Ante el impacto que está dejando la revaluación del peso en el mercado cambiario, algunos analistas expresaron la necesidad de que el Banco de la República no compre masivamente dólares para evitar la caída de la divisa, como lo ha hecho en otras épocas-
Para el analista del Bancolombia, Daniel Velandia, “primero debe evaluarse cuál es el origen de la apreciación cambiaria y la conclusión ha sido que la inversión extranjera directa y los flujos públicos algunas veces por endeudamiento del Gobierno u otros entes públicos, y en otras por el programa de inversiones de Ecopetrol, explican el fuerte aumento en la oferta de dólares en la economía y que frente a ambas nada puede hacer la autoridad cambiaria colombiana”.
Indica el experto que en los últimos años al menos tres ministros de Hacienda han tenido que explicarle al país que el fenómeno obedece a una coyuntura internacional que poco a poco se entiende, que parece menos transitoria y más estructural, ante la cual poco puede hacer el Banco de la República.
Señala que por eso el gobierno actual hizo modificaciones fiscales para ahorrar en el exterior una parte importante de la bonanza minero-energética y aspira a hacer más en ese sentido si la reforma tributaria que va en camino al Congreso permite reducir el déficit de caja en pesos de la Nación.
Manifesta Velandia que “la prolongada historia de la apreciación del peso colombiano nos ha permitido aprender que al final del día poco cambia la tendencia en el valor de la moneda, no sólo por la debilidad mundial del dólar y la inundación mundial que hay de la divisa americana, sino también porque la situación ya la replica la zona euro y Japón”.
Todos ellos lo hacen porque sus economías están colapsadas y en ruinas financieras, es decir, no crece el crédito por el sobre-endeudamiento de los gobiernos, las empresas y los hogares al tiempo que sus bancos tratan de subsistir en condiciones de liquidez muy estresantes.
También se han evaluado los efectos secundarios de las intervenciones cambiarias de la autoridad cambiaria, con grandes montos como 1.000 millones de dólares en un día o de 20 millones de dólares diarios durante periodos de tiempo prolongados.
Con todo esto se concluye que mientras la tasa de cambio no varía su tendencia, los precios futuros o del mercado forward se reducen haciendo más costosa la cobertura a través de ventas de dólares a futuro para los exportadores.
Mientras un estudio del FMI dice que Colombia tiene ya reservas internacionales superiores en 3% del PIB, al punto óptimo para atender una parada súbita de capitales como la autoridad cambiaria decidió hacerlo, es criticada por no aumentar en forma significativa el monto de intervención.
Sin embargo, debería evaluarse para comprender los pocos beneficios y los altos costos cuando una propuesta no es sostenible por cuanto no se puede hacer de forma ilimitada. Señala el investigador que “a la luz de 2012, las coincidencias pueden ser detestables, puesto que el Gobierno tendrá que hacer importantes inversiones en infraestructura, ahorrar menos y afectar la cantidad de dinero circulando en la economía”.
Ello se traduce en menos espacio para el Banco de la República en su intención de acumular reservas internacionales. ¿Qué prefieren los exportadores, más y mejor infraestructura o aumentar el monto diario de las compras de la autoridad, así las compras esté demostrado que no afectan la tendencia de la tasa de cambio?
Resalta del director de investigaciones de Bancolombia, que “a todos los colombianos nos debe doler y preocupar la situación económica y financiera de los cafeteros, pero la solución no es por donde se está proponiendo. Seguramente nuestras autoridades han aprendido del pasado, pero muchos de nuestros empresarios infortunadamente, no”.