La petrolera Emerald Energy, con sede en Gran Bretaña, aseguró este viernes que no pagó rescate alguno por la liberación, el pasado 21 de noviembre, de cuatro trabajadores chinos tras año y medio de secuestro por la guerrilla colombiana de las FARC.
"No hemos pagado un peso, no hemos estado nunca en negociaciones con grupos armados al margen de la ley", dijo Juan Manuel Cuéllar, gerente de asuntos corporativos de Emerald Energy, filial del grupo chino Sinochem.
En declaraciones a radios de Bogotá, Cuéllar salió al paso a una afirmación del expresidente colombiano Alvaro Uribe (2002-2010), quien en su cuenta de twitter aseguró tener pruebas del pago de dos millones de dólares por la liberación de los ciudadanos chinos.
"Urgente; hay recibos, pruebas, que las FARC cobró 2 millones de dólares por la liberación de los secuestrados chinos", escribió el exmandatario.
Los ciudadanos chinos, tres ingenieros y su traductor, fueron secuestrados el 8 de junio de 2011.
En sus declaraciones este viernes, el directivo de Emerald Energy dijo que la compañía es "respetuosa del marco legal colombiano" y prefirió "no polemizar ni personalizar el debate" a partir de la declaración de Uribe.
Sin embargo, reiteró que "estamos atentos a cualquier investigación de las autoridades colombianas para esclarecer estos hechos".
Más adelante, Cuéllar recordó que "Emerald es una de las compañías que más ha sufrido los ataques de la guerrilla" y que por ello debió suspender sus operaciones en el departamento de (provincia) de Caquetá (sur) donde tiene presencia desde 2001.
"A partir de marzo de este año cuando en uno de esos atentados perdieron la vida dos personas, Emerald decidió, por falta de condiciones de seguridad, suspender sus operaciones en Caquetá", precisó.
Las FARC, la guerrilla más importante y antigua de Colombia con unos 9.200 combatientes y 48 años de actividad, adelanta actualmente en La Habana una negociación de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos.
A comienzos de este año el grupo insurgente anunció que renunciaba al secuestro de civiles, y en ese contexto liberó en abril a los últimos diez policías y militares que afirmaba mantener en su poder, en tanto declaró no tener ya a otros rehenes civiles.
Sin embargo, asociaciones de víctimas en Colombia acusan a las FARC de mantener en su poder una cantidad indeterminada de secuestrados civiles.