papel que ha jugado el grano tanto en el ámbito nacional como internacional al decir que “los colombianos se enorgullecen de su reputación de granos de café de alta calidad, que resultan de rico suelo volcánico y predominantemente de sombra en el cultivo. Además, la alternancia de estaciones secas y húmedas admite dos cosechas, una que va desde septiembre a diciembre y otra el funcionamiento a partir de abril a junio”.
Cultivo
El artículo internacional, que fue destacado en la página de la Federación, agrega que debido a que el terreno en el que se cultiva el grano se opone a la posibilidad de mecanización significativa, “el café colombiano es cosechado a mano en su madurez óptima y limpiado para evitar mucílago de impregnando los granos (…). Este proceso difiere del de otros grandes crecientes de café en países como Brasil, donde es producido en forma masiva a altitudes inferiores a 3.200 metros y con frecuencia no se limpian inmediatamente. Además, el café brasileño se cosecha mecánicamente, produciendo lo que muchos creen que es un producto de menor calidad”.
En otro de los apartes se lee que en 2010, Colombia produjo 8,9 millones 60 kilos de sacos de café verde, que representa la primera etapa de la producción. Este cultivo se valoró en EU en US$2.3 billones. En términos económicos, esto significa que la producción de café representa el 16% del PIB agrícola nacional.
Añade que “granos de café verde son enviados en todo el mundo a diferentes empresas que asado, empaquetar y distribuir el producto terminado bajo una variedad de nombres de marca. Según la Federación Nacional de Cafeteros, en los últimos cinco años, al menos el 37% de las exportaciones de café de Colombia fueron enviados a los Estados Unidos, mientras que Alemania recibió más del 10%”.
Las prioridades
Líneas más adelante la Escuela Wharton de negocios de la Universidad de Pennsylvania explica que de acuerdo con Alejandra Londoño, vicepresidente de Negocios Internacionales de Juan Valdez, “una de las prioridades actuales de la Federación Nacional de Cafeteros es el desarrollo de estrategias de adaptación al cambio climático global. Este fenómeno ha dado lugar a períodos más intensos de lluvia, que tienen un impacto significativo en la producción de café”.