Es una incógnita a dónde irá a parar la mayoría de los votos de los electores que están pensando expresarse en las urnas en las presidenciales con el sufragio de opinión o el denominado castigo. Sin embargo un tema como la paz podría polarizar el sentido en que se muevan estas manifestaciones.
Así se desprende de lo manifestado por varios analistas consultados por EL NUEVO SIGLO, quienes también coinciden en que los ciudadanos tienen claro que la elección se polariza entre la paz o la guerra.
El abanico de candidatos para estos comicios recoge todo el espectro de las tendencias políticas, que van desde la extrema derecha encarnada en Óscar Iván Zuluaga en representación del Centro Democrático. La centro derecha en que se ubican el presidente Juan Manuel Santos por la Coalición de Unidad Nacional, Marta Lucía Ramírez por el Partido Conservador y Enrique Peñalosa por la Alianza Verde. En tanto que por la izquierda se presenta Clara López por la coalición Polo Democrático Alternativo-Unión Patriótica.
Las encuestas indican por el momento que habría segunda vuelta porque ninguno de los candidatos está cerca del 51% necesario para evitar ir al balotaje, no obstante que el presidente Santos Calderón ha punteado con relativa comodidad en todos los estudios que se han realizado para estos comicios.
De todas formas, los aspirantes al solio de Bolívar aún cuentan con dos escasas semanas para intensificar sus campañas e intentar cautivar al esquivo electorado aún indeciso sobre a quién favorecer con su voto.
En ese propósito la lucha también será por beneficiarse con el voto de opinión y el propio voto castigo.
Análisis
El voto en las elecciones presidenciales se va a orientar entre la paz o seguir la guerra, consideró Ángel Beccassino, experto en marketing político, es decir, “entre apoyar el proceso de paz, lo que significa apoyar a Santos o continuar la guerra”.
En ese sentido previó que “en el fondo va a ser abstención o respaldo al proceso de paz. Me parece que la disyuntiva está planteada ahí”.
Por su parte, Nicolás Alejandro Liendo, coordinador del Área de Instituciones Políticas de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, consideró que el voto castigo no tendrá mayor chance porque a pesar de que un 70% de la población evalúa mal la gestión del Presidente de la República, le va a dar otra oportunidad porque “uno, los otros candidatos no ofrecen algo atractivo para los que ven que el Gobierno no ha ejecutado bien y dos, suele ser gente que considera la paz como un objetivo importante del país”.
Mientras tanto César Torres del Río, politólogo y académico de la Universidad Javeriana, dijo que prima un desconocimiento en buena parte de la población en lo que tiene que ver con comicios, sea para corporaciones públicas o para la presidencia.
Por lo que dijo, esto lleva a pensar el tipo de sufragio que se expresaría en las próximas elecciones. “El voto en blanco está en un nivel en el que para la amplia población es incomprensible toda vez que no saben qué utilidad puede tener”. Explicó que esta tendencia se mueve más en un ámbito académico, intelectual y en ciertos grupos sociales que tienen algún grado de influencia política.
Además dijo que en estas elecciones “habría un voto castigo, pero el asunto es dirigido a quién. Tal y como están las cosas ahora en esta Colombia del siglo XXI, en donde de un día para otro el ambiente cambia, no podría uno decir si el voto castigo será para el presidente Santos o para el candidato del uribismo”. En ese sentido consideró que si las elecciones hubieran sido en estos días el voto castigo sería para Santos por el escándalo en que salió a relucir el nombre de su entonces asesor de campaña J.J. Rendón.
Pero luego esta situación se hubiera revertido en contra de Óscar Iván Zuluaga al presentarse que la persona que apoyaba el trabajo en redes sociales en su campaña, Andrés Sepúlveda, fue capturado por montar una sala de interceptación de los diálogos de paz en La Habana.