La escogencia del general José Roberto León Riaño como nuevo director de la Policía Nacional no causó sorpresa. Todo lo contrario, en las apuestas que se hacían en los corrillos de la cúpula de la Institución, su nombre era el que más alto salía.
Quienes lo conocen sostienen que el alto oficial estaba destinado a llegar al mando. Su amplia experiencia en materia de defensa de los derechos fundamentales, la lucha contra el narcotráfico, los llamados delitos de “cuello blanco”, la minería ilegal, el combate a la guerrilla, el terrorismo y las bandas emergentes constituyen una hoja de vida muy completa para suceder a un Director de las calidades y reconocimiento nacional e internacional del general Óscar Naranjo.
Administrador de empresas, el nuevo timonel de la Policía nació en 1961 en Ibagué. Allí terminó su secundaria en el Colegio Externado Popular Bachillerato. Con el apoyo y respaldo de sus padres, Ana Graciela y Roberto, decidió ingresar el 9 de enero de 1978 a la Escuela Nacional de Cadetes “General Francisco de Paula Santander”, cuando contaba con escasos 17 años de edad.
Se graduó como subteniente en 1979, ocupando los primeros puestos en los cursos realizados. Está casado con Marián Pamplona Quintero, de cuya unión nacieron sus hijos Andrés Roberto y Juan Camilo.
Además de los estudios realizados para ascensos, tiene diplomados en Derechos Humanos y Sistema Penal Acusatorio. Igualmente realizó especialización en Seguridad Integral. Por su trayectoria la Institución le dio la oportunidad de realizar estudios en el Colegio Interamericano de Defensa, en Washington.
Inició su carrera como subteniente en la Metropolitana de Bogotá, luego fue enviado a Magdalena, retornó a la capital un tiempo y en 1984 realizó el Curso Básico de Inteligencia, lo que le permitió desempeñarse como Jefe de Inteligencia en Amazonas y la Dirección de Antinarcóticos.
Recaló después en la Escuela Alfonso López, en donde ocupó varios cargos. Cuando ascendió a Mayor, se le asignó a la Dijin y de allí pasó a la Metropolitana de Cali, en donde su primordial tarea fue luchar contra las organizaciones del narcotráfico.
Ya en 2003 era comandante de Policía Cundinamarca y un año después lo delegan como agregado en Estados Unidos. A su regreso, en 2006, es nombrado Comandante de la Metropolitana de Cali. Se le recuerda allí por diseñar e implementar el Plan Maestro de Convivencia y Seguridad, con un carácter visionario y de planeación estratégica.
Al obtener el grado de brigadier general fue asignado como director de Carabineros y Seguridad Rural. Posteriormente fue trasladado a la Dirección de Seguridad Ciudadana y hasta el viernes pasado ocupaba el cargo de subdirector de la Policía.
Plan Cuadrantes
León Riaño fue el encargado de diseñar la estrategia bandera de la Policía, el Plan Cuadrantes, que ha permitido mejorar la seguridad ciudadana.
Igualmente como director de Seguridad Ciudadana y Subdirector de la institución ha trabajado para fortalecer las unidades Metropolitanas así como las de seguridad rural.
En los últimos dos cargos León Riaño estuvo al frente de las operaciones de seguridad del Mundial Sub-20, realizado el año pasado, así como de la VI Cumbre de Las Américas, que tuvo lugar a mediados del mes pasado en Cartagena, evento que contó con la presencia de 31 mandatarios del continente.
Todo lo anterior explica por qué la llegada de León Riaño a la Dirección no causó sorpresa y se considera natural que el próximo 15 de mayo, en el campo de paradas de la Escuela de Cadetes, asuma el mando.
“(León Riaño) es un oficial que ha tenido una carrera muy distinguida, muy meritoria", dijo el presidente Santos el viernes pasado al anunciar su designación. “Ha sido un oficial de Inteligencia, como lo fue el general Naranjo, y fue, entre otras cosas, el que se inventó una política que en Colombia ha sido muy exitosa, que la hemos denominado Policía Comunitaria por Cuadrantes, es decir, la presencia de los uniformados en zonas específicas de barrios y arroja la caída de la criminalidad en las diez ciudades colombianas donde se ha aplicado”, precisó el jefe de Estado al hablar en la clausura de la cumbre ministerial de la Unasur, en donde el tema principal fue la lucha regional contra el delito trasnacional.
DH y minería ilegal
El general León Riaño desde hace varios años viene trabajando para fortalecer en la Policía Nacional una política de más respeto a los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. El oficial trabajó, junto con el cuerpo de generales, en cinco objetivos estratégicos y fundamentales en este aspecto.
En entrevista a EL NUEVO SIGLO el general Naranjo dijo semanas atrás que una de las más graves amenazas que afrontaba el país era la minería ilegal.
Precisamente en ese campo, León Riaño, cuando fue designado como director de Carabineros y Seguridad Rural, lideró dos procesos de vital importancia para el Gobierno nacional: la lucha contra las bandas criminales al servicio del narcotráfico (Bacrim) y la minería ilegal.
Según el alto oficial el combate a la exploración no autorizada de recursos naturales no renovables es una de las prioridades no solo por el impacto que tiene con relación al conflicto armado interno sino, en general, por sus implicaciones en la economía nacional y las relaciones sociales colombianas.
Precisó que no le cabía la menor duda de que la actividad minera ilegal representa una enorme fuente de recursos para las Farc, el Eln y las bandas, al tiempo que sirve a los narcotraficantes para lavar sus activos ilícitos.
“No existe un cálculo preciso del total de recursos que captan los grupos armados al margen de la ley, pero se habla de una participación en cobros que van desde la maquinaria utilizada en la explotación ilegal minera, hasta la participación en la actividad como tal”, precisó León Riaño.
Agregó que las Farc, el Eln y las Bacrim, en reacción a la eficacia de las autoridades en la lucha contra el secuestro, la extorsión y el narcotráfico, optaron por la minería ilegal para financiar sus actividades y adquirir material de guerra.
El alto oficial también llamó la atención sobre el daño medioambiental que produce la minería ilegal. Explicó que para llevar a cabo la extracción de oro es necesario el uso del mercurio que deja residuos muy contaminantes con graves repercusiones para la salud humana y por supuesto al medio ambiente. "Por cada gramo de oro que se extrae se necesitan dos gramos de mercurio", aseguró.