La preocupación del sector agrícola colombiano por la falta de competitividad para enfrentar mercados internacionales se ha convertido en una real oportunidad para mejorar las condiciones del campo y ampliar la oferta productiva,  principalmente de frutas, verduras y hortalizas, por medio del desarrollo de las regiones.

Para el ex ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, aunque se reconocen los riesgos y los retos que enfrenta el agro colombiano, los TLC dejan una importante enseñanza y es la necesidad de avanzar en programas especializados, donde se identifiquen las necesidades de producción y se trabaje para generar mayor valor agregado.

“Los acuerdos comerciales abren muchas oportunidades para el desarrollo agrícola colombiano, principalmente en lo que se refiere a la producción y comercialización de frutas, verduras y hortalizas, commodities que tienen una amplia demanda en el mercado internacional”, explicó Zuluaga.

En conversación con EL NUEVO SIGLO Zuluaga afirmó que sólo basta con tomar experiencias de países como México, Chile, Perú y Nicaragua, que ya tienen TLC con el principal socio de América -Estados Unidos-, y donde se ha desarrollado una agricultura a gran escala.

Según Zuluaga, esos países se han convertido en grandes exportadores de productos agrícolas como aguacate, tomate, limón y espárragos, gracias a la organización de sus regiones productivas y a las estrategias para ampliar la oferta exportable.

Para aquellos sectores que ya existen se debe mantener un plan de apoyo para generar la reconversión tanto en tecnología como en crédito y productividad. “Lo que se busca es ampliar la oferta productiva identificando las necesidades de desarrollo de cada región”, dijo.

Así mismo, se deben desarrollar clusters productivos, donde se tomen miles de hectáreas agrícolas para desarrollar estrategias de asociatividad, aplicar nuevas tecnologías, más distritos de riego y programas de comercialización para salir al mundo a competir.

Para Zuluaga, estos trabajos se podrán adelantar gracias a la inversión de entidades privadas y gremios del sector, como pasó hace unos años con las flores, un producto que empezó de cero y que hoy además de aportar al desarrollo económico del país, es un gran exportador y genera más de 100 empleos directos.

Otro aporte importante de la agricultura en la consolidación internacional de la economía colombiana es el desarrollo agroindustrial. Según Zuluaga, Colombia es un país con riqueza de petróleo y minería que se puede producir y transformar en bienes de capital. “La agricultura está ligada a la industria, eso quiere decir que si gana el agro en los TLC también crecerá la producción industrial”, comentó.

Sin embargo, el ex ministro insiste, al igual que los productores, en la necesidad de poner mayor atención a los rezagos en infraestructura, y avanzar en la modernización de la Dian, el Invima y el Ica como instituciones indispensables en los procesos de comercio exterior.

Para Zuluaga, los problemas en vías y costos de operación se pueden solucionar con nuevos esquemas de transporte como el desarrollo aéreo, donde Colombia tiene amplias oportunidades. Además, se pueden desarrollar centros de producción en la Costa Norte donde sería más fácil sacar el producto a los mercados internacionales.

“Las favorables tierras productivas y el esfuerzo de las entidades privadas convertirán al país en una verdadera despensa de alimentos para el mundo, con negocios que se proyectan en miles de millones de dólares”, concluyó.