Piden que circunscripción afro sea exclusivamente territorial | El Nuevo Siglo
Viernes, 2 de Diciembre de 2011

Por los candidatos avalados por las organizaciones de las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras solo podría votarse en las poblaciones con más de cincuenta por ciento de esa composición racial.

Que por los candidatos avalados por las organizaciones de las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras solo se pueda votar en las poblaciones con más de cincuenta por ciento de esa composición étnica, es la propuesta que se abre paso, aunque con mucha resistencia, para mejorar su representación legislativa.


La idea le fue explicada a EL NUEVO SIGLO por el gobernador electo del Chocó Luis Gilberto Murillo.
Pero ya el sociólogo Daniel Mera había propuesto el año pasado la asignación de curules “exclusivamente a candidatos de territorios colectivos y de crear incentivos a los partidos para que incluyan en sus listas a líderes afrocolombianos”, tal como lo citó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su informe sobre Los Afrocolombianos frente a los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio), presentado el miércoles por Bruno Moro al presidente Juan Manuel Santos.
Para el docente Esaud Urrutia, también citado por el informe, “si las organizaciones afrocolombianas no blindan el precario mecanismo de participación representado en las dos curules de la circunscripción y no buscan nuevos mecanismos de acceso al poder, el sueño de millones de negros seguirá siendo una quimera”.


Al recomendar “mejorar la capacidad de las organizaciones sociales que avalan candidatos a la Cámara de Representantes por circunscripción especial, para elaborar programas pertinentes que le otorguen calidad a los avales”, el informe comentó cómo “la mayoría de las organizaciones que avalaron candidatos en 2006 y 2010 para circunscripción especial lo hicieron sin propuestas políticas claras, programas o proyectos, que visibilizaran en forma priorizada las demandas de la población afrodescendiente”.


“La Ley 649 de 2001 definió una circunscripción especial para negritudes expresada en el derecho de los afrodescendientes a dos curules en la Cámara”, consigna el informe. “Sin embargo”, agrega, “la participación para elegirlos ha dejado mucho que desear por las bajas votaciones, por la proliferación de avales y candidatos y por la poca trayectoria de algunos de los elegidos en defensa de reivindicaciones afrocolombianas. Las tres listas que obtuvieron las mayores votaciones en 2010 fueron avaladas por organizaciones con muy escasa trayectoria en la lucha por las reivindicaciones de las negritudes, e inclusive una de ellas no es una organización afrocolombiana. A estas elecciones se presentaron 169 candidatos avalados por 67 organizaciones. Del total de votos (512.907), la cuarta parte fueron en blanco y los candidatos ganadores fueron elegidos respectivamente con el 8,9 por ciento y el 5,2 por ciento de los votos (45.779 y 26.679) en un proceso en el que se desdibujó el voto con criterio étnico”.


“En el departamento del Chocó, por ejemplo”, anota el informe, “el departamento afrocolombiano por excelencia, no se inscribió ninguna lista de comunidades negras, mientras que en Cundinamarca, que no se caracteriza precisamente por la presencia de afrocolombianos, se inscribieron las dos quintas partes de los candidatos. Estas situaciones conducen a plantear la necesidad de fortalecer la capacidad de las organizaciones afrocolombianas para elaborar programas pertinentes de acción parlamentaria y donde el compromiso con dichos programas constituya la base para otorgar el aval para la elección por circunscripción especial”.


Pero el informe del PNUD va más allá, al proponer que se fortalezca “la bancada parlamentaria afrocolombiana para el desarrollo de una agenda legislativa”.
En ese sentido, plantea “posicionar temas de interés para la población afrodescendiente en el Congreso y convertirlos en leyes de la República requiere de la capacidad de los parlamentarios afrocolombianos para actuar como bancada para el desarrollo de una agenda común de acción legislativa y para influir de manera más activa en la formulación y ejecución de políticas públicas. Para tal efecto son pertinentes los encuentros y diálogos entre congresistas afrocolombianos y entre ellos y líderes sociales afrodescendientes para el diseño de una agenda parlamentaria que impulse la inclusión de la población afrocolombiana, la disminución de las brechas, y el avance hacia el logro de los ODM”.