Perdieron en su salsa | El Nuevo Siglo
Lunes, 31 de Octubre de 2011

Los candidatos de los Juanes (Juan Carlos Martínez y Juan Carlos Abadía) perdieron en la meca del PIN las alcaldías de Buenaventura, Palmira, Cartago, Guacarí (de donde son oriundos los Abadía), y Timbiquí, la tierra natal del llamado ‘Negro grande de Colombia).

Caída en picada. Las listas de Asamblea del PIN y del MIO, sumadas, no llegaron a setenta mil votos. Es decir que entre la elección de Congreso y la del domingo los Juanes perdieron 160 mil sufragios.
Si perdieron también en Cali y en los grandes conglomerados, ¿cómo hicieron para ganarse la Gobernación del Valle si hasta la expedición del boletín 27 de la Registraduría punteaba cómodamente el liberal Jorge Homero Giraldo y de un momento a otro se produjo la sospechosa desestabilización de la energía que provocó la caída del sistema y al restablecerse la normalidad en el centro de cómputo comenzó a ganar Useche?
La Barca supo que Homero pedirá el recuento uno a uno de los votos. El director del liberalismo Rafal Pardo expresó su desagrado por la forma como el ex presidente Uribe metió baza en el proceso electoral en el Valle, en desmedro del partido rojo.
Historia similar. Recordamos una historia parecida ocurrida hace unos siete años en Manizales, durante una elección de alcalde. Lideraba todos los informes oficiales, como ganador parcial, el cafetero conservador Fernando Gómez Chica, pero de repente el sistema entró en crisis y al volver a la normalidad el puntero descendió al segundo lugar y asumió el liderato el empresario Luis Roberto Rivas, de la U.
Otros aspirantes. El otro candidato a la gobernación del Valle Ubeimar Delgado se salió con la suya al sacar dos diputados y un concejal en Cali, mientras su más enconado enemigo Heriberto Sanabria se quedó sin nada
El grupo de Carlos José Holguín eligió concejal pero se quedó sin Asamblea. También se produjo en el Valle la quema de Emilio Merino, quien estaba próximo a cumplir 20 años como diputado.
Germán Villegas y Milton Castrillón eligieron un concejal y un diputado en Cali con la más baja votación vallecaucana.
El precio del silencio. El derrotado candidato a la gobernación de Caldas Gabriel Vallejo López incurrió en un error lamentable en las horas previas a la votación. Cuando fue interrogado por periodistas locales sobre el desastre de Aguas de Manizales, respondió tímidamente que “no era hora de adelantar juicios”. Para la prensa caldense, el candidato de La U se hizo el harakiri y le expidió partida de defunción a su propia aspiración.
A propósito: El arquitecto del triunfo de Guido Echeverri como gobernador de Caldas en las elecciones del domingo fue el ansermeño ex cónsul en San Juan de Puerto Rico, Luis Montoya, quien hizo de todo en la campaña, llegando a repartir agua entre los sedientos manizaleños.
Chiste cruel. Los cordobeses acaban de cambiarle el nombre a la finca de Uribe, en Montería: en vez de “El Ubérrimo” la llaman “El Paupérrimo”.