Unos dos millones de musulmanes, menos que el año pasado, empezaron a reunirse ayer en Mina, cerca de la ciudad santa de La Meca, en el inicio de la peregrinación anual, que de momento no se está viendo afectada por la epidemia de coronavirus MERS.
El ministro saudí de Sanidad, Abdalá al Rabia, declaró a la prensa que no se ha observado ningún caso de contaminación por este virus entre los peregrinos.
El MERS ha causado de momento 60 muertos en todo el mundo, 51 de ellos en Arabia Saudí.
Los peregrinos llegaban a Mina por carretera, en tren o a pie. Siguiendo la tradición, los hombres van vestidos con dos piezas de tejido blanco sin coser y las mujeres cubiertas, con la excepción del rostro y las manos.
En el valle de Mina, donde hay instaladas 45.000 tiendas de campaña, los peregrinos rezarán y descansarán antes de reunirse el lunes en el monte Arafat, cerca de La Meca, en lo que será el momento más intenso de la peregrinación.
Arabia Saudita ha impuesto este año una reducción del 20% en el número de peregrinos extranjeros, por el miedo a que los visitantes se contagien con el coronavirus y se lo lleven a sus países.
El reino wahabita ha reducido además a la mitad el número de peregrinos locales, alegando también las obras de ampliación de los lugares santos.
No obstante, las autoridades anunciaron que un tren eléctrico recientemente puesto en servicio transportará a por lo menos 400.000 peregrinos.
Por otro lado, más de 20.000 autobuses conducirán a los peregrinos a Mina, a través de los 58 túneles cavados bajo las montañas que rodean La Meca.
Sin embargo, algunos, como el egipcio Mustafa Abu al Wafa, decidió recorrer a pie los 10 km que separan La Meca de Mina, desafiando el calor y la humedad.
“Estoy tan motivado que finalmente pude venir a la peregrinación y a las zonas en las que estuvo el Profeta (Mahoma)”, contó Al Wafa camino de Mina.
En 2012, alrededor de 3,2 millones de fieles (1,75 millones de ellos procedentes del resto del mundo) efectuaron la peregrinación a La Meca.
La peregrinación es uno de los cinco pilares del islam, que todos los musulmanes deben cumplir al menos una vez en su vida si poseen los medios financieros y están en buena salud.
El país ha desplegado a más de 100.000 soldados y policías para garantizar la seguridad de los peregrinos y ha advertido contra toda instrumentalización política de la mayor peregrinación del mundo.
Las fuerzas de seguridad cuentan también con unas 4.200 cámaras de alta tecnología, algunas de ellas capaces de cubrir una distancia de 60 kilómetros./AFP