Los miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) zanjaron este sábado el debate entre austeridad y crecimiento con un llamado a conciliar ambas propuestas, mientras que los países emergentes intentaban hacer oír su voz sobre las consecuencias de la desaceleración.
"La política fiscal debería ser calibrada adecuadamente, de forma que favorezca el crecimiento en la medida de lo posible", dijo el Comité Financiero y Monetario Internacional (CMFI), que define las grandes orientaciones políticas del Fondo.
El Comité, que agrupa a 25 países de los 188 del Fondo, quiso así dar una de cal y otra de arena ante la controversia causada por la sugerencia de su directora general, Christine Lagarde, de que había darle más tiempo a Grecia, España y Portugal.
"No hay alternativa para la reducción de la deuda", explicó el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble. "Se puede hablar de ritmo, pero no del objetivo final", añadió.
Los países emergentes ya están siendo afectados por la desaceleración del crecimiento mundial, pero el coste del ajuste en Europa, de la falta de acuerdo político en Estados Unidos o de la morosidad en Japón también afecta a los propios países avanzados, constató el Fondo.
"Las economías avanzadas deberían aplicar reformas estructurales necesarias y planes fiscales creíbles. Las economías emergentes deberían preservar o flexibilizar sus políticas como corresponda para facilitar una respuesta a los golpes adversos y apoyar el crecimiento", explicó el FMI.
La Reserva Federal, el Banco de Japón o el Banco Central Europeo (BCE) mantienen tasas de interés históricamente bajas y además han comprado masivamente deuda pública para ayudar al crecimiento.
Esa no es la política adecuada, criticaron los países Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Criticar la política monetaria cae en oídos sordos, constató el ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega.
"No hay mucha receptividad porque es una cuestión delicada", declaró.
El vicegobernador del Banco Central Chino, Yi Gang, advirtió por su parte que "la falta de una consolidación fiscal creíble en algunas economías avanzadas" afecta a toda la economía mundial.
España consiguió un respaldo a sus políticas de ajuste, aseguró el ministro Luis de Guindos.
Pero la presión para que aclare si pedirá una ayuda financiera a sus socios de la zona euro seguía en pie.
"Cada vez se va teniendo más información, se va teniendo mayor conocimiento de los elementos y eso, lógicamente, lo que pone de manifiesto es que la estrategia del gobierno español era la correcta, a medida que pasa el tiempo", aseguró a periodistas el ministro español.
"Nos vamos a poder hacer una composición de lugar más adecuada en las próximas semanas", añadió.
El ministro francés, Pierre Moscovici, también expresó su esperanza de que "en semanas" se conozca la solución para España y para Grecia.
"Le atañe a España evaluar cuándo un programa puede y debe ser solicitado. Europa responderá si llega ese momento", indicó Moscovici.